—Nos enfrentamos a un problema imprevisto. —?Era la nave la que hablaba, o eran los pensamientos de Drake? La linea divisoria se difuminaba cuando compartian potencia de procesamiento y un almacenaje comun—. Siempre hemos dado por sentado que la facultad de enviar senales superluminicas estaria acompanada de una tecnologia activa. Ahora encontramos abundante facultad de transmision de ondas-S y nada mas. ?Queremos visitar una galaxia que parece ajena a la vida organica?

—?Es seguro hacerlo?

Ese ultimo pensamiento, sin duda, era exclusivo de Drake. Su mente volvia a retroceder a antiguos recuerdos y le ofrecia una incomoda sintesis.

En un universo infinito, todo lo que puede ocurrir, ocurrira.

Hablaba para sus adentros, pero sus pensamientos habian dejado de ser algo privado.

—El universo no es infinito —dijo la nave—. Es finito en el tiempo, tanto pasado como futuro, y es finito aunque ilimitado en el espacio.

—De acuerdo. Digamos mejor que aquellas cosas que jamas esperaste que pudieran ocurrir, cuando estabas hace tiempo en un mundo muy lejano, pueden hacerlo si esperas el tiempo necesario y viajas lo suficiente.

No era solo que nunca hubiera esperado ver algo asi; cuando era joven apenas si habia prestado atencion a estas cosas. Sus intereses giraban en torno a la musica y Ana, y cualquier cosa tan monotona como la politica belica o la estrategia politica tendia a ser ignorada. Era Ana, la activista social, la que lo habia educado. Recordaba una languida tarde de octubre, cuando yacian juntos en su pequeno apartamento de una sola habitacion, con las persianas venecianas medio bajadas y los ultimos rayos de sol proyectando largas y distorsionadas sombras de hojas sobre la pared. Drake estaba tumbado de espaldas. No queria hablar ni pensar en nada y le hubiera gustado echar una siesta. Descubrio que era mas sencillo mantener la boca cerrada y fingir que prestaba atencion, pero solo se salio con la suya unos cuantos minutos.

—Te da igual, ?no? —Ana le pego un punetazo en el hombro izquierdo y se incorporo sobre un codo para poder verle la cara y asegurarse de que no se quedaba dormido—. Te estoy diciendo que podria volver a pasar.

—Nah. La Destruccion Reciproca es una idea caduca. Y estupida, ademas.

—Mas que estupida, pero no creo que este pasada de moda. Durante dos generaciones se volcaron en ella cerebros y recursos. ?Quieres saber por que?

La verdad es que no. Pero Drake simplemente dijo:

—Uh-huh.

—Salio adelante porque era un autentico generador de dinero, donde la corrupcion estaba a la orden del dia y todos los contratistas se podian enriquecer. Y porque da igual lo que hagas, para los paranoicos nunca es suficiente. Si ellos fabrican mas armas, o aunque uno solo piense que podrian fabricarlas, tu tienes que fabricar mas. Estan igual de locos que tu, asi que tambien ellos deben fabricar mas; asi que tu tienes que fabricar mas, por eso ellos fabrican mas, asi que tu tienes que fabricar mas, por eso ellos fabrican mas, asi que tu tienes que fabricar mas…

Se interrumpio, para decepcion de Drake. La cadencia de las frases repetidas resultaba relajante y enseguida se habria quedado dormido escuchandola. En vez de eso dijo:

—No se por que te preocupas tanto por todo esto. Es agua pasada. El programa de Destruccion Reciproca desaparecio hace veinte anos, con la Union Sovietica.

Ana se acurruco contra el y apoyo una mano extendida sobre su vientre desnudo.

—Eso demuestra lo poco que entiendes a los militares. Yo lo he mamado. Cuatro de mis tios y cinco de mis primos estan en el ejercito de tierra o del aire. Deberias estar presente en las reuniones familiares. Me hiciste un gran favor. No toleran tu politica.

—No tengo ninguna.

—Peor todavia. Pero no te quieren cerca, y esa es la excusa que necesito para mantenerme alejada. Nunca podre agradecertelo lo suficiente.

—Me lo puedes agradecer dejandome dormir. De todos modos, no deberias darme las gracias. Daselas al profesor Bonvissuto. Te consiguio la beca.

—Os lo agradezco a los dos. ?Sabes lo que dijo mi tio Dan? Es el coronel de las fuerzas aereas, el de Baltimore, el que te dijo que el mejor coro del mundo eran los Sargentos Cantores y que Wagner era un viejo extravagante y aburrido.

—Lo recuerdo. Rossini dijo algo parecido… sobre Wagner, claro, no sobre los Sargentos Cantores. Dijo que Wagner tenia momentos bonitos, pero cuartos de hora espantosos. Tambien dijo que no se podia juzgar el Lohengrin de Wagner tras una sola escucha, y que tenia muy claro que no pensaba escucharlo por segunda vez.

—El tio Dan dice que en el ejercito las ideas no se pierden. —Ana no estaba dispuesta a dejarse distraer por las anecdotas musicales de Drake—. Las viejas ideas se dejan en la estanteria, y cuando se presenta el ciclo de consolidacion adecuado, se les quita el polvo y vuelven a proponerse como si fueran nuevas. No me creo muchas de las cosas que me dice, pero esa si. El equilibrio de terror no empezo con la Destruccion Reciproca. Ni terminara con ella. Las malas ideas siguen ahi, en la estanteria, a la espera.

Y a veces se quedan en esa estanteria durante muchisimo tiempo antes de alcanzar por fin su potencial.

—Me parece que no te sigo —dijo la nave.

No era de extranar; los pensamientos privados de Drake no eran para nadie mas. Saltaban caprichosamente entre el pasado y el presente, e incluian referencias personales que sin duda no estaban registradas en ninguna base de datos general.

Drake dirigio sus comentarios directamente a la interfaz de la nave.

—La Destruccion Reciproca es una idea muy sencilla: Yo construyo enormes sistemas armamentisticos. Tu tambien. Luego tu no te atreves a atacarme, porque si lo hicieras, yo te atacaria a mi vez y tu tambien moririas. —Habia matado a Ana, y tambien el habia perecido. El consideraba sus actos como un gesto de Supervivencia Reciproca. ?Lo hacia eso distinto de los lunaticos de la Destruccion Reciproca?—. Asi que ninguno de los dos se atreve a atacar al otro. Cualquiera diria que podria dar resultado, pero la Destruccion Reciproca adolece de un defecto fundamental. Produce el equilibrio entre dos grupos, pero se trata de un equilibrio inestable. Un accidente, incluso un simple malentendido, y los dos bandos emplearan sus armas. Deberan golpear tan fuerte y tan rapido como les sea posible, para neutralizar toda la potencia de fuego enemiga que les sea posible. Peor aun, un tercer grupo con arsenal propio puede forzar un malentendido y hacer que las dos grandes potencias se enfrenten entre si, fingiendo el ataque de una sobre la otra. Me parece que estamos observando los resultados de la Destruccion Reciproca aplicada a gran escala. Creo que acabo con toda la galaxia.

—Eso no puede ser cierto. Mientras hablamos, detecto nuevos mensajes superluminicos. No los entiendo, pero eso demuestra que ahi todavia hay inteligencia en activo.

—Algun tipo de inteligencia, si. A veces, si una idea es lo bastante vieja, puede llegar a parecer nueva. Deberia haberme dado cuenta de lo que ocurria hace tiempo, en cuanto me dijiste que habia dos tipos de senales distintos procedentes de esta galaxia, y que eras incapaz de interpretarlos. Dijiste que cualquier tipo de senal deberia ser inteligible para ti. Pero supongamos que estuviera disenada para que no la comprendiera nadie que no tuviera la clave adecuada. Supongamos que ambos bandos estuvieran empleando sistemas cifrados, codigos incomprensibles para el rival.

—Secretismo intencionado. Sin duda es posible. Pero ?por que estas tan seguro de que esta galaxia esta muerta? ?Como es posible, con la tecnologia aun en activo?

Drake comprendio que, incluso eso, podia explicarlo. Su mente le habia lanzado una imagen perteneciente a una antigua representacion de la Sinfonia del Adios de Haydn, de un director de orquesta frente a sus musicos. Delante de cada uno de ellos habia una vela encendida. Uno a uno, cada musico concluia la parte orquestal que le correspondia, apagaba la vela de un soplido y abandonaba el escenario. Al final, la orquesta entera habia salido. Su director se habia quedado solo en la oscuridad.

Era improbable que la nave sacara nada en claro de ese pensamiento.

—Deja que te cuente lo que paso en la Tierra —dijo Drake— anos antes de que yo naciera. Dos grandes potencias se habian tomado la molestia de amasar armas nucleares. La posibilidad de que estallara un conflicto a gran escala parecia muy alta. Esa guerra, en caso de producirse, seria corta. Un par de horas y todo habria

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