que escudrinaban ciegamente en la direccion en la que se hallaban ellos. Hawks contemplo su reloj de pulsera. Su tiempo transcurrido en el interior de la formacion era de seis minutos y treinta y nueve egundos. Acurrucado entre ellos y el equipo de observacion, apenas visible se hallaba Barker. Los cristales de la parte de su seccion se deslizaban dentro de una grieta y caian en largas y delicadas lineas de nieve sobre la armadura casi invisible.

Barker subio al cuadrado de lapislazuli. Hawks le siguio, y la seccion se nivelo a sus espaldas. Caminaron durante varios metros, y Barker se detuvo. Tenia el rostro tenso. Sus ojos refulgian con entusiasmo. Miro de soslayo a Hawks, y su expresion se torno cautelosa.

Hawks miraba con insistencia su reloj de pulsera. Barker se humedecio los labios; luego se volvio y empezo a correr en una espiral creciente, con las botas alzando trozos de cristal, y en cada ocasion agachaba la cabeza para evitar las olas de luz roja, verde y amarilla que tenian su armadura. Hawks le siguio, mientras el lazuli se agrietaba en grandes ondas heladas que zigzagueaban, formando una red debajo de sus pies a medida que corria una y otra vez en circulos.

El lazuli se volvio de un azul acero transparente y, entonces, desaparecio, dejando atras unicamente la red de grietas sobre la que Barker y Hawks corrian, mientras debajo de ellos yacia la indiferente armadura nevada y, a unos pocos centimetros, el equipo de observacion, y las estrellas y el horizonte irregular de la Luna detras de ellos, un rostro contra el que se perfilaba el arco del cielo.

Su tiempo transcurrido en el interior de la formacion era de nueve minutos y diecinueve segundos. Barker se detuvo otra vez, con los pies y las pinzas enganchados en la red, inmovil, mirando por encima del hombro a medida que se le acercaba Hawks. Los ojos de Barker mostraban desesperacion. Respiraba entrecortadamente, moviendo la boca. Hawks se detuvo a su lado.

La red de grietas comenzo a romperse para formar estacas puntiagudas como dagas, desprendiendose, dejando grandes agujeros podridos a traves de los cuales remolineaban nubes de humeantes particulas de un gris acero, que formaron estratos afilados como cuchillos y pendieron sobre el gran espacio abierto por encima de la superficie a la que se aferraban Barker y Hawks, y cuya periferia ascendia y se expandia para entrelazarse con los estratos y formar una malla rocosa de semicirculos que avanzaban hacia ellos.

De repente, Barker cerro los ojos, sacudio la cabeza con violencia en el interior del casco, parpadeo y, con una mueca dolorosa, comenzo a ascender por la red, manteniendo firmemente apretado el brazo contra el costado, manoteando encima de el con la derecha en busca de un nuevo asidero tan pronto como el peso de su cuerpo se desprendia de cada sujecion que su pie izquierdo descartaba.

Cuando Barker y Hawks emergieron del borde de la red, al lado de la armadura perdida que yacia debajo de la costra de puntas de daga rotas, su tiempo transcurrido en el interior de la formacion era de nueve minutos y cuarenta y dos segundos. Barker se planto ante el equipo de observacion a traves de la pared y salio hacia la Luna abierta. Hawks le siguio. Permanecieron mirandose mutuamente a traves de sus visores, con la formacion directamente detras de ellos.

Barker la contemplo.

—No parece que se haya dado cuenta de lo que acabamos de hacer —dijo por el circuito de radiotelefonia.

Hawks lanzo una mirada a su espalda.

—?Es que lo esperaba? —inquirio, encogiendose de hombros. Se volvio hacia los hombres del equipo de observacion que estaban de pie, a la espera, en sus trajes lunares, los rostros pacientes detras de las burbujas transparentes de plastico de sus cascos—. Caballeros, ?vieron que ocurriera algo nuevo mientras nos encontrabamos en e1 interior?

El mayor del equipo, un hombre de rostro grisaceo y chupado, con la montura de acero de sus gafas sujeta por una banda elastica, sacudio negativamente la cabeza.

—No. —Su voz broto distorsionada a traves del microfono del cuello—. La formacion no muestra ningun signo externo de discriminar entre un individuo y otro, o de reaccionar de ninguna forma especial ante la presencia de mas de un individuo. Esto es un suposicion, asumiendo que todas sus pruebas internas esten relacionadas.

Hawks asintio.

—Esa fue tambien mi impresion. —Se volvio hacia Barker—. Lo cual significa que, practicamente, ya podemos empezar a enviar equipos de tecnicos a su interior. Creo que usted ha hecho su trabajo, Al. Pienso que de verdad lo ha hecho. Bueno, vayamos con estos caballeros por un rato. Bien podemos darles nuestros informes verbales, por si acaso el Hawks y el Barker T hubieran perdido contacto con nosotros antes de que emergieramos.

Comenzo a andar a lo largo del sendero en direccion al bunker de observacion, y los demas le siguieron.

4

Gersten se arrodillo y se inclino sobre el visor abierto.

—?Se encuentra bien, Hawks? —pregunto.

Hawks T miro confuso delante de el. Un hilillo de sangre descendia por la comisura de su boca. Tanteo con la lengua las partes que se habia mordido del labio inferior.

—Seguro que debi de estar mas asustado de lo que suponia cuando L rompio el contacto conmigo y yo me di cuenta de que me encontraba en el traje. —Agito la cabeza de lado a lado, alli tumbado en el suelo del laboratorio—. ?Barker esta bien?

—Ahora mismo le estan sacando del receptor. Parece hallarse en buena forma. ?Lo consiguio? ?Todo bien?

Hawks T asintio.

—Oh, si, todo eso fue bien. En el ultimo contacto, L le daba al equipo de observacion un informe verbal. — Parpadeo para aclararse los ojos—. Vaya lugar ese de ahi arriba. Escuche, Gersten… —Alzo los ojos, y en su rostro habia una expresion de desagrado mientras miraba al hombre. Cuando era nino, en una epoca en la que padecio una serie de resfriados serios, su padre habia tratado de curarselos con banos en agua hirviendo y envolviendolo en sabanas mojadas, tensando cada sabana mas a medida que las pasaba alrededor del cuerpo de Eddie Hawks y por encima de los brazos, dejando al muchacho, de esa forma, inmovilizado toda la noche—. Yo…, odio pedirle esto —prosiguio, sin darse cuenta de que mantenia el rostro vuelto directamente hacia Gersten—, pero, ?cree que los hombres podrian sacarme antes que a Barker del traje?

Gersten, que en un principio observaba a Hawks con intensidad y preocupacion, se puso rigido y se ofendio.

—Por supuesto —dijo, alejandose y dejando a Hawks T solo en el suelo, como un nino en la noche.

Permanecio tendido alli de esa forma durante varios momentos antes de que uno de los tecnicos que permanecian formando un circulo a su alrededor se percato de que quiza deseara compania y se arrodillo a su lado, al alcance del restringido campo de vision que habia a traves de la abertura del visor.

5

Hawks L contemplo al observador en jefe cerrar su libro de notas.

—Creo que esto lo completa —le comento al hombre.

Barker, que se hallaba a su lado en la mesa de acero, asintio dubitativo.

—Yo no vi ningun lago de fuego —le dijo a Hawks.

Hawks se encogio de hombros.

—Yo no vi ningun arco de cristal verde roto en su lugar. —Se incorporo y se dirigio al equipo de observacion—: Caballeros, si son tan amables de colocamos los visores en su lugar, emprenderemos nuestro camino.

Los observadores hicieron un gesto afirmativo y dieron un paso adelante. Cuando acabaron, giraron y se

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