su aventura imperialista en el Vietnam, el socialismo estaba ganandole terreno en todas partes: en Africa, en Asia, en Europa… Eran tiempos de grandes esperanzas, cuando los lideres formaban orgullosamente juntos hombro con hombro.

Pero ahora… Erich que se escapaba a Moscu, que se escondia como una rata en la embajada de Chile, a la espera de un avion que le llevara a Corea del Norte. Kadar muerto tras la traicion de haber abierto su frontera: nunca puedes fiarte de un hungaro. Husak muerto tambien, roido por un cancer, farfullando que aceptaba los ultimos ritos de un cura con sotana, vencido por el emborronacuartillas ese al que hubiera debido encerrar de por vida. Y no digamos Jaruzelski, pasandose de bando y afirmando que ahora creia en el capitalismo. Ceausescu, al menos, cayo luchando, si es que a huir y caer ante un peloton de fusilamiento puede llamarsele luchar. Siempre fue un cabeza loca Nicolae, un francotirador al que le gustaba jugar con dos barajas y que no quiso sumarse a la fraternal iniciativa de 1968; pero al menos tenia agallas y trato de dominar lasituacion hasta el final.

Pero el peor de todos era el pobre loco que ocupaba ahora el Kremlin, el de la cagada de pajaro en la calva… Menudo duelo publicitario mantenia con Reagan… Te regalo unos cuantos SS-20 mas, si quieres, pero… ?me sacas en la cubierta de la revista Time? El hombre del ano… ?La mujer del ano!, penso Petkanov. Los rusos no estaban ahora ni para dirigir un tenderete de vodka. Bastaba ver su intentona de golpe de Estado… Fue lastimoso que Gorbachev se dejara coger. Y lastimoso tambien que los leales no hicieran lo mas obvio: cargarse la radio y la television, cargarse los periodicos, cargarse el edificio del Parlamento y neutralizar a las figuras peligrosas. Pero dejaron que el fascista de Yeltsin se convirtiera en un heroe. ?Adonde habian ido a parar todas las lecciones de historia, si ni siquiera los rusos sabian organizar un golpe?

Y el siguiente tenia que ser el. Lo habia estado viendo venir, la posibilidad al menos, ya desde que en 1983 el COMECON subio los precios del petroleo. Luego Gorbachev empezo a corretear por Occidente en busca de dolares y buena voluntad. Y ahora todo se habia jodido. Gorbachev, jodido… a punto de irse de profesor a los Estados Unidos, segun se decia, para recibir su propina: Muchisimas gracias, senor Presidente. La Union So vietica hecha anicos, al carajo, y al carajo tambien la Republica Democratica Alemana; Checoslovaquia se partia como una zanahoria, Yugoslavia estaba jodida hasta el tuetano. Bastaba ver lo que le habia ocurrido a la Republica Democratica Alemana. Los capitalistas entraron a saco, lo arruinaron todo declarandolo ineficaz, dejaron a todo el mundo sin trabajo, se apropiaron de las hermosas casas antiguas para segunda residencia, adaptaron todas y cada una de las leyes a la legislacion capitalista, y asi le fue: a la mierda la Republica Democratica Alemana. Los del Este, ciudadanos de cuarta clase, despreciados, sin empleo, objeto de burla por sus pequenos utilitarios. Habitantes de un zoo.

Y el siguiente tenia que ser el. «Lo que devuelve el eco de la pared / es la podredumbre de la piedra, no de las almas.» Conocia ya la prision -fue donde empezo todo-, pero alli no se le pudrio el alma entonces. Ni se le pudriria ahora. Jamas se arrastraria en busca de un cura para morir como Husak, ni correria a refugiarse en el Kremlin como Erich. El nuevo gobierno de fascistas amantes de las plantas se habia empenado en llevarle a juicio. Sabian muy bien lo que necesitaban: un viejo decrepito que reconociera sus crimenes, que reconociera ser culpable de cualquier cosa a cambio de que le dejaran vivir. Y ese fue exactamente el papel que interpreto en los interrogatorios preliminares. Se nego a cooperar, dijo que no reconocia su autoridad, denuncio su justicia burguesa, pero repitio hasta la saciedad que su unico deseo era que le permitieran retirarse al campo para vivir alli en paz sus ultimos anos. Actuo asi un dia y otro dia, hasta que estuvieron absolutamente seguros de una cosa: que deseaban vivamente llevarlo ante un tribunal. Exactamente lo que el habia planeado.

No le importaba en absoluto lo que pudiera ocurrirle a su vida, pero si lo que pudiera ser de su fe. Estaban vendiendo pornografia junto al Mausoleo del Primer Lider. Los curas lo mangoneaban todo. Los capitalistas husmeaban por todo el pais como perros en celo. El principe heredero, como hablan empezado a llamarlo de nuevo los periodicos, estaba visitando los palacios de su familia, diciendo, por supuesto, que no volveria como rey, sino como un hombre de empresa para ayudar a su pais si se le permitia hacerlo. Y luego envio a su mujer por delante, y cuando esta acudia a presenciar un partido de futbol, nadie miraba el juego. ?Y toda aquella chachara acerca de si el pueblo deseaba o no un referendum sobre el retorno de la monarquia, como si la cuestion no hubiera quedado zanjada hacia anos? Los trucos de siempre. ?Por que no publicaban los periodicos aquella fotografia de los tres tios del principe heredero vistiendo el uniforme de la Guardia de Hierro?

Y el siguiente tenia que ser el, Stoyo Petkanov, el Segundo Lider, el timonel de la patria, el defensor del socialismo. Aquel mierda de Gorbachev lo jodio todo, todo. Se presento aqui en visita real, soltando dos palabritas y haciendo una pausa para que todo el mundo aplaudiera. Y para comunicarnos, a la vez, que desgraciadamente no podria seguir aceptando nuestra moneda como pago de su petroleo. Solo divisas fuertes. Ni siquiera parecio advertir la ironia de aquella situacion: el presidente del Comite Central del Partido Comunista de la Union de Republicas Socialistas Sovieticas ?pidiendole dolares americanos al lider de su mas fiel aliado socialista! Cuando le dije que el pais tenia poquisimos dolares, Gorbachev replico que la formula para conseguirlos era reestructurar el pais con mayor apertura.

Petkanov se sentia muy orgulloso de lo que sucedio a continuacion:

– Camarada presidente -le habia dicho-, tengo una propuesta propia, una reestructuracion que sugerirle. Mi pais atraviesa ahora ciertas dificultades momentaneas, cuyas causas usted y yo conocemos. Nuestras dos naciones se han esforzado siempre en caminar estrechamente unidas por la senda del socialismo. Fuimos su leal aliado cuando hubo que hacer frente a las fuerzas contrarrevolucionarias en 1968. Ahora viene usted a anunciarnos que nuestra moneda ya no le resultara valida, que hay que establecer una nueva separacion entre nuestros dos paises… Yo no veo la necesidad de esto y, si me lo permite, le dire que tampoco me parece una actitud fraterna. Tengo al respecto una idea distinta, una vision diferente del futuro. Propongo que, en lugar de que nuestras dos naciones vayan cada una por su propio camino rojo a la hora de atravesar este pedregal que nos ha salido al paso en la ascension a la gran cumbre, propongo, digo, que nos unamos aun mas.

Pudo ver que sus palabras suscitaban vivo interes en Gorbachev.

– ?Que quiere usted decir? -pregunto el ruso.

– Abogo por la plena integracion politica de nuestros respectivos Estados.

A Gorbachev lo pillo por sorpresa; en los protocolos preliminares no se habia abordado este tema. No sabia como manejar la situacion. Habia venido a decirle al Segundo Lider como debia proceder en su propio pais, tras haber decidido de antemano que iba a verselas con algun camarada imbecil de la vieja escuela, incapaz de entender hacia donde iba el mundo. Pero el, Stoyo Petkanov, era el unico que tenia un plan, y aquello no le habia hecho demasiada gracia al ruso.

– Expliquese -le habia dicho Gorbachev.

?Vaya si se explico! Le hablo del continuado y leal esfuerzo hecho por su nacion para el triunfo del socialismo, la solidaridad internacional y la paz. Se refirio a la historica lucha de su pueblo y a sus constantes aspiraciones. Expuso francamente las contradicciones que podrian surgir, y que podrian minar los intereses de la construccion social si se pasaban por alto y si el Partido y el Estado no emprendian una accion decidida para solventarlas. De pasada, pero en el centro de su reflexion, evoco su epifania de adolescente en el monte Rykosha. Y, para concluir, hablo con apasionamiento del futuro, de sus retos y oportunidades.

– Si no le entiendo mal -habia dicho finalmente su interlocutor-, esta usted proponiendo que su pais se incorpore a la URSS como decimosexta republica de la Union Sovietica.

– Exactamente.

En consideracion al lamentable incidente ocurrido a las puertas del tribunal, se ofrecio a la defensa aplazar las sesiones un dia. Las abogadas del Estado Milanova y Zlatarova, con las que el ex presidente habia empezado inesperadamente a consultar temas menores, se mostraron a favor de ese aplazamiento; pero Petkanov las desautorizo. A la manana siguiente, pues, cuando el fiscal general comenzo a acosarle de nuevo a proposito de su notoria avaricia, su talante era amable, rebosando inocencia por todos los poros.

– Soy un hombre corriente -respondio-. Me basta con poco. En todos mis anos al frente de la nacion, jamas he pedido gran cosa para mi.

[-Los locos piden mucho, pero es mas loco quien se lo concede.]

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