donde el presidente se acosto con una joven asistente llamada Fenix de Jade, de unos dieciseis o diecisiete anos. Despues, la llevo con el al Mar del Sur Central como secretaria personal. Con el tiempo la muchacha acabaria teniendo mas poder que los miembros del politburo, porque solo ella entendia lo que farfullaba Mao despues de su ataque de apoplejia. Fenix de Jade era una de las pocas personas en las que el presidente confiaba. Sin embargo, no era mas que una de las muchas mujeres «favorecidas» por Mao, quien escogia a sus amantes por todo el pais y en cualquier circunstancia, como en los bailes que le organizaban en Shanghai y en otras ciudades.
Mao parecia tener preferencia por las chicas jovenes y sin educacion, no demasiado inteligentes ni sofisticadas; simplemente, cuerpos tibios y tiernos junto a los que pasar las noches mas frias. Shang era distinta al tipo de mujer que solia atraer a Mao. Por otra parte, una actriz celebre tenia tambien sus atractivos. Nada impedia a un emperador acostarse con decenas de concubinas imperiales.
El libro confirmo lo que Chen ya habia leido u oido. Al igual que los emperadores, Mao no valoraba a sus mujeres, a las que consideraba meros objetos con los que satisfacer sus necesidades sexuales «divinas».
Un arrendajo paso volando. Chen creyo vislumbrar un destello de luz de sol en sus alas.
Dejando a un lado las acciones de Mao como dirigente supremo del Partido, lo que le hizo a Shang era inexcusable y no podia pasarse por alto facilmente, ni siquiera desde la perspectiva de un policia. El inspector jefe Chen estaba demasiado deprimido para seguir pensando en eso durante mas tiempo.
Saco el sobre pequeno, en el que Ling tal vez le habia metido una nota.
Para su sorpresa, en lugar de sus poemas encontro una carpeta de papel Manila con la inscripcion «Expedientes de la Escuadra Especial del Grupo para la Revolucion Cultural del CCPC: Shang».
?Como habia obtenido Ling una informacion tan importante? Debia de haber corrido un riesgo muy grande, como sucediera en otro caso anos atras.
Aunque nadie podia meterse dos veces en el mismo rio.
Chen empezo a leer los papeles que habia en la carpeta, toda una serie de informes elaborados por la escuadra especial. La mayoria estaban escritos en el «lenguaje revolucionario» de la epoca, por lo que Chen tuvo que adivinar lo que se ocultaba tras la jerga y los esloganes politicos.
Segun Sima Yun, jefe de la escuadra, sus miembros cumplian ordenes de un «destacado camarada» de Pekin que colaboraba con el Grupo para la Revolucion Cultural del CCPC. No debian vacilar en emplear cualquier metodo para obligar a Shang a entregar un objeto importante, posiblemente relacionado con Mao. No les explicaron, sin embargo, de que objeto se trataba. Los miembros de la escuadra recurrieron a las palizas y a la tortura. Shang les dijo que, de haberlo sabido, el presidente Mao no habria permitido que la trataran asi. Sima le respondio que la senora Mao estaba enterada de lo sucedido, y que si ella lo sabia tambien lo sabria el propio Mao. Despues de aquello, Shang no volvio a mencionar a Mao hasta su suicidio. La escuadra recibio ordenes de regresar a Pekin y sus miembros llevaron consigo todo lo que encontraron, incluyendo varios albumes de fotos.
El informe confirmaba un par de puntos sobre el caso, que Chen ya habia contemplado.
En primer lugar, la escuadra especial no habia sido enviada directamente por la senora Mao, sino por otra persona. No se daba ningun nombre, pero el «destacado camarada» no era ella. La esposa de Mao aparecia citada unicamente como «colaboradora».
En segundo lugar, los propios miembros de la escuadra especial no tenian claro que debian conseguir de Shang. Solo sabian que los intereses del Partido estaban en juego, y que se trataba de cierto material relacionado con Mao. Por lo que sometieron a Shang a interrogatorios brutales para obligarla a confesar.
Frotandose el puente de la nariz, Chen examino un informe escrito en una hoja de menor tamano, posiblemente por otro miembro de la escuadra. Para su asombro, el informe estaba datado en una fecha muy posterior: a finales de 1974.
Al parecer, el material de Mao continuaba preocupando a los altos cargos de Pekin. En 1974, el ano en que Tan y Qian fueron capturados cuando trataban de cruzar la frontera, algunos de los miembros originales de la escuadra especial recibieron de nuevo la orden de obtener informacion por cualquier medio. Los jovenes amantes fueron sometidos a un interrogatorio brutal. Se sospechaba que intentaban sacar algo del pais clandestinamente, pero tampoco aparecia descrito en el informe que era.
Segun la declaracion de Tan, intentaban dirigirse a Hong Kong porque no veian ningun futuro en la China continental. El asumio toda la responsabilidad. Su muerte provoco la interrupcion repentina de la investigacion, pese a que el comite local habia elaborado una lista de conocidos de Tan y de Qian a los que interrogar.
Cuando Chen estaba a punto de leer la ultima pagina del expediente lo sobresalto la aparicion de un hombre entrecano que se acercaba arrastrando los pies desde el otro extremo del jardin, con una bolsa de lona verde colgada al hombro. El hombre miro a su alrededor, cogio una hoja del suelo con la mano que tenia libre y despues la metio en la bolsa. No parecia jardinero, ni la bolsa parecia pensada para ese menester. Chen volvio a meter el libro y la carpeta en el sobre grande a toda prisa.
– ?Quien es usted? -pregunto el hombre de cabello gris con aire autoritario-. ?Como ha entrado aqui?
– Me llamo Chen. Siempre he sonado con venir aqui, desde que era un nino -explico el inspector jefe-. Una amiga trabaja en el complejo, y me ha permitido entrar.
– Entonces, ?ha venido a rendir homenaje a Mao? ?Asi se hace, joven! Se que la gente aun lo adora. Por cierto, yo me llamo Bi. Servi como guardaespaldas del presidente Mao durante veinte anos.
– ?Caramba! Es un gran honor conocerlo, camarada Bi.
– Estoy jubilado, pero aun vengo por aqui de vez en cuando. ?Cuantos anos inolvidables junto a nuestro gran lider! Convirtio un pais pobre y atrasado en una nueva China socialista. Sin el presidente Mao, sin China.
«?Sin el presidente Mao, sin China?» Chen no pregunto. Le recordaba una frase de una cancion popular muy coreada en los anos sesenta, salvo que entonces no era una pregunta.
– ?Que gran hombre! -siguio diciendo Bi con voz emocionada-. Durante tres anos de catastrofes naturales, Mao se nego a comer carne.
– Si, millones de personas murieron de hambre bajo las Tres Banderas Rojas en aquellos anos -replico Chen.
Los supuestos tres anos de catastrofes naturales fueron una manera de no admitir la culpa por los desastres que provocaron las decisiones politicas de Mao. Segun otra version de lo sucedido, Mao afirmaba no comer carne, pero comia pescado y piezas de caza, algunas de ellas capturadas vivas en el Mar del Sur Central. A Mao nunca le falto la comida en la Ciudad Prohibida.
– No puede hablar asi de la historia, joven. En aquella epoca China estaba amenazada por imperialistas y revisionistas que trataban de sabotearla. Fue el presidente Mao quien nos ayudo a salir del tunel.
Esta era la version oficial. Chen sabia que no tenia sentido seguir discutiendo con un viejo como Bi, que habia pasado tantos anos junto a Mao. El inspector jefe decidio cambiar de tactica.
– Tiene razon, camarada Bi. Acabo de visitar el dormitorio de Mao. Es tan sencillo que ni siquiera tiene un colchon en la cama. Responde a la excelente tradicion de nuestro Partido de trabajar duro y vivir con sencillez. De hecho, muy pocos tuvieron el privilegio de trabajar con Mao. Usted tambien ha contribuido a la grandeza de China.
– El privilegio de trabajar a las ordenes de Mao, para ser mas exactos -repuso Bi con una sonrisa desdentada.
– Por curiosidad, en el dormitorio de Mao hay una cama enorme, cubierta de libros. Pero poca cosa mas. ?Vivia aqui la senora Mao?
– No.
Chen no quiso presionar al anciano. Saco un cigarrillo, se lo encendio respetuosamente a Bi, y aguardo.
– La senora Mao fue una maldicion -explico Bi, exhalando ruidosamente.
Otra afirmacion que contaba con el beneplacito oficial. En los periodicos del Partido, la Revolucion Cultural habia sido atribuida a la Banda de los Cuatro, encabezada por la senora Mao.
– Entonces, ?Mao vivia aqui solo? -sondeo Chen con cautela.
– ?Sabe? Mao llevaba tiempo distanciado de ella. Si ella queria verlo tenia que concertar una cita, y hablar conmigo primero.
– ?Caramba! Mao debia de confiar mucho en usted.
– Si, le impedimos el paso varias veces. Intentaba entrar sin permiso, pero Mao ordeno que nadie irrumpiera aqui sin informarnos a nosotros primero.
Era un comportamiento poco habitual entre marido y mujer. Bi no explico a que se debia, pero aquello coincidia con lo que Chen acababa de leer en las memorias del medico. Ningun guardia habria tenido las agallas