La Cancilleria del Reich era uno de los edificios emblematicos del regimen nazi. Ocupaba toda la fachada norte de la Vosstrasse, con una longitud de 220 m, una anchura que oscilaba entre 36 m en las zonas mas anchas y 18 en las mas estrechas y una altura de tres plantas. Hitler pidio en 1938 a su arquitecto Albert Speer que le construyera un edificio capaz de impresionar a sus visitantes, un edificio que mostrase «el poderio y la grandeza del Reich».

Un ano despues, el arquitecto le entrego un edificio de corte neoclasico compuesto por una serie de locales diferentes, de distintas formas y colores. El visitante penetraba desde la Wilhelmplatz en un patio de honor, pasaba luego a la pequena recepcion donde dos impresionantes puertas de 5 m de altura le franqueaban el paso al gran vestibulo, completamente revestido de mosaico, desde el que se accedia a una gran habitacion circular coronada por una cupula; el visitante, caminando sobre gruesas alfombras de nudo, suponia que ya estaba llegando a su cita con Hitler, pero en ese punto surgia la sorpresa: se entraba en la gran galeria, de 145 m de longitud y cuya iluminacion indirecta producia un efecto magico. Tras recorrerla se llegaba, finalmente, a la sala de recepciones del Fuhrer.

La Cancilleria disponia de un jardin en el que el previsor Speer construyo un refugio contra ataques aereos al tiempo que se hacian los cimientos del edificio. El pequeno bunker mostro su utilidad cuando los ingleses comenzaron a bombardear Berlin, pero en 1944 se habia quedado pequeno y debil ante la frecuencia y la violencia de los bombardeos angloamericanos. En el verano de 1944, tras el desembarco aliado en Francia, Speer recibio la orden de construir un bunker desde el que el Fuhrer pudiera dirigir la guerra, aun en medio de los ataques aereos mas devastadores. El arquitecto ordeno hacer una excavacion de unos 15 m de profundidad, por 25 de longitud y 16 de anchura; alli construyo un enorme cubo de cemento armado, con paredes de dos metros y medio de espesor y un techo de tres metros de grueso. Este bunker quedo oculto por tierra apisonada, con un espesor entre dos y seis metros, bajo el jardin de la Cancilleria y sobre el se plantaron todo tipo de arbustos y macizos de flores, de tal forma que los aliados jamas supieron donde se hallaba el refugio de Hitler y nunca le dedicaron ataques especiales.

El bunker tenia dos plantas. En la superior vivia el servicio, los ayudantes militares y las secretarias de Hitler y se hallaban la cocina, el comedor, cuartos de bano y trastero; cuando Berlin quedo cercado, el Fuhrer invito a los Goebbels a que se trasladasen a su refugio, mucho mas seguro que el del Ministerio de Propaganda, y Magda Goebbels se instalo en esta primera planta con sus seis hijos.

En la inferior, a unos diez metros de la superficie, se hallaba el piso de Hitler. Estaba dividido en dos partes similares por un gran pasillo de unos 17 m de largo por 3 de ancho, que, a veces, se partia por medio de una mampara, formando entonces dos piezas, las mas grandes del bunker, que se utilizaban como salon general y como sala de conferencias cuando eran muchos los asistentes. Las habitaciones se abrian a ambos lados del pasillo; en el derecho -si se descendia a esa planta por la escalera de emergencia- estaba la sala de mapas; venian a continuacion las dependencias del Fuhrer: un vestibulo minusculo que daba paso a un despacho muy pequeno y al dormitorio de Eva Braun; desde el despacho se accedia al dormitorio de Hitler y al cuarto de bano de ambos, todo ello metido en unos 36 m2.

Siguiendo por el lado derecho del pasillo estaban los cuartos de bano comunes y el cuadro de luces. En el lateral izquierdo se emplazaba la enfermeria, las habitaciones del doctor Morel, de Goebbels, de Bormann, el cuarto de los ordenanzas y la central telefonica. Esta merece comentario aparte; segun los expertos, era la mejor de Berlin y Hitler, hasta casi el final, pudo comunicarse en cuestion de minutos con todos los frentes; disponia, valiendose de antenas acopladas a un globo cautivo, de una instalacion de radiotelefono de VHF, que se mantuvo en funcionamiento hasta la he del 28 al 29 de abril, permitiendo comunicaciones de extraordinaria calidad incluso en los momentos de combate intensos.

El bunker disponia de su propio generador electrico y de importantes depositos de agua, de modo que nunca se vio afectado por los cortes originados por los bombardeos; los cuartos de bano funcionaban bien y los servicios de ventilacion y calefaccion tambien, aunque la atmosfera siempre estuvo demasiado cargada, la humedad era muy alta y el olor resultaba desagradable. Esto se debia, fundamentalmente, a que el refugio fue ocupado sin que la obra se secara adecuadamente y a que no habia sido concebido como residencia permanente de un numero tan elevado de personas. Cuatro escaleras lo comunicaban con la superficie: una conducia al pequeno refugio primitivo y desembocaba bajo la sala de recepciones de la Cancilleria (algunas versiones dicen que terminaba en la despensa, junto a la cocina); otra desembocaba frente al Ministerio de Exteriores, erigido a su espalda; la tercera habia sido prevista para emergencias y se hallaba a unos diez metros del despacho del Fuhrer: un vestibulo minusculo que daba paso a un despacho muy pequeno y al dormitorio de Eva Braun; desde el despacho se accedia al dormitorio de Hitler y al cuarto de bano de ambos, todo ello metido en unos 36 m2.

Siguiendo por el lado derecho del pasillo estaban los cuartos de bano comunes y el cuadro de luces. En el lateral izquierdo se emplazaba la enfermeria, las habitaciones del doctor Morel, de Goebbels, de Bormann, el cuarto de los ordenanzas y la central telefonica. Esta merece comentario aparte; segun los expertos, era la mejor de Berlin y Hitler, hasta casi el final, pudo comunicarse en cuestion de minutos con todos los frentes; disponia, valiendose de antenas acopladas a un globo cautivo, de una instalacion de radiotelefono de VHF, que se mantuvo en funcionamiento hasta la noche del 28 al 29 de abril, permitiendo comunicaciones de una extraordinaria calidad incluso en los momentos de combate mas intensos.

El bunker disponia de su propio generador electrico y de importantes depositos de agua, de modo que nunca se vio afectado por los cortes originados por los bombardeos; los cuartos de bano funcionaban bien y los servicios de ventilacion y calefaccion tambien, aunque la atmosfera siempre estuvo demasiado cargada, la humedad era muy alta y el olor resultaba desagradable. Esto se debia, fundamentalmente, a que el refugio fue ocupado sin que la obra se secara adecuadamente y a que no habia sido concebido como residencia permanente de un numero tan elevado de personas. Cuatro escaleras lo comunicaban con la superficie: una conducia al pequeno refugio primitivo y desembocaba bajo la sala de recepciones de la Cancilleria (algunas versiones dicen que terminaba en la despensa, junto a la cocina); otra desembocaba frente al Ministerio de Exteriores, erigido a su espalda; la tercera habia sido prevista para emergencias y se hallaba a unos diez metros del despacho del Fuhrer; la cuarta era una estrecha escalera de caracol que ascendia hasta una garita redonda de hormigon. Todas las entradas se hallaban permanentemente custodiadas por soldados de las SS y estaban protegidas por pesadas puertas blindadas, que podian soportar una fuerte carga explosiva y que cerraban hermeticamente para impedir un ataque con gases. El conducto por el que penetraba el aire estaba equipado con rejillas para eliminar el polvo y filtros capaces de impedir el paso de la mayoria de los gases conocidos.

Pese a estas seguridades, Hitler tuvo inicialmente un terror cerval a quedar enterrado en aquel subterraneo, de modo que tardo en hacerse a la idea de vivir en el. Cuando regreso a su capital, tras perder la batalla de las Ardenas, se instalo en la Cancilleria, muchas de cuyas ventanas carecian de cristales y era inutil reponerlos puesto que los casi diarios bombardeos aliados se encargaban de destruirlos. Cada vez que sonaba la alarma aerea debia bajar malhumorado al bunker y alli, con aquella estructura, que vibraba a cada explosion -aunque fuera lejana- de las bombas, se ponia palido del miedo a quedar sepultado vivo. Sin embargo, ese peligro era mayor en la superficie, de modo que a finales de febrero de 1945 el Fuhrer y sus hombres de confianza comenzaron a pasar las noches en el gran refugio, al que Hitler se termino acostumbrando hasta llegar a establecerse permanentemente en el.

Hasta el 20 de abril, fecha del ultimo cumpleanos de Hitler y del completo cerco de Berlin por los rusos, el bunker era un lugar muy frecuentado y resultaba normal hallar en el comienzo del gran pasillo -que hacia las veces de sala de espera, al estar cortado por una mampara antes de llegar a las dependencias de Hitler- a numerosos militares y politicos aguardando ser recibidos por el Fuhrer. Tras el cerco de la capital, las visitas eran escasas y la vida dentro del refugio casi rutinaria, aunque bastante especial. Hitler se acostaba muy tarde, a las 3 y las 4 h de la madrugada, y se levantaba tambien muy tarde, entre las 10 y las 11 h de la manana; el personal que vivia directamente relacionado con el se habia acostumbrado a un horario similar, salvo Bormann, que necesitaba dormir poco y solia estar en pie a las 8 de la manana;; el personal militar de la primera planta se acostaba habitualmente poco despues de la medianoche, terminada la ultima reunion de guerra de cada dia y se levantaba hacia las 7 de la madrugada.

El 29 de abril, aproximadamente a esa hora, el mayor Freytag von Loringhoven, ayudante del general Krebs, zarandeo a su companero el capitan Gerhardt Boldt para decirle con sonrisa socarrona: «?A que no te has enterado de la noticia de anoche?» Boldt trato de abrir los ojos y de ordenar su cabeza: «Pues no, no se a que

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