—No, Tom…, piensa. Piensa, ahora… Mira, si se tratara sencillamente de un voluntario mas, ?que objetivo creeria yo que cumpliria? No, es diferente. Mira, si tu… De acuerdo, si no queda tiempo, no queda tiempo. ?Cuando van a reunirse de nuevo? Bueno, pues me parece que queda el tiempo suficiente de vuelo entre ahora y pasado manana. Podrias venir hasta aqui y… —Sacudio la cabeza a la pared y apoyo la palma de la mano contra su superficie—. De acuerdo. Se que eres un hombre ocupado. De acuerdo, entonces; si estas de mi lado y no necesitas volar hasta aqui porque confias en mi, ?por que no confias en mi? Quiero decir que, si considero que la proxima transmision funcionara, ?por que no aceptas mi palabra? —Escucho, y dijo de malhumor—: Bien, maldita sea, si el Comite no tomara una decision oficial hasta pasado manana, ?por que no puedo continuar hasta que la tomen? Para ese entonces ya tendre un exito en mi registro, esto marchara y… Mira…, ?crees que perderia mi tiempo si no pensara que este hombre lo va a conseguir?

Suspiro y, luego, prosiguio con voz ronca:

—?Mira, si pudiera garantizar cuales van a ser los resultados, no necesitaria un programa de investigacion! Tratemos de hacer esto paso a paso, ?si es que vamos a hacerlo de una vez por todas! —Se paso la mano por la cara, presionando con fuerza—. De acuerdo, hemos vuelto a lo mismo…, ?de que sirve discutir? Tu me has dado dinero, poder de decision, equipo y todo lo demas porque se trata de mi; sin embargo, en la primera ocasion que tienes que aceptar mi palabra acerca de algo, nadie de los que estan alli puede apartarse un momento de su maldito panico el tiempo suficiente para meditar con quien estan tratando. ?Crees que hago todo esto sobre conjeturas?

Se paso la lengua por los labios y escucho con atencion. Luego se relajo.

—De acuerdo entonces —repuso con una sonrisa glacial—. Te llamare temprano pasado manana y te dare a conocer los resultados. ?Descuida, tendre en cuenta la diferencia horaria! De acuerdo. Y no, no…, no te preocupes —finalizo—. Lo hare lo mejor que pueda. Si. Bueno, tu tambien, Tom. Ya te vere.

Colgo de un golpe el auricular y dio media vuelta; su rostro estaba tenso. Se miro las manos y se las metio en los bolsillos.

Sam Latourette habia estado esperando que terminara. Se le acerco con expresion preocupada.

—?Problemas, Ed?

Hawks sonrio con una mueca.

—Algunos. El intento de manana ha de ser el bueno.

—?De lo contrario? —pregunto incredulo Latourette—. ?Asi de facil? ?Anos de trabajo y millones de dolares tirados por el desague? ?Estan locos?

—No. No, son humanos, Sam. Para ellos, lo que en un principio parecio un dinero bien invertido comienza a convertirse en algo nefasto. Anadido a la perdida de hombres. ?Que quieres que hagan? ?Que continuen sintiendose complices de unos asesinatos estupidos? Ademas, despues de todo…, no es que signifique que las transmisiones a la Luna representan el final del programa del transmisor.

El rostro de Latourette enrojecio.

—?Vamos, Ed! Lo unico que le hace falta al programa del transmisor es tener una mancha negra como esta para que incluso la compania lo deje. Lo reanudaran alguna vez, pero no de inmediato…, y sin ti. Lo sabes. Te alejaran y cerraran esto hasta que se enfrie un poco. Ellos…

—Lo se —corroboro Hawks—. Estoy demasiado impregnado por el olor a muerte. —Miro a su alrededor—. Sin embargo, no lo haran si manana Barkernos da resultado. «El exito lo tapa todo». Chaucer. Fuera de contexto. —Su rostro se convulsiono en una sonrisa torcida—. El nivel de cultura en este sitio esta aumentando. —Movio los hombros, con el rostro aun deformado, como el de un nino poseido por una frustracion insoportable que buscara el cuarto de juegos. Con voz muy tenue, exclamo—: ?Sam, que complicada y terrible es la mente humana!

Con la cabeza baja, empezo a caminar cruzando el suelo del laboratorio.

Latourette arano torpemente el aire.

—?No puedes emplear a Barker! ?No te puedes permitir el lujo de verte involucrado con alguien tan salvaje e impredecible como el! Ed, no funcionara…, sera demasiado.

Hawks se detuvo en seco, con las manos en los bolsillos y los ojos cerrados.

—?No crees que funcione?

—?Escucha, si tenemos que aguantarle dia tras dia, empeorara con el tiempo!

—Asi que piensas que si dara resultado. —Hawks se volvio y contemplo a Latourette—. Temes que funcione.

Latourette mostraba una expresion asustada.

—Ed, no posee la suficiente delicadeza como para no hurgar en cada punto sensible que encuentre en ti. Y tu no eres la clase de hombre que le ignore. Empeorara progresivamente, y tu…

—Tu lo has dicho, Sam —comento con suavidad Hawks.

Al cabo de un momento, envio a Latourette de regreso al transmisor, y una vez mas emprendio la marcha a traves del laboratorio en direccion a Barker.

Hawks se quedo contemplando como le colocaban de nuevo la pierna a Barker. Unos bultos de aluminio habian sido soldados al material del color de la carne.

—Barker —llamo finalmente, alzando los ojos a la cara del hombre.

—?Si, doctor?

—El tiempo nos acucia. Le agradeceria que fuera ahora a que nuestro medico le hiciera un chequeo. Mientras tanto, todos los hombres que puedan ser relevados tomaran su almuerzo.

—Doctor, sabe muy bien que hace una semana me hicieron un chequeo para el seguro.

—Hace una semana —repitio Hawks, mirando el suelo—, no es hoy. Digale al doctor Holiday que le pido que sea todo lo rapido que pueda sin dejar de ser exhaustivo. Intente regresar aqui tan pronto como haya acabado. —Dio media vuelta—. Yo volvere en media hora.

Hawks espero a solas en la antesala del despacho de Benton Cobey, contemplando pacientemente sus zapatos, durante veinte minutos. Finalmente, la secretaria le comunico que podia pasar.

Cruzo la mullida alfombra, golpeo una vez en la lisa lamina de madera de caoba de la puerta de Cobey, la abrio y entro.

El presidente de la Continental estaba sentado detras de un escritorio de madera de teca que brillaba con el barniz oscuro de su acabado a mano, casi tan negro como el carbon bituminoso. Cobey era un hombre pequeno, de aspecto agresivo, con una barbilla huidiza y un craneo estrecho tan liso como un huevo. Su intenso bronceado tenia el toque de una lampara de cuarzo, y los labios mostraban una ligera coloracion azul debido a los primeros indicios de cianosis. El rostro dejaba ver la ligera crispacion de una ulcera.

—Muy bien, Ed —comenzo sin preambulos—. ?De que se trata?

Hawks tomo uno de los demasiado confortables sillones que habia delante del escritorio y se sento, arreglandose las rayas del pantalon.

—?Hay de nuevo algo que funcione mal en el laboratorio? —inquirio Cobey.

—Se trata de un problema de personal —contesto Hawks, mirando por encima del hombro izquierdo de Cobey—. Y yo he de regresar al laboratorio a la una en punto.

—Hablalo con Connington.

—No se si hoy ha venido. En cualquier caso, no es de su competencia. Lo que deseo es hacer que Ted Gersten sea mi ayudante en jefe. Esta cualificado para ello; ha sido el segundo de Sam Latourette durante un ano y medio. Puede realizar el trabajo de Sam. Sin embargo, necesito tu autorizacion para que comience manana. Tenemos preparada una nueva emision para entonces: las condiciones astronomicas ya han traspasado las condiciones optimas; deseo que este mes realicemos todas las transmisiones posibles, y quiero que en ese momento Sam ya se encuentre al margen.

Su mano derecha, de forma inconsciente, se habia dirigido al extremo de su corbata. Cogio la punta entre los dedos indice y corazon y empezo a jugar con la tela bajo el pulgar.

Cobey se reclino en su asiento y entrelazo las manos. Sus nudillos adquirieron unas manchas rojizas.

—Seis meses atras —dijo en voz baja—, cuando quise que enviaran a Latourette a casa, tu te inventaste esa historia de que lo necesitabas para que te ayudara a preparar el amplificador o algo asi.

Hawks respiro hondo.

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