El bajo la vista y luego miro a su abuela.
—?Que vamos a hacer? ?Como podemos tratar con personas que no saben como comportarse? Si es que son personas.
—?Tengo permiso para hablar? —pregunte.
—Si —dijo Ettin Petali.
Mire al general a los ojos.
—?Tu crees que yo no soy una persona?
—Me has traicionado.
—?Que esperabas de Nicky? —pregunto Ettin Per—. ?Que te eligiera a ti por encima de un familiar del sexo femenino? ?Esperabas que se cruzara de brazos mientras la mujer de Perez era amenazada? Para mi es evidente que tu la estabas amenazando.
—La he amenazado despues de que Nicky le diera la informacion, y porque se la ha dado. No ha sido la amenaza a ella lo que lo ha impulsado a traicionarme.
La Abuela gruno.
—Estamos en tiempos de guerra. Los hombres han hecho sugerencias que amenazan la vida de todas las mujeres y los ninos humanos. ?Esperabas que el pasara esto por alto? ?Que clase de amante creias tener?
—?Sabes lo que parece? —pregunto Ettin Sai—. Parece como si pensaras que a Nicky no deberia importarle nada excepto tu.
—Nunca tendriamos que haberles permitido estar juntos —opino Aptsi—. ?Mira las consecuencias! ?Por que Gwartha no podia encontrar a un joven de un linaje que nos gustara?
Todos guardaron silencio, y las mujeres de Ettin parecieron incomodas. No supe si Aptsi estaba en desacuerdo con las demas, o si habia expresado la opinion de todas.
Finalmente, el general rompio el silencio.
—Me has hecho una pregunta, Abuela, y me he negado a responderla. La respondere ahora. Me preguntabas si me enamore de Nicky por sus ojos. No, y tampoco por su pelo. Cuando lo conoci, su pelo era rojo como el cobre, y brillaba incluso con la luz de la estacion. Si lo hubiera visto a la luz de un planeta, creo que me habria deslumbrado. Y tampoco por su rara piel desnuda, que siempre me ha enternecido y me ha hecho sentir lo mismo que se siente ante la vulnerabilidad de un nino. No fue por ninguna de estas cosas, ni por nada de lo que tiene de extranjero e inusual. —Hizo la pausa justa y prosiguio—: Te dare cinco motivos. En las historias de antes, todo iba en grupos de cinco, o asi solia ser.
—Si —respondio Ettin Petali.
—El es inteligente, aunque no siempre de la forma en que el Pueblo es inteligente. Es curioso… incluso ahora, cuando deberia estar asustado y avergonzado. Miradlo, sigue volviendo la cabeza y mirandonos cada vez que hablamos. Nunca pierde el interes por lo que ocurre a su alrededor.
Obedientes a su sugerencia, las mujeres me miraron; baje la vista.
—Nunca se da por vencido. Cuando uno cree que se esta retirando, lo que hace simplemente es colocarse en una postura nueva para descansar o encontrar una nueva forma de resistirse o atacar. Me di cuenta de ello en la sala de interrogatorios. Si existe una forma buena de
»Y se niega a odiar. Ni siquiera le gusta estar enfadado. Cuando estaba en prision y fui a visitarlo, se mostro dispuesto a hablar conmigo, aunque sabia que yo estaba implicado en lo que le habia ocurrido.
(No me gusta decirlo, pero estaba mortalmente aburrido, y tu eras mucho mas interesante que los jinetes espaciales con los que estaba encarcelado. Pero guardare esta frase como si fuera un tesoro. He intentado reproducirla tal como la dijiste.)
—Eso son cuatro motivos —apunto Ettin Petali.
—Tenia otro. Ya no lo tengo.
Ettin Sai se inclino hacia delante.
—Eso esta bien, Gwarha, y explica por que elegiste a Sanders Nicholas y no a alguien mas adecuado. Pero no explica por que pensaste que tenias derecho a toda su lealtad. Nunca habrias esperado algo asi de un hombre del Pueblo.
—Como lo amabas, y el era extranjero y estaba atrapado detras de nuestras fronteras y solo, pensaste que tenias derecho… —Per vacilo.
—A poseerlo —concluyo la Abuela. Su voz estaba tenida de desden. No utilizo el verbo «tener», que se utiliza para las casas, la tierra y otras riquezas que las familias comparten. Este verbo hace referencia a las pertenencias personales: la ropa, los muebles, tal vez una mascota.
—Siempre has tenido ese defecto —anadio Per—. Incluso de nino. No querias simplemente ser el primero, que es una ambicion loable. No querias simplemente conseguir que los otros chicos renunciaran. Querias apropiarte de las cosas y quedartelas. La avaricia y la hosquedad han sido siempre tus defectos.
Ha habido momentos en los que me he preguntado que hace que el general sea como es. Era eso. Aquellas mujeres espantosas. Estaba sentado con la cabeza hundida entre los hombros, soportando sus palabras.
—?Puedo anadir algo? —pregunte.
—Si —respondio Ettin Petali.
—Perez Anna sigue esperando, y cuando la deje estaba asustada y furiosa. No deberiais hacerla esperar demasiado.
La anciana me miro fijamente.
—Tienes razon. No deberiamos dedicar demasiado tiempo a los defectos de Ettin Gwarha. Todavia quedan el problema de tu comportamiento y el de si ese miserable bruto de Lugala Tsu sera capaz de aprovechar la situacion para perjudicarnos.
—?Comprendes lo que has hecho, Nicky? —pregunto Ettin Sai.
—He dado informacion a alguien del enemigo en tiempos de guerra. Los humanos considerarian este acto casi de la misma manera que vosotras.
—?Le has ofrecido la opcion, Gwarha? —pregunto Ettin Petali.
—No —repuso el general—. Y no lo hare.
—?Por que no? —pregunto Aptsi en tono lastimero.
—El es
?Eso hiciste?
—Es una pena —comento la Abuela.
—?Por que hablaste con Perez Anna? —pregunto Per.
Clave la vista en el suelo lustrado, intentando encontrar un argumento que tuviera sentido para las mujeres de Ettin. Finalmente mire a Per.
—Vi al hijo de Lugala hacer todo lo posible por destruir las negociaciones. Oi al jefe de operaciones de Gwarha afirmar que mis iguales no son personas; y sabia que los negociadores humanos no sabian, porque no podian saber, lo grave que es la situacion. Pense que nada mejora gracias a la ignorancia.
—Te dije que yo podia ocuparme de Lugala Tsu —intervino el general—. Y de Shen Walda.
—Pero ?que me dices de los humanos, Primer Defensor? ?Puedes ocuparte de ellos? ?Tienes idea de lo que van a hacer? Esta no es una lucha ordinaria entre hombres del Pueblo, en la que cada uno intenta hacer retroceder a los demas. Este no es un conflicto corriente entre linajes enemigos. Te estas enfrentando a seres que no comprendes, y ellos son ignorantes. No tienen ni idea de las consecuencias que pueden tener sus actos.
La Abuela levanto una mano pidiendo silencio.
—No me interesan las discusiones de los hombres. Las acusaciones pueden esperar; las explicaciones tambien. Tenemos tres problemas que debemos resolver ahora mismo.
?No cinco?
—Uno eres tu, Nicky. Has demostrado que no eres de fiar. No podemos permitir que te quedes aqui ni en ningun otro lugar de importancia estrategica. Podrias traicionarnos. ?Pero como podemos expulsarte sin que los demas sepan lo que has hecho?
»E1 segundo problema es Perez Anna. ?Existe alguna forma de que guarde silencio?
»El tercer problema es Lugala Tsu. Mientras el este aqui, las negociaciones correran peligro. Creo que en
