gracias a ello habia ido prosperando su negocio a lo largo de los anos. Richard no sabia que habia hecho la victima para merecer esa suerte. No le importaba. Todo aquello no era asunto suyo.

Cuanto menos supiera, mejor.

Despues de rematar aquel trabajo bien hecho, Richard inicio el camino de regreso a casa preguntandose por que aquellas cosas no lo inquietaban, como se habia vuelto tan frio, tan desprovisto de sentimientos. Penso en su infancia, y apreto con fuerza la mandibula hasta que los musculos le formaron bolas tensas, y profirio aquel leve chasquido por el lado izquierdo de su boca en forma de corazon. Respiro hondo, encendio la radio y sintonizo una emisora de musica country. A Richard le gustaba la musica country. La letra sencilla y los estribillos repetidos lo tranquilizaban.

Pensando todavia en su infancia, en las barbaras crueldades que habia sufrido, Richard siguio el camino de vuelta a su casa, donde se pondria otra vez el traje de esposo tierno, de padre carinoso, de buen cabeza de familia.

Aparco el coche ante su casa y se quedo sentado en el vehiculo un rato, preguntandose como se habia vuelto tan distinto de las demas personas. Con su enorme cabeza llena de estos pensamientos, Richard bajo despacio del coche y entro en casa, caminando con su paso callado, felino, como un boxeador de los pesos pesados en perfecta forma.

Primera Parte

EL NACIMIENTO DE LA PARCA

1

Es un pecado mortal

A principios del siglo XX, Jersey City, en el estado de Nueva Jersey, la ciudad donde nacio y se crio Richard Kuklinski, era un animado centro de poblacion polaca. Por sus muchas iglesias catolicas polacas y la oferta de trabajo en la industria, los inmigrantes polacos acudian en gran numero a Jersey City.

Las companias ferroviarias Lackawanna, Eire, Pennsylvania y Central tenian sus bases en Jersey City. Los trenes llevaban todo tipo de productos a la Costa Este desde todas partes de los Estados Unidos, y aquella era la estacion termino. Habia grandes depositos de mercancias. Por muchas calles transcurrian vias de ferrocarril. Por el centro de la arteria principal de Jersey City, la avenida del Ferrocarril, entre las dos calzadas del trafico, transcurria una via elevada. Era corriente ver poderosas locomotoras negras que arrastraban largos trenes de color de oxido hasta el puerto. El traqueteo pesado y los pitidos agudos de las locomotoras de vapor se oian por todas partes, de dia y de noche, todos los dias de la semana.

Jersey City, en el extremo nororiental del Estado de Nueva Jersey, tenia una situacion ideal, proxima a la animada metropoli de Manhattan, y desde alli se despachaban en barco por toda la costa oriental productos de todo tipo. En el punto mas proximo, frente al extremo sur del rio Hudson, Jersey City estaba a poco mas de un kilometro de Manhattan, el centro del mundo, y los transbordadores llevaban constantemente mercancias a los muelles que cubrian la orilla de Manhattan. Los dias despejados, Manhattan parecia tan proxima que daba la impresion de que se podia alcanzar de una pedrada desde Jersey City; de que estaba, como suele decirse, a tiro de piedra.

La verdad era que Jersey City era tan distinta de la ciudad de Nueva York como si fuera otro planeta. En Jersey City vivian los pobres de clase trabajadora, los que luchaban para salir adelante, para poner comida en la mesa. Era cierto que en Jersey City habia mucho trabajo, pero se trataba de trabajo manual, agotador, con salarios bajisimos. En verano hacia un calor y una humedad insoportable. En las cercanias habia marismas todavia no desecadas, y el aire nocturno de la ciudad se llenaba de nubes negras y ondulantes de mosquitos. En invierno, en Jersey City hacia un frio brutal; la ciudad sufria el azote constante de los fuertes vientos que bajaban por el rio Hudson y subian del cercano oceano Atlantico. En aquellos meses parecia un lugar de las regiones australes de Siberia.

Jersey City, situada junto a Hoboken, donde nacio Frank Sinatra, era una poblacion violenta, llena de obreros duros, con sus hijos, tambien obreros y tambien duros. Alli, los chicos tenian que aprender pronto a defenderse, so pena de convertirse en victimas de los matones. Los fuertes salian adelante y se los respetaba. Los debiles quedaban marginados y despreciados.

La madre de Richard Kuklinski, Anna McNally, se crio en el orfanato del Sagrado Corazon, en la esquina de las calles Erie y Nueve. Sus padres habian emigrado de Dublin en 1904 y se habian instalado en Jersey City, que era por entonces la decima ciudad mas grande de los Estados Unidos. Anna tenia dos hermanos mayores, Micky y Sean. Poco despues de la llegada de la familia a Jersey City, el padre de Anna murio de pulmonia, y a su madre la atropello y la mato un camion en la calle Diez. Anna y sus hermanos fueron a parar al orfanato. Aunque Anna estaba delgaducha y mal alimentada, era una nina fisicamente atractiva, con ojos oscuros de forma de almendra y piel perfecta de color crema.

En el orfanato del Sagrado Corazon se inculcaba a los ninos la religion a la fuerza, y a Anna le metieron en el cuerpo a golpes el temor a Dios, el infierno y la condenacion eterna unas monjas sadicas que trataban a los ninos que estaban a su cargo como a criados y como a cabezas de turco que se llevaban todos los golpes. Antes de que Anna cumpliera los diez anos, fue acosada sexualmente por un sacerdote que la despojo de su virginidad y de una tacada de su humanidad. Se convirtio en una mujer austera y fria que rara vez sonreia y que llego a ver la vida con ojos duros e insensibles.

Cuando Anna tuvo que dejar el orfanato, a los dieciocho anos, ingreso en un convento catolico con intencion de hacerse monja ella tambien. No tenia ningun oficio ni otro sitio adonde dirigirse. Pero Anna no tenia madera para la vida religiosa. No tardo en conocer a Stanley Kuklinski en un baile organizado por la parroquia, y su suerte quedo echada.

Stanley Kuklinski habia nacido en Varsovia, Polonia, y habia emigrado a Jersey City con su madre, su padre y dos hermanos. Cuando Stanley conocio a Anna, era un hombre apuesto que se parecia a Rodolfo Valentino. Iba peinado con raya en el centro, con el pelo muy engominado y pegado al craneo, segun la moda de la epoca. Stanley se quedo prendado de Anna y la cortejo incansablemente, hasta que ella accedio a casarse con el, unos tres meses despues de haberlo conocido. Se casaron en julio de 1925, y en su foto de boda se ve a un novio y una novia muy bien parecidos y que hacian buena pareja: la union era muy prometedora. Anna se habia convertido en una mujer francamente hermosa. Se parecia a Olivia de Havilland en Lo que el viento se llevo.

Stanley tenia un trabajo aceptable, de guardafrenos en el ferrocarril de Lackawanna. El trabajo no era duro en si mismo, aunque era siempre al aire libre, y Stanley padecia regularmente el calor del verano y los inviernos helados y brutales. Al principio, la union precipitada de Stanley y Anna parecia buena. Alquilaron un apartamento sin agua caliente en una casa de tablas de dos pisos, en la calle Tres, a una manzana de la iglesia de Santa Maria. Pero a Stanley le gustaba beber, y cuando bebia tenia mal genio y mala intencion, y Anna no tardo en enterarse de que se habia casado con un tirano celoso y posesivo que era capaz de pegarle como si fuera un hombre, a la minima provocacion. Como Anna no era virgen en su noche de bodas (jamas fue capaz de decir a su marido que un cura la habia violado una y otra vez), Stanley la acusaba de ser una perdida, una puta. Esto la hacia sufrir, pero ella soportaba con estoicidad estos insultos verbales, que con mucha frecuencia se convertian en violencia fisica. Stanley no era hombre corpulento, pero tenia la fuerza de un bufalo. Cuando habia bebido, zarandeaba a Anna como si fuera una muneca de trapo. Anna estaba tentada de contar

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