Las cosas se arreglarian. Las cosas iban ya bastante bien. El Xanor y Save the Children. Todo tenia un fin benefactor, como el fondo de donaciones del que ella era responsable en la clinica, mas o menos, que se destinaria a aportaciones dignas de todo el apoyo para salvar a ninos heridos en las guerras. Todos los anos ayudaban a cientos de ninos de todo el mundo. Era algo fabuloso, los salvaban, salvaban a esos ninos. Save the Children. ?Ja! Ahora que lo pensaba, era practicamente lo mismo. Y nadie notaria nada, habia tanto dinero en aquel fondo de donaciones… Podria tomar prestada una parte del dinero, como una medida de emergencia, hasta que lograse hallar otra solucion al problema. Llevaba el numero de cuenta en la cartera y el banco ya estaba abierto. Ademas, lo hacia por Pernilla, no debia olvidar ese detalle, para no dejarla sola en la estacada. Pernilla la necesitaba. Hasta que encontrase a un digno sustituto de Mattias, Monika era la unica persona con la que Pernilla podia contar. Y Monika habia jurado por su honor que procuraria servir a sus semejantes guiandose por principios de humanidad y del respeto a la vida, y ahora resultaba que tenia una vida que salvar. Era su deber hacer cuanto estuviese en su mano.
Solo que, en aquel momento, no conseguia recordar a quien pertenecia la vida que tenia que salvar en esta ocasion.
34
Maj-Britt estaba sentada en una silla justo delante de la puerta, que tenia entreabierta. Por la rendija, habia visto pasar durante la manana a varios de sus vecinos. Los vio apresurarse escaleras abajo para acceder a un mundo que ella habia abandonado hacia ya muchos anos. Inspiro el aire que entraba de la calle e hizo un esfuerzo por acostumbrarse.
Ellinor le habia comprado un par de zapatos que ya se habia calzado, pero no encontro ningun abrigo que le quedase bien. Habia que hacer un pedido especial, le dijeron, y Maj-Britt no podia esperar tanto. Lo que tenia que hacer debia quedar zanjado lo antes posible, antes de que el valor volviese a fallarle.
Ellinor habia continuado con sus intentos de convencerla, pero se vio obligada a rendirse al fin. Comprendio lo absurdo de empenarse en persuadir a una persona que habia renunciado a todo deseo de que se sometiese a un monton de complejas intervenciones quirurgicas para conservar una vida que, en realidad, habia terminado hacia muchos anos.
Maj-Britt no le habia mencionado sus planes en absoluto. Ellinor ignoraba por completo sus negociaciones con Dios, que Maj-Britt se habia propuesto compensar sus pecados para ser perdonada y atreverse a morir despues.
Monika no quiso comprenderla. Maj-Britt no estaba segura de como habria reaccionado, pero tanto daba. Cualquiera que fuese la opcion adoptada por Monika, significaria que Maj-Britt habia ejecutado una buena accion. En definitiva, salvaria a Monika del infierno obligandola a dejar de mentir o, si preferia pagar, seria merito suyo el que Save the Children pudiese ayudar a una buena cantidad de ninos a vivir una vida mas llevadera.
Una pequena compensacion.
Cierto que no bastaria, pero Dios le habia insinuado que suavizaria en cierta medida el juicio implacable que la aguardaba.
Claro que el perdon no lo tenia.
Debia hacer una cosa mas. Porque Monika no era la unica que habia mentido.
De ahi que ahora estuviese en la puerta mirando por la rendija e intentando vencerse a si misma. Para, a paso de hormiga, aproximarse a la empresa inaudita que estaba a punto de abordar.
Las cartas que habia escrito.
Si queria tener valor para abandonar esta vida, debia desmentir las falsedades y necesitaba ver a Vanja con sus propios ojos para cerciorarse, asegurarse de obtener su perdon. Y ademas, queria saber. La pregunta la torturaba sin cesar, ?como supo Vanja de la existencia del tumor que crecia en su cuerpo, cuando ni ella misma lo sospecho?
Penso en escribirle una carta mas, pese a que Vanja le habia advertido que no pensaba revelarle nada ni por escrito ni por telefono, pero si seguia siendo la mitad de terca que en su juventud, seria inutil intentarlo.
Maj-Britt tendria que sobreponerse a su renuencia y hacer lo que estaba a punto de hacer.
Despues, solo faltaba la confesion de Monika Lundvall ante la viuda o el justificante del ingreso en la cuenta de Save the Children. Una vez tuviese la prueba, no pospondria su muerte esos seis meses. Ya procuraria ella que fuese mucho mas rapido.
Ellinor lo habia arreglado todo. Maj-Britt tomo por primera vez el auricular del telefono y utilizo el numero de movil que la joven le habia dejado en la mesilla. Y Ellinor estaba entusiasmada. Pidio prestado un coche lo bastante grande y llamo para informarse del horario y las normas de visita. Le conto a Maj-Britt que la persona con la que habia hablado se alegro de su solicitud. Le dijo que si, claro, Vanja Tyren podia recibir visitas, incluso sin vigilancia, y que reservaria una de las salas de visita.
Maj-Britt, por su parte, estuvo mas que ocupada con los preparativos. Durante dos dias enteros intento dilucidar que era lo que estaba a punto de hacer y que, de hecho, iba a hacerlo de forma totalmente voluntaria. Que si no salia bien, ni siquiera podria culpar a Ellinor.
Cuando por fin estuvieron listas ante la puerta, la situacion se le antojo irreal, como si la estuviese sonando.
– No tardaremos en volver, ya veras. Estara de regreso esta misma noche.
Y Maj-Britt deseo con cada celula de su cuerpo que fuese de noche ya, en ese mismo momento y lugar, para verse dentro de nuevo.
La ciudad habia cambiado. Habian pasado tantas cosas desde la ultima vez que la vio… Los nuevos edificios que se alzaban en medio de zonas verdes antes protegidas y de barrios para ella familiares habian convertido su ciudad en un lugar desconocido. Y ademas, habia crecido. Inmensas zonas residenciales se extendian sobre las boscosas colinas de la entrada sur, desplazando varios kilometros el confin de la ciudad. Llevaba treinta anos sin salir de alli y, pese a todo, el entorno se le antojaba totalmente extrano. Sus ojos se esforzaban por asumir desesperadamente todas las impresiones visuales, pero tuvo que rendirse al fin y cerro los ojos para poder asimilarlo tranquilamente. El recuerdo de Vanja estaba siempre presente. ?Como reaccionaria? ?Estaria enfadada con ella? Pero tantas sensaciones nuevas le permitian aplacar los nervios, por ahora.
Dio una cabezada. No sabia cuanto tiempo llevaban de camino y se desperto al notar que se paraba el motor. Estaban en un aparcamiento. Echo una rapida ojeada al edificio que habia al lado y entrevio unos bloques blancos protegidos por altas vallas, pero no tuvo fuerzas para seguir mirando. Se habia preparado en la medida de lo posible para enfrentarse a la expectacion que despertaria su aspecto, pero ahora que habia llegado el momento, un hondo malestar se apodero de ella. Volvia a faltarle valor. La sola idea de presentarse ante Vanja ya era suficiente. Salir y dejar a la vista su gigantesco fracaso. Le dolia la garganta, las lagrimas luchaban por aflorar a sus ojos y, aunque sabia que Ellinor la observaba, no estaba en condiciones de contener el llanto. El horror que sentia ante la idea de salir del coche y mostrarse entre desconocidos era tan intenso como el que habia sentido al hacer sus busquedas en la Biblia cuando el Senor emitio su juicio. Le temblaba todo el cuerpo.
– No pasa nada, Maj-Britt. -La voz de Ellinor sonaba serena y confiada-. Aun faltan unos minutos para que podamos entrar, mientras nos quedamos un rato aqui sentadas. Luego te acompano y compruebo que todo va bien antes de dejaros a solas.
Entonces sintio que Ellinor le tomaba la mano y ella no solo se lo permitio, sino que apreto fuerte, entre la