vitores, recurria a excitar sus pasiones: la impotencia contra el enemigo exterior que manejaba los destinos de Alemania, la envidia contra los ricos judios que vivian opulentamente mientras el pueblo pasaba hambre, el odio contra los bolcheviques que arruinaban la economia con sus huelgas o la venganza contra los socialdemocratas responsables de la «punalada por la espalda».

No habia fantasia o falsedad que le pareciera mala, siempre que conviniera a sus fines; cuando hablaba solia relatar con voz conmovida las multiples penalidades que estaban pasando: el paro, el hambre, la enloquecida depreciacion monetaria, las violaciones de mujeres alemanas en los territorios ocupados por Francia, la humillacion de gloriosos militares sumidos en la indigencia por la desmovilizacion. Narraba casos concretos -unos, evidentes para el publico, otros inventados- de todas estas miserias, para luego atronar el local con su terrible voz metalica, senalando a los culpables: el Gobierno socialista de Berlin, los judios, los comunistas… Entonces solian comenzar las peleas, si en la reunion habia alguien que se sintiera afectado por las acusaciones. Cuando terminaba la gresca, libre el local de los «enemigos de la patria», Hitler, con su voz mas euforica, llevaba a sus oyentes hacia la gloriosa Alemania del futuro, poderosa y temida entre las naciones, limpia de judios, de comunistas y de corruptos gobiernos socialdemocratas, con trabajo para todos, con casas luminosas y barrios bien ventilados, rodeados de zonas verdes. Las ideas sociales de su juventud para las remodelaciones de los barrios obreros de Linz y de Viena salian a relucir maduras, originales y utopicas, poniendo la piel de gallina al auditorio trabajador; pero aun iba mas alla en ese campo bien conocido: educacion para el pueblo, opera y galerias de arte para todos.

A mediados de 1920 el partido era indiscutiblemente suyo, tanto que incluso le cambio el nombre y lo llamo Partido Obrero Aleman Nacionalsocialista (NSDAP); en adelante su emblema seria la esvastica, que unia el misterio del emblema del abad Teodorich von Hagen, que viera en su ninez, sus recuerdos de la revista Ostara -racista, anticomunista y esoterica- que tanto le intereso en su epoca vienesa y la simpatia de los militares menos adictos al Gobierno de Berlin. El liderazgo hitleriano sobre el NSDAP se demostraria inequivocamente el 3 de febrero de 1921. Hitler, en contra de la presidencia del partido, deseaba convocar un mitin de formidables proporciones para protestar por la cifra de las compensaciones economicas que los vencedores en la Gran Guerra estaban a punto de imponer a Alemania. El lugar elegido fue el circo Krone y, con solo un dia de tiempo, Hitler se las arreglo para editar carteles y millares de octavillas que se distribuyeron por toda la ciudad. En esos impresos se difundio por vez primera a gran escala el emblema del partido, la cruz gamada. El exito fue formidable: mas de 7.000 personas asistieron al mitin, vitorearon a Hitler y terminaron cantando el Deutschland uber Alles, tras una intervencion de 150 minutos.

Hitler habia demostrado a la comision directiva del NSDAP que «el era el partido». La batalla estaba abierta. Drexler, aun considerando a Hitler como el motor del NSDAP y su primera fuente financiera, no estaba de acuerdo con la perdida de peso obrerista que estaba experimentando la formacion y que apenas alcanzaba el 25 por ciento a comienzos de 1921; tampoco soportaba que Hitler impusiera siempre su voluntad, ni que operase autonomamente en nombre del partido. Incapaz de enfrentarse a Hitler y tratando de minimizar su importancia, Drexler eligio la alianza con otras formaciones politicas de similar ideologia, que tendrian sede en Berlin y trabajarian para alcanzar representacion parlamentaria en el Reichstag. Hitler se alejo del NSDAP en la primavera de 1921; en junio se traslado a Berlin, donde parece que dio algunas conferencias, y no regreso a Munich hasta el 11 de julio, justo para anunciar su retirada del partido.

La direccion del NSDAP se encontro ante un desafio superior a sus fuerzas. Nada mas conocerse la decision de Hitler comenzaron a llegar a la sede del partido las renuncias de numerosos miembros y para todos fue evidente que, sin sus discursos y sin los recursos que el pago de las entradas a los mitines proporcionaban al NSDAP, este volveria a las catacumbas de donde le sacara el iluminado orador. En «ayuda» de la atribulada direccion del partido acudio el escritor Eckart, ofreciendo sus buenos oficios para convencer a Hitler de que volviera al NSDAP. «Claro que -les dijo Eckart- Hitler pedira algunas modificaciones en el funcionamiento del partido y yo solo podria mediar en la crisis si estan dispuestos a aceptarlas…» Un dia tardo en regresar Eckart con la respuesta de Hitler y en ese tiempo centenares de sus incondicionales se pasaron por las oficinas del NSDAP pidiendo su baja. Cuando el escritor les anuncio que Hitler estaba dispuesto a volver, los miembros del comite directivo recobraron el color. ?Solo pedia la presidencia del partido con poderes dictatoriales! Atrapados en aquel callejon sin salida, cedieron.

La crisis duro unos dias. En algunos periodicos se abrieron polemicas entre los partidarios de Drexler y los de Hitler; este dio el golpe definitivo el 29 de julio. En esa fecha Drexler habia convocado un mitin en la cerveceria Sternbecker, al que asistian unas docenas de seguidores. Secretamente, Hitler convoco otra reunion en otra sala del mismo establecimiento, donde se reunieron 544 personas. Sus aclamaciones llegaban lejanas a la reunion de Drexler, desde donde podian seguir la marcha del mitin de Hitler, que pedia la presidencia honorifica para Drexler, la prohibicion de las fusiones con otros partidos (quien deseara estar junto al NSDAP seria, sencillamente, absorbido), la fijacion irrenunciable de Munich como sede del partido y la presidencia con poderes dictatoriales. Sus demandas fueron aprobadas por aclamacion a mano alzada, con un solo voto en contra. Hitler tenia su partido y no era ya una formacion minuscula: a finales de 1921 el NSDAP contaba, solamente en Munich, con 4.500 afiliados, que se elevarian hasta unos 6.000 en toda Alemania. Drexler fue reducido a simple figura decorativa, luego marginado y, finalmente, olvidado. En los anos de lucha por el poder, Drexler decia a quien queria oirle que Hitler le habia robado el partido; cuando el NSDAP subio al poder mantuvo sus criticas en tono discreto; murio en 1942, en pleno cenit hitleriano, sonando, quiza, que el hubiera podido ser el Fuhrer.

LA FORJA DEL PARTIDO NAZI

Conforme se ensanchaban sus bases, el Partido Nacionalsocialista se fue volviendo mas agresivo. En el otono de 1921 sus miembros sostuvieron varios altercados con los de otras formaciones: primero, contra los asistentes a un mitin autonomista bavaro, incidente en el que Hitler fue detenido; despues, el 5 de noviembre, contra los comunistas en la cerveceria Hofbrauhaus, pelea que Hitler relata con tono epico en Mein Kampf y que tendria gran importancia en la historia del partido nazi porque, a raiz de ella, se fundo la Sturm Abteilung (Seccion de Asalto), conocida por las siglas SA, verdadero brazo armado del partido, estructurado militarmente por el capitan Rohm. Menos de tres meses despues, el 24 de enero de 1922, con ocasion del primer congreso del NSDAP, desfilaron las seis primeras centurias del SA, aun sin uniformar. Pocos meses mas tarde este cuerpo paramilitar sumaba un millar de miembros adiestrados y uniformados con pantalon negro, camisa parda y quepis del mismo color. El Partido Nacionalsocialista comenzaba a ser conocido y a causar alarma y Hitler ya reunia a su alrededor a buena parte de los camaradas con los que fundaria el III Reich: Strasser, Streicher, Hans Frank, que se anadian a los Hess, Rosenberg, Rohm, Eckart, etc., y a los que se unirian poco despues Goering, Himmler, Neurath…, es decir, la plana mayor de la camarilla nazi.

Entre tanto, Alemania deambulaba de una crisis a otra. Los vencedores en la Primera Guerra Mundial, de acuerdo con el Tratado de Versalles, reclamaban no solo la reduccion de la Reichswehr (ejercito del Reich) hasta las cifras estipuladas, sino la supresion de las milicias armadas que pululaban por el pais. El presidente Ebert logro su desarticulacion en toda Alemania, salvo en Baviera que, apelando a su autonomia, se nego a disolverlas, convirtiendose asi en el refugio de los nacionalistas y militaristas germanos, cuya figura principal era el mariscal Ludendorff. Hitler trato de atraerselos con exito desigual; nunca mantuvo una relacion amistosa con Ludendorff aunque se utilizaron mutuamente en busca de sus fines. Presionado por el Gobierno frances, Ebert logro finalmente el desarme de las milicias en Baviera, pero causo una grave crisis gubernamental en Munich, que permitio a Hitler una gran libertad de accion.

El 15 de abril de 1922 se produjo un hito historico que dejaria una profunda huella en los anos siguientes: el Tratado de Rapallo. Rusia y Alemania firmaron un acuerdo por el que los dos paises restablecian sus relaciones diplomaticas, renunciando a cualquier posible reivindicacion mutua. Rapallo seria la piedra angular para la recuperacion alemana en los anos siguientes, pero en la primavera de 1922 nadie supo verlo. Su artifice, el ministro de Exteriores Walter Rathenau, sufrio los reproches de su propio presidente, las criticas de la derecha, del ejercito y de los nazis. Se busco en el origen judio de Rathenau la causa de la venta de Alemania a los judios comunistas de Moscu; Rosenberg esgrimio triunfante la tesis de que el capitalismo judio y el comunismo judio eran dos caras de la misma moneda.

Mientras este debate calentaba a los alemanes, Hitler ingresaba en prision, condenado por los incidentes del

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