Las cartas y patranas continuan; la suplica de Shapurji al malhechor de que examine su conciencia parece haber obrado como una provocacion mas. Los periodicos anuncian que la vicaria es ahora una pension que ofrece precios irrisorios; que es un matadero; que envia muestras gratuitas de corseteria a quienes las soliciten. Parece ser que George se ha establecido como oculista; tambien ofrece asesoramiento juridico gratuito y esta cualificado para despachar billetes y hospedaje a viajeros con rumbo a la India y al Lejano Oriente. Les envian carbon suficiente para abastecer a un acorazado; llegan enciclopedias, junto con gansos vivos.
Es imposible seguir en este estado de nervios, y al cabo de un tiempo la familia casi convierte este acoso en una rutina. Con las primeras luces exploran los terrenos de la vicaria; las mercancias se rechazan en la cancela o se devuelven; se dan explicaciones sobre servicios esotericos a clientes decepcionados. Hasta Charlotte se vuelve habil en aplacar a clerigos convocados desde condados lejanos por urgentes peticiones de ayuda.
George ha abandonado el Mason College y trabaja de pasante en un bufete de Birmingham. Todas las mananas, cuando sube al tren, se siente culpable por abandonar a su familia, pero las noches no deparan un alivio, sino que son solo otra forma de inquietud. Ademas, su padre ha optado por reaccionar a la crisis de un modo que a George le parece singular: le da breves disertaciones sobre que los britanicos siempre han favorecido mucho a los parsis. George aprende asi que el primerisimo viajero indio a Gran Bretana fue un parsi, al igual que el primer indio que estudio en Oxford y, mas tarde, la primera estudiante; parsi fue el primer indio recibido en la corte, asi como, mas adelante, la primera mujer india. El primer indio funcionario de la administracion india fue un parsi. Shapurji le habla a George de medicos y abogados formados en el pais; de la caridad parsi durante la hambruna irlandesa y mas adelante para con el sufrimiento de los obreros de Lancashire. Hasta le habla del primer equipo indio de criquet que realizo una gira por Inglaterra: todos ellos eran parsis. Pero a George no le interesa nada el criquet y juzga la estratagema de su padre mas desesperada que eficaz. Cuando instan a la familia a brindar por la eleccion de un segundo diputado parsi en el Parlamento, Muncherji Bhownagree, por el distrito electoral del noreste de Bethnal Green, George siente crecer en su interior un vergonzoso sarcasmo. ?Por que no escribir al nuevo diputado para proponerle que contribuya a impedir la llegada de carbon, enciclopedias y gansos vivos?
A Shapurji le preocupan mas las cartas que las mercancias. Cada vez parece mas obvio que son obra de un maniatico religioso. Las firman Dios, Belcebu, el diablo; el redactor asegura que sufre condena eterna en el infierno o que desea sinceramente ese destino. Cuando esta mania empieza a mostrar una intencion violenta, el vicario teme por su familia. «Juro por Dios que asesinare pronto a George Edalji.» «Que el Senor me envie una muerte fulminante si no se producen caos y derramamiento de sangre.» «Bajare al infierno escupiendo maldiciones contra todos vosotros y os recibire alli en el tiempo de Dios.» «Se esta terminando vuestro tiempo en esta tierra y soy el instrumento elegido por Dios para la tarea.»
Al cabo de mas de dos anos de persecucion, Shapurji decide recurrir de nuevo al jefe de la policia. Le escribe una relacion de los hechos, adjunta muestras de la correspondencia, senala con respeto que se esta expresando ya un claro proposito de asesinato y solicita que la policia proteja a una familia inocente asi amenazada. La respuesta del capitan Anson hace caso omiso de esta peticion. Escribe, por el contrario:
No digo que conozca el nombre del culpable, aunque tengo mis particulares sospechas. Prefiero reservarmelas hasta que pueda demostrarlas, y confio en obtener una pena de trabajos forzados para el delincuente; aunque la persona que escribe las cartas ha extremado el cuidado, segun parece, para evitar, en la medida de lo posible, cualquier cosa que constituya un delito grave, se ha propasado en dos o tres ocasiones hasta el punto de hacerse acreedor al mas serio castigo. No tengo la menor duda de que el culpable sera descubierto.
Shapurji entrega la carta a su hijo y le pide su opinion.
– Por un lado -dice George-, el jefe de la policia sostiene que el bromista esta utilizando con destreza su conocimiento de la ley para evitar cometer un delito real. Por otro lado, parece pensar que ya se han cometido claras infracciones dignas de penas de carcel. En cuyo caso, el culpable no es, al fin y al cabo, un individuo inteligente. -Hace una pausa y mira a su padre-. Se refiere a mi, por supuesto. Cree que cogi la llave y ahora cree que yo escribi las cartas. Sabe que estoy estudiando Derecho; la referencia es clara. Para ser sincero, creo, padre, que el jefe de la policia podria ser una amenaza mas seria para mi que el bromista.
Shapurji no esta tan seguro. Uno amenaza con una pena de carcel y el otro amenaza con la muerte. Le resulta dificil expulsar de sus pensamientos la amargura contra el jefe de la policia. Sigue sin ensenar a George las cartas mas mezquinas. ?En verdad creera Anson que las escribio George? De ser asi, le gustaria que le dijeran en que radica el delito si uno escribe una carta anonima a si mismo amenazando con asesinarse. Se preocupa noche y dia por su primogenito. Duerme mal y muchas veces se levanta de la cama para comprobar de modo urgente e innecesario que la puerta esta cerrada con llave.
En diciembre de 1895, un periodico de Blackpool publica un anuncio que ofrece todo el contenido de la vicaria para su venta en subasta publica. No habra un precio de salida para ningun articulo porque el vicario y su esposa estan ansiosos de deshacerse de todo antes de su partida inminente a Bombay.
Blackpool esta, como minimo, a ciento cincuenta kilometros en linea recta. Shapurji tiene una vision de que el hostigamiento se amplia a todo el pais. Blackpool podria ser solo el comienzo: a continuacion vendran Edimburgo, Newcastle, Londres. Seguidos por Paris, Moscu, Tombuctu, ?por que no?
Y entonces, tan de repente como empezo, el acoso cesa. No hay mas cartas ni mercancias indeseadas ni anuncios mendaces ni hermanos en Cristo enfurecidos en el umbral. Durante un dia, luego una semana, despues un mes, despues dos. Cesa. Ha cesado.
II Comienzo con un final
George
El mes en que cesan las persecuciones se cumple el vigesimo aniversario del nombramiento de Shapurji Edalji como vicario de Great Wyrley; le sigue la vigesima -no, la vigesima primera- Navidad celebrada en la vicaria. A Maud le regalan un marcador de libros de tela de tapiceria, a Horace su propio ejemplar de la obra de su padre
A medida que transcurren los primeros meses del nuevo ano, descorren las cortinas todas las mananas con la creciente certeza de que sobre el cesped solo habra el rocio reluciente de Dios; y la llegada del cartero ya no causa alarma. El vicario empieza a repetir que los han sometido a una prueba de fuego y que la fe que tienen en Dios los ha ayudado a sobrellevarla. A Maud, fragil y piadosa, la han mantenido en la mayor ignorancia posible; Horace, a sus dieciseis anos, un chico robusto y franco, sabe algo mas y le confesara en privado a George que, a su entender, el antiguo metodo del ojo por ojo es un sistema de