condiciones astronomicas lo permitan. No pararemos hasta que usted haya salido por el otro lado de la formacion. Una vez que comencemos, nos resultara dificil interrumpir el impulso. Pero, si en alguna ocasion, desea usted tomarse un descanso: trabajar en sus coches, cualquier cosa…, si nos es posible, lo haremos. Nosotros…

Los labios de Barker se tensaron en una mueca.

—Hawks, he venido aqui a hacer algo. Y pretendo llevarlo a cabo. Es lo unico que deseo hacer. ?De acuerdo?

Hawks asintio.

—Muy bien, Barker. —Se saco las manos de los bolsillos—. Espero que no nos lleve demasiado tiempo cumplirlo.

Hawks bajo por el corredor hasta que llego a la seccion de navegacion. Llamo a la puerta y entro. Los hombres del equipo de especialistas alzaron la vista, y luego se apinaron de nuevo alrededor del mapa a gran escala de la formacion que ocupaba la mesa de cuatro metros cuadrados en el centro de la sala. Solo el oficial de la Guardia Costera que estaba al mando se aproximo a Hawks mientras los demas, pacientemente, marcaban la gran lamina de plastico con tiza de color rojo sujeta a los extremos de unos senaladores de madera. Uno de ellos se hallaba al lado de una grabadora, con la cabeza ladeada mientras escuchaba la voz de Barker.

La voz sonaba baja y ahogada.

—?Ya se lo dije! —comentaba—. Hay una especie de nube azul…, y algo que parece moverse en su interior. No es como algo vivo.

Si, ya tenemos eso —replico la voz paciente de uno de los miembros del equipo—. Pero, ?a que distancia se encontraba del lugar en el que se hallaba usted en la colina de arena blanca? ?A cuantos pasos?

—Es dificil de calibrar. A unos seis o siete.

—Oh, oh. Ahora bien, usted ha dicho que se encontraba directamente a la derecha del sitio al que usted miraba. Bien, entonces, ?que hizo usted?

—Di un rodeo de unos dos metros hacia el saliente, y gire a la izquierda para seguir el camino del chapitel rojo. Entonces…

—?Se dio cuenta de donde se encontraba la nube azul, en relacion con usted, cuando dio la vuelta?

—La miraba hacia atras por encima de mi hombro derecho.

—Ya veo. ?Podria volver la cabeza ahora en ese angulo para que pueda tener una mejor idea de la direccion? Gracias. A unos doce grados a la derecha. ?Y seguia a unos seis o siete pasos en linea recta?

El miembro del equipo detuvo la cinta, la hizo retroceder, y volvio a escucharla de nuevo. Realizo una anotacion en una hoja de papel.

El oficial de la Guardia Costera le pregunto a Hawks:

—?Puedo ayudarle en algo, doctor? Transcribiremos esto y se lo enviaremos en unas pocas horas. Tan pronto como este acabado, se lo llevaremos directamente a su despacho.

Hawks sonrio.

—No vine a darles prisa o a entorpecer su trabajo. No se preocupe, teniente. Solo queria saber que aspecto general tenia la cosa. ?Sus comentarios tienen algun sentido, les son de ayuda?

—Todo marcha bien, senor. Las descripciones que nos ha dado de las cosas del interior de la formacion no concuerdan con los otros informes que recibimos…, pero parece que nadie ve lo mismo. Lo que cuenta es que los peligros siempre estan localizados en las mismas posiciones relativas. De modo que sabemos que hay algo ahi, y con ello basta. —El teniente, un hombre delgado, habitual —mente sombrio, sonrio—: Y esto es mucho mejor que intentar descubrir el sentido de unas pocas frases garabateadas en una pizarra. Solo con este viaje, ya nos ha dado una cantidad enorme de cosas con las que trabajar. —El teniente se froto la parte posterior del cuello—. Es una especie de alivio. Hubo un momento en el que estuvimos bastante seguros de que nos llegaria el retiro antes de que esa cosa —indico el mapa con un gesto— estuviera acabada.

Hawks mostro una sonrisa carente de alegria.

—Teniente, si yo no hubiera podido realizarla llamada telefonica a Washington que ahora podre hacer, este trabajo ya estana acabado.

—Oh. Creo que, entonces, sera mejor que lo cuidemos bien. —El teniente sacudio la cabeza—. Espero que aguante. Para nosotros, es una persona dificil de manejar. Pero no se puede tener todo. Creo que si usted ha conseguido por fin a alguien que funcione a la perfeccion en la parte cientifica de todo esto, eso es lo principal, aunque aqui abajo, del lado practico, no todo sea melocotones con crema.

—Si —corroboro Hawks.

El hombre situado al lado de la grabadora desconecto la maquina, se acerco hasta la mesa del mapa, clavo un trozo de tiza en el extremo de su senalador, lo alargo e hizo una pequena marca de color escarlata sobre el plastico blanco. La miro con aire critico y, luego, asintio satisfecho.

Hawks tambien asintio. Luego le comento al oficial:

—Gracias, teniente —y se marcho a su despacho.

Aquel dia, el tiempo durante el que logro sobrevivir Barker dentro de la formacion se elevo a cuatro minutos y treinta y ocho segundos.

El dia que el tiempo transcurrido llego hasta los seis minutos y doce segundos, Connington fue a ver a Hawks a su oficina.

Hawks alzo la vista con curiosidad desde detras de su escritorio. Connington atraveso despacio el despacho.

—Queria hablar con usted —musito mientras se sentaba—. Me parecio que debia hacerlo. —Sus ojos se movian ansiosos de un lado a otro.

—?Por que? —inquirio Hawks.

—Bueno…, exactamente no lo se. Salvo que no me parecia justo dejarlo correr. Hay…, en realidad, no se como lo llamaria usted, pero hay un esquema en la vida… De todas formas, deberia haber un esquema: un comienzo, una mitad y un final. Capitulos, o algo asi. Quiero decir, debe de haber un esquema o, de lo contrario, ?como se podrian controlar las cosas?

—Soy capaz de ver que quiza resulte necesario creer en algo asi —dijo Hawks con tono paciente.

—Sigue sin ceder un centimetro, ?verdad? —comento Connington.

Hawks guardo silencio, y Connington espero un instante; luego abandono el tema.

—De todas formas —prosiguio—, queria que supiera que me marcho.

Hawks se reclino en su sillon y le miro de forma inexpresiva.

—?Adonde ira?

Connington hizo un gesto vago.

—Al este. Creo que alli encontrare trabajo.

—?Claire va con usted?

Connington asintio, con los ojos fijos en el suelo.

—Si. —Alzo la vista y sonrio con desesperacion—. Vaya forma graciosa de acabar las cosas, ?verdad?

—Del modo exacto en que usted lo planeo —indico Hawks—. Todo, menos la parte en la que, con el tiempo, se convertia en el presidente de la compania.

La expresion de Connington cambio a una sonrisa desafiante.

—Oh, yo no lo calcule como algo seguro. Lo unico que deseaba ver era lo que ocurria cuando le colocaban a usted un poco de sal en la cola. —Se puso rapidamente de pie—. Bueno, creo que eso es todo. Solo queria hacerle saber como habian terminado las cosas.

—Bueno, no —dijo Hawks—. Barker y yo aun no hemos acabado.

—Yo si —repuso Connington retadoramente—. Yo tengo parte en ello. Lo que ocurra a partir de ahora ya no tiene nada que ver conmigo.

—Entonces, usted es el vencedor de la contienda.

—Claro —replico Connington.

—Y eso es lo que siempre es. Una contienda. Entonces surge un ganador, y asi acaba esa parte de la vida de todos. De acuerdo. Adios, Connington.

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