—?Fuera del universo adonde?

—Eso continua siendo un misterio. Lo mas probable es que sea a un universo como el nuestro, quiza uno con constantes naturales diferentes. Estas conjeturas se basan exclusivamente en analisis teoricos. Se han enviado muchas sondas a traves de las cesuras, pero ninguna ha regresado nunca.

—?Es posible que el Shiva este lanzando nuestras colonias al fondo de una cesura?

—Es casi imposible. Nuestras observaciones nos indican que los soles y planetas de la zona silenciada siguen estando en su sitio. Simplemente se niegan a contestarnos en modo alguno. Cada vez que enviamos una sonda alli, permanece activa y devuelve las senales durante todo el trayecto. A su llegada al planeta, enmudece.

Drake enmudecio a su vez. Estaba convencido; el Shiva no estaba empleando las cesuras. Pero en cuanto a estas…

No las entendia, pero no lograba sacarselas de la cabeza. Llamo a Mel Bradley. Cuanto antes, las colonias tendrian que estar protegidas con lo que hubiera a mano. No era optimista a ese respecto, visto el resultado que habian dado los escudos. ?Que podia penetrar un escudo total?

Ya pensaria en eso. Entretanto —lo que podria ser mucho tiempo—, Mel y el pondrian en practica otra opcion.

18

«Senor de nuestra extensa linea de batalla»

Esperas.

Drake se consideraba todo un experto en cuestion de esperas. ?Que otra cosa habia hecho en los ultimos seis mil millones de anos, mas que esperar y esperar?

Esta vez, empero, era distinta. Esta vez no podia sortear las eras en su letargo; esta vez debia permanecer consciente, un dia tras otro, esperando, observando y pensando.

Cass Leemu y Mel Bradley, con las instrucciones y la estrecha vigilancia de Drake, habian cogido la tecnologia existente y la habian adaptado para conseguir defensas planetarias. Se habian enviado senales superluminicas a las colonias; no solo a aquellas que segun Par Leon estaban en peligro inmediato, sino tambien a la siguiente linea.

Esa segunda linea era donde se iban a concentrar casi todos los esfuerzos. Drake habia tomado esa decision y se la guardaba para si, sin atreverse a someterla a debate. Su gesto iba a condenar a la extincion a miles de millones de seres pensantes. Los compuestos no podrian concebir semejante idea. Drake, en cambio, no tenia eleccion. Si estaba en lo cierto, esta seria una guerra de larga duracion. Antes de poder trazar una estrategia a largo plazo, necesitaba ver exactamente que ocurria cuando el Shiva iniciaba su actividad en una region; despues, necesitaria tiempo para levantar una muralla defensiva, puestos de observacion y lineas de comunicacion. Salvo como fuentes de informacion, debia descartar aquellos planetas que probablemente sucumbieran en el plazo de uno o dos anos mas.

Los mensajes enviados a las colonias contenian instrucciones precisas sobre la fabricacion e instalacion de sistemas defensivos. En cuestion de pocos meses, regresaron los mensajes de ondas-S superluminicas. Se habian erigido las defensas y se habian probado en miles de mundos. Los escudos estaban en su sitio. Los rayos de fusion, fision, cavitacion y de particulas estaban listos para su utilizacion inmediata. Las colonias estaban nerviosas, pero afirmaban estar preparadas para todo.

Eso, mas que infundir animos a Drake, le preocupaba. En cada resurreccion se habia creido preparado para todo; en cada ocasion, los hechos lo habian abrumado.

?Que otra cosa podia hacer mientras esperaba? El pequeno chale se habia convertido en un cuartel general de accion galactica. Deambulaba por el edificio, dia y noche. La sala de estar era ahora la Sala de Guerra de toda la galaxia, donde las multiples capas activas de compuestos revisaban, analizaban y resumian los informes procedentes de mil millones de soles. La apacible vista de la Bahia de Napoles habia desaparecido hacia tiempo. En su lugar habia una imagen en constante cambio del «frente de batalla». Asi lo veia Drake, aunque todavia no habia senales de conflicto; unicamente informes procedentes de las colonias y mensajes intermitentes de las sondas que las observaban a una distancia prudencial. Habia una copia de Par Leon en cada una de esas sondas, transmitida como senal de ondas-S y descargada para su almacenamiento permanente como parte del compuesto residente.

Todo estaba listo. ?Listo para todo? Drake observaba y pensaba.

Entonces, comenzo el silencio. Uno de los planetas de la linea del frente dejo de transmitir.

Fue casi demasiado para esa copia de Par Leon. Los mensajes devueltos desde la sonda tenian un matiz histerico.

—Podemos ver el planeta, tiene el mismo aspecto de siempre. No hay indicios de dano ni cambio. ?Pero no responden! ?No dejamos de enviarles mensajes y no nos contestan!

Bajo las palabras de Par Leon, como una onda portadora, rugia el terror contenido de mil millones de voces mas. Drake deseo formar parte del compuesto de la sonda, ver las cosas de primera mano. Pero eso infringiria una de sus normas fundamentales: debia mantenerse al margen e indiferente, el residuo primitivo de epocas anteriores, incontaminado por el manso presente. De lo contrario no seria mas util que los demas cientos de billones.

—Esta bien, Leon. No pierdas la calma. ?A que distancia del planeta te encuentras?

—Dos horas luz y media.

Drake solicito la conversion a una medida que le resultara mas conocida: alrededor de tres mil millones de kilometros.

—Seguramente estas a salvo. ?Es la mejor imagen que nos puedes enviar? —La pantalla de la Sala de Guerra mostraba una imagen granulosa y fluctuante de una mancha verde y gris.

—Es la mejor que podemos conseguir a esta distancia. Estamos utilizando la maxima ampliacion.

—No es suficiente. No veo ningun detalle. Tienes que acercar la sonda. Pero no corras ningun riesgo. Da media vuelta y huye si presientes cualquier problema.

—?Problema? ?Crees que es seguro acercarse? Les hemos enviado cientos de mensajes y ya no responden.

—Tu mismo has dicho que el planeta tiene el mismo aspecto que tenia antes de silenciarse.

Parecia una respuesta a la pregunta de Par Leon, pero no lo era. Si Drake tuviera que apostar, diria que el acercamiento de cualquier sonda a un planeta silenciado no seria seguro en absoluto, sino tremendamente peligroso. Pero no podia decirselo a nadie. Si queria salvar billones de vidas, quiza tuviera que sacrificar miles de millones. Necesitaba informacion.

Se dijo que no estaba enviando a nadie a una muerte real. El compuesto representado por Par Leon seguiria existiendo aqui, aunque todas las copias de la sonda resultaran aniquiladas. Aun asi reconocia lo defectuoso de ese razonamiento. La muerte de un clon era una muerte real… para el clon.

Drake solicito que lo avisaran cuando la sonda estuviera a diez minutos luz de su objetivo planetario, y dirigio su atencion hacia otros asuntos. Estaban llegando mensajes de todas partes. Todos referian la misma mala noticia: planetas con sus colonias, en apariencia no afectados, que desaparecian del universo de la comunicacion. Se estaban volviendo parte de un inmenso y contagioso silencio.

Calculo el tiempo total de otros cincuenta casos de perdida de senal: algo menos de seis horas. Con concesiones al margen de error estadistico, la estimacion de Par Leon de doscientos mundos perdidos al dia se estaba cumpliendo.

Drake no intento examinar cada una de las situaciones al detalle. Melissa y Tom se ocuparian de eso y le presentarian sus informes mas tarde. Volvio a fijarse en el primer mundo. La sonda estaba a diez minutos luz. Mientras continuaba acercandose, Drake solicito informacion planetaria de trasfondo.

Este era un mundo situado en un sistema de triple estrella enana donde habia mas de cien. Y era el unico

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