Gandhi, el Comite Central del Partido Comunista Albanes en pleno, Josef Stalin y varios postores de ambos sexos que pretendian ser el o la amante secreta(o) de Stoyo Petkanov. Las posturas solo se admitian en divisas fuertes. La manta del cantarada Petkanov, descrita como su «unica posesion terrenal» por el subastador, fue adjudicada a Erich Honecker por 55 millones de dolares. Dos pares de calcetines zurcidos, mas una camisa de franela con un cuello nuevo cosido personalmente por la comandante Ognyana Atanasova de la Seguridad del Estado, alcanzaron los 27 millones de dolares. El par de sandalias de piel de cerdo que calzaba el camarada Petkanov cuando establecio su primer contacto con los combatientes de la resistencia, que actuarian a sus ordenes en la lucha antifascista, fue adjudicado por 35 millones de dolares al representante oficial del Museo Mitologico Nacional. Unos pantalones con una gran mancha marron en la culera, que llevo puestos asimismo el camarada Petkanov durante la lucha antifascista, no encontraron postor. El emperador Bokassa adquirio por diez centavos los genitales del ex presidente, y anuncio que se los comeria para cenar. Los talones bancarios representativos de las posturas rematantes fueron a parar a la boca de una gran efigie del Segundo Lider que presidio la almoneda. Posteriormente, la efigie, que se balanceaba feliz colgada por el cuello de una rama de la acacia, manifesto a los periodistas que se sentia muy satisfecha del resultado de la subasta y que ya habia donado todo el dinero a los huerfanos, con el deseo de que se dedicaran al deporte paramilitar del motociclismo.

En el trigesimo noveno dia del juicio, Vesselin Dimitrov, que previamente se habia excusado de comparecer alegando una indeterminada enfermedad nerviosa, fue el ultimo de un grupo de siete actores llamados a testificar. Declaro que su padre, vicesecretario regional de una provincia del sur, habia acudido a un miembro del sequito personal del presidente para rogarle que expusiera al camarada Petkanov, cuyo mecenazgo por las artes era bien conocido, el caso de su hijo, un leal comunista y buen profesional del Teatro Nacional del Pueblo, quien por aquel entonces tenia dificultad en encontrar vivienda. A las dos semanas quedo desocupado un apartamento de tres habitaciones en el poligono Amanecer, y el actor pudo mudarse a el.

– ?Por que se afilio usted al Partido Comunista, en primer lugar?

– Porque todos lo habian hecho en mi familia. Era la forma de hacer carrera.

– ?Que les dijo usted a sus conocidos cuando supo que le habian adjudicado el apartamento?

– Que habia tenido mucha suerte. Habia quedado desocupado de pronto. Les comente que a veces las cosas salen bien.

– El precio fue rebajado sustancialmente. ?Como se explica?

– Me dijeron que estaba subvencionado por una ayuda al arte.

– Y ?como devolvio usted el favor?

– No comprendo.

– ?Que dio usted a cambio de conseguir un apartamento de tres habitaciones por la decima parte de su valor, sin ni siquiera haber tenido que aguardar el plazo normal de diez, quince o veinte anos?

– No fue asi. Jamas devolvi nada.

– ?Acaso no monto usted y actuo en las espontaneas celebraciones mimicas con que fue recibido el acusado al salir de su palacio el dia que cumplio sesenta y cinco anos?

– Si, pero fue una decision voluntaria.

– ?Actuo usted en representaciones privadas para el presidente y los altos cargos de la Nomenklatura?

– En efecto, pero siempre por una decision voluntaria.

– ?No informo a un contacto del Departamento de Seguridad Interior acerca de determinados miembros del Teatro Nacional del Pueblo?

– No.

– ?Esta usted completamente seguro? Le advierto que esos archivos se han conservado.

– No.

– ?Quiere decir que no esta seguro?

– Que no lo hice.

– Apenas le oigo. ?Querria usted hablar un poco mas alto?

– No lo hice.

– Senoria, solicito que, en base a su propio testimonio, el senor Dimitrov sea acusado formalmente de corrupcion, malversacion y perjurio.

– Esa solicitud, senor fiscal general, como ya le he explicado en las seis ocasiones anteriores, no es competencia de este tribunal y, por lo mismo, queda rechazada.

[-?Por el amor de Dios!

Atanas lanzo un chorro de humo, esta vez empanando la cara del fiscal general.

– Dejemoslo ya.

– Es puro teatro. Estan actuando todos. Es una maldita comedia.

– Actores, apartamentos, motos, gastos en almuerzos, cuellos de camisa…

– ?Stefan?

– No, yo quiero verlo. Tenemos que verlo.

– Tenemos que verlo: es nuestra historia.

– Pero es un LATAZO.

– La historia lo es a menudo cuando ocurre. Resulta interesante despues.

– Estas hecha una filosofa, Vera. ?Y una tirana!

– Gracias. Pero algun dia yo sere una abuela con panoleta y tu un viejo loco de esos que se les cae la baba en la cerveza, y vendran nuestros nietos a preguntarnos: «Abuelitos: ?viviais vosotros cuando juzgaron al monstruo? Sabemos que sois muy, muy viejos… ?Podeis contarnoslo?» Y seremos capaces de hacerlo.

– De hablarles de actores y de motos, querras decir.

– Tambien de eso. Y de explicarles que se reia de nosotros. Es lo que siempre ha hecho, lo que sigue haciendo: reirse de nosotros. Contarles por que acabo todo siendo un asunto de actores y de motos.

– ?Tirana!

– ?Chist! Mirad.

Y ese ?quien es? ?Otro actor?

Un banquero, que saldra a decir que todo el dinero que habia en la cuenta del presidente estaba alli por error.

Un fabricante de mantas, que nos contara que solo le hicieron una manta en toda su vida.

– ?Callaos, chicos! Mirad.]

Aquella noche Peter Solinsky, que se encontraba muy incomodo durmiendo en el suelo de su estudio, se levanto, fue a la sala y descubrio, en un marco recien colgado en la pared, el famoso certificado de rehabilitacion. Una prueba mas del distanciamiento entre el y Maria.

El abuelo de Maria, Roumen Mechkov, habia sido, como siempre decian, un leal comunista y un luchador activo contra el fascismo. A comienzos de la decada de los treinta, cuando la Guardia de Hierro arrecio en sus violentas purgas, tuvo que exiliarse a Moscu en compania de otros dirigentes del Partido. Siguio siendo alli un buen comunista y un activo luchador antifascista, hasta que, en un momento indeterminado de 1937, se transformo en un desviacionista trotskista, un infiltrado de Hitler y un agitador contrarrevolucionario, y muy posiblemente las tres cosas a un tiempo. Nadie se habia atrevido a hacer preguntas sobre su desaparicion. A Roumen Mechkov no se le mencionaba en las historias oficiales del Partido local, y por espacio de cincuenta anos su familia apenas si se atrevio a pronunciar en un susurro su nombre.

Cuando Maria anuncio su intencion de escribir al Tribunal Supremo de la URSS, Peter se opuso a la idea. Cualquier descubrimiento que pudiera hacer, por fuerza le resultaria penoso. Por otra parte, no devolveria la vida al abuelo que no habia llegado a conocer. Pero lo que en realidad queria decir, aunque

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