segundo intento revolucionario para alcanzar el poder.

»Adolf Hitler es un hombre muy inteligente, especialmente bien dotado para la politica, posee una formidable fuerza de voluntad y una inquebrantable obstinacion en sus ideas.»

El director de Landsberg conocia muy poco a Hitler. Las autoridades bavaras eran mucho menos optimistas que el sobre la enmienda del lider nazi, pero Hitler se estaba portando bien en la carcel, derribando los pocos obstaculos que se oponian a su liberacion. Eso ocurrio el 20 de diciembre de 1924. Una fotografia recuerda el momento: Hitler, un poco grueso y con el ceno fruncido, se apoya en el automovil de su amigo Adolf Mueller, que habia acudido a buscarle. Vestia trinchera, calzon corto, leguis y botas bajas. Por la tarde llegaba a Munich y se dirigio a su apartamento, donde sus amigos le habian preparado una fiesta. Fue recibido con una salva de aplausos y alguien le coloco sobre la cabeza una corona de laurel. Cuenta David Lewis que mientras bebian y discurseaban llamaron a la puerta: era Frau Pfister, una senora que recaudaba fondos, casa por casa, para restaurar el organo de la iglesia del barrio. Hitler la escucho amablemente y luego le entrego un sobre. Era el dinero que sus amigos habian recaudado para que tuviera algo en el bolsillo al salir de la carcel. Frau Pfister se convertiria en una fantastica propagandista del lider nazi.

EN BUSCA DEL DESTINO

Triunfo pirrico el que tuvo Hitler al abandonar la prision. Se le prohibia hablar en publico; su periodico, el Volkischer Beobachter, estaba clausurado; la sede del partido habia sido cerrada y en la caja no habia un solo marco; tenia deudas personales y el NSDAP estaba escindido: parte de sus antiguos seguidores se habia coaligado con otras fuerzas politicas y concurrido a las elecciones legislativas, logrando su acta de diputado. Sus brillantes intervenciones durante el juicio -a comienzos de 1924- habian sido olvidadas y el fallido putsch de 1923 se habia convertido en una de las muchas vicisitudes de la Republica de Weimar.

Alemania habia cambiado mucho en los catorce meses que Hitler permanecio en la carcel. Continuaba el crecimiento sostenido de la economia y el paro habia disminuido. En el aspecto politico mejoraba la gobernabilidad de la Republica, ya que las elecciones del 7 de diciembre de 1924 habian dado la victoria a los partidos moderados, que se hicieron cargo del gobierno con el apoyo de los socialistas, mientras que los comunistas perdian un tercio de los votos y los nacionalistas, la mitad. En el ambito internacional aun habia sido mas drastico el cambio: para que Alemania pudiera hacer frente a las reparaciones de guerra, Estados Unidos formulo un plan, estudiado por el comite Dawes, que proponia la reduccion de la deuda alemana de 132.000 millones a 26.000 millones de marcos oro, que -incluyendo los intereses- obligarian a Berlin a pagar 37 anualidades de mil millones cada una. Los asesores de Stressemann le convencieron de que esa cantidad no seria excesivamente gravosa para Alemania y que, probablemente, en el futuro disminuiria o resultaria condonada. El ministro de Exteriores aleman se mostro dispuesto a firmar si Francia se comprometia a evacuar el Ruhr en el plazo de un ano. El 19 de agosto de 1924 se firmo en Londres el acuerdo.

La culminacion del proceso estabilizador aleman fue la muerte, el 28 de febrero de 1925, de Ebert, primer presidente de la Republica de Weimar y piloto de Alemania en los dias mas negros de su historia. Le sustituyo en la presidencia el octogenario mariscal Hindenburg, que carecia de la vision y la habilidad politica de su antecesor, pero que, a cambio, era bien visto por los conservadores y los nacionalistas. Hitler no podia saberlo entonces, pero la presidencia de Hindenburg le abriria las puertas del poder. Sin embargo, eso estaba entonces a distancias siderales: Baviera trataba de expulsarle a Austria que, finalmente, le declaraba apatrida; diez de los catorce Lander de Alemania, con el 90 por ciento de la poblacion total, le prohibian hablar en publico dentro de su territorio; el partido nacionalsocialista no habia crecido en afiliacion, contando por entonces con 28.000 miembros que abonaban sus cuotas, pero lo peor eran las disensiones internas, la mas grave de ellas encabezada por los hermanos Strasser, que a punto estuvieron de eliminar a Hitler de la escena politica.

Mas si en «su lucha» las cosas no navegaban viento en popa, su vida privada habia mejorado sensiblemente. Los dias del vendedor de postales y del discurseador de cerveceria quedaban atras. A partir de su publicacion, en 1925, Mein Kampf comenzo a proporcionarle derechos de autor suficientes para vivir acomodadamente. Ademas, sus admiradoras continuaban favoreciendole con donaciones esplendidas y algunas firmas industriales le hicieron concesiones financieras inusitadas. Asi, a finales de 1925, apenas un ano despues de haber abandonado la carcel, Hitler vivia como un potentado. Su modesto alojamiento de Munich fue ampliado a otra habitacion; almorzaba y cenaba en los mejores restaurantes y por la noche asistia al cine o la opera; Mercedes Benz le vendio sus dos mejores modelos, uno para el NSDAP y otro privado con el que maravillo a Schirach, que le vio llegar en el a Weimar: «De pronto se acerco un automovil como yo nunca habia visto, salvo en las fotografias: se trataba de un Mercedes Kromprensor, de seis plazas y llantas de radios. Quede asombrado.» Por esa epoca alquilo un chalet entre Berchtesgaden y Obersalzberg, al pie de los Alpes austriacos, en la Alta Baviera. Alli se aficiono a los largos paseos, acompanado de su perro Prinz, el primero de los que tuvo durante su vida politica, pues parece que durante la Gran Guerra tuvo en las trincheras un terrier blanco, llamado Foxl, que desaparecio en 1917. En esa residencia le dicto a Rudolf Hess los quince capitulos de la segunda parte de Mein Kampf.

Sin embargo, su tren de vida de rico burgues no le habia arrebatado su instinto politico ni su avidez de poder. Puesto que se le habia privado del uso de la palabra, se dedico a reorganizar el partido. Uno de sus aciertos fue dividir las areas de accion del NSDAP en 25 Gausen, que correspondian a las 25 circunscripciones electorales en que estaba repartida Alemania. El responsable de cada una de esas regiones fue denominado Gauleiter. De esta epoca es, tambien, la fundacion oficial de la Schutzstaffel -Grupo de Proteccion-, conocida universalmente por sus siglas en aleman, SS, bajo las que se desarrollo en pocos anos un autentico imperio del terror y del crimen. Con el numero 168 ingreso en las SS Heinrich Himmler, que andando el tiempo se convertiria en su jefe y en uno de los hombres mas terribles del sistema nazi.

Su dedicacion a labores burocraticas, su alejamiento de la accion, su docil comportamiento con las autoridades bavaras -de las que esperaba que le devolvieran el uso de la palabra en los mitines-, su acercamiento a industriales y burgueses -cuyo dinero necesitaba para poner nuevamente en marcha las SA- y su principesco tren de vida comenzaron a causar una honda division entre los Gausen meridionales del partido, conservadores y campesinos, y los del oeste y del norte que luchaban por medrar en las zonas mas obreras de Alemania, disputandoselas a dentelladas al Partido Comunista. En esta lucha habian sufrido una radicalizacion izquierdista hasta el punto de sostener algunos postulados que se diferenciaban muy poco de los propugnados por los comunistas. Gregor Strasser era la gran figura nacionalsocialista en este ambiente y, aunque queria y admiraba a Hitler, le suponia dominado por consejeros burgueses y corruptos que le apartaban de la ideologia original del NSDAP.

En su lucha contra los «burgueses» de Munich, Strasser hallo un aliado que seria una de las figuras fundamentales del nazismo: Joseph Goebbels. Le conocio en un mitin al que le habia invitado en el Ruhr y su primera impresion fue deprimente. El corpulento Strasser fue recibido en la estacion por un tipo enclenque, bajito, cojo y cabezon. Sin embargo, varias cosas destacaban en el: su brillante mirada y una hermosa voz, potente y bien timbrada, que parecia impropia de un ser tan canijo. Poco tardo Strasser en descubrir otras cualidades aun mas relevantes de su anfitrion: era culto y muy inteligente, aunque estaba consumido por el rencor social de su humilde origen, por la frustracion de su carrera de escritor y por el complejo de su fisico miserable. A Strasser le parecio un tipo tan interesante que le contrato inmediatamente como secretario, con el sueldo de 200 marcos mensuales.

Strasser y Goebbels constituian un equipo formidable. Bajo su inspiracion, los Gauleiteren del norte y del oeste se unieron en una Comunidad del Trabajo, que elaboro un programa diametralmente opuesto al de Hitler. Propugnaban la nacionalizacion de todos los bienes de produccion, que luego el Estado alquilaria a los particulares mas capaces; convertian Alemania en una federacion; rechazaban el principio de autoridad y, sobre todo, la dictadura, el antisemitismo indiscriminado y las ideas hitlerianas sobre la superioridad aria y sus recetas para la salvacion de Alemania. Por otro lado, Goebbels tenia abiertas simpatias hacia el leninismo, por lo que consiguio que la Comunidad del Trabajo se mostrara abiertamente partidaria de la amistad con la URSS y de la ampliacion del Tratado de Rapallo.

Hitler bramaba de colera ante semejantes desviaciones, que contradecian la doctrina oficial del partido

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