Ese pensamiento ni se le habia pasado por la cabeza.

– Hola. Bueno, te he llamado un par de veces pero cada vez que lo he intentado estabas comunicando.

Encendio la lampara. Se sentia casi indecente por hablar con ella estando tumbado en la cama a oscuras.

– ?Como te ha ido? -prosiguio ella-. Tengo tanta curiosidad que estoy a punto de explotar. No he pensado en otra cosa desde que hablamos la ultima vez. ?La has encontrado? ?Te fueron de alguna ayuda los resultados del laboratorio?

– Si, realmente lo fueron -respondio el-. La encontre. Desafortunadamente fue demasiado tarde. Se habia suicidado.

El auricular quedo en silencio.

– Vaya -dijo ella luego-. Aunque no puedo decir que eso me sorprenda. Una sifilis avanzada no es ninguna broma. ?Puede causar danos cerebrales realmente graves! Ademas he estado pensando que es extrano que nadie haya detectado la enfermedad, ya que al parecer ella estuvo en contacto con la sanidad.

– Si, tienes razon.

Permanecieron un largo rato en silencio. El viejo silencio de siempre se apodero de ellos y como de costumbre el no hizo ningun intento por romperlo.

– Peter, he pensado una cosa. Dentro de un mes hara seis anos de la muerte de mama y habia pensado que podriamos encargar una esquela de esas en el Jonkopings Posten. ?Te apetece participar?

Algo se anudo en su corazon. Al otro lado de la linea estaba su hermana que compartia sus recuerdos y su historia y con la que el, durante todos estos anos, no habia tenido fuerzas de intentar mantener una conversacion de verdad. Ella era esa persona a la que durante todo este tiempo deberia de haber prestado atencion e intentado acercarse y, en cambio, la habia desechado como un mueble viejo de su juventud. ?Que clase de hombre era, con treinta y nueve anos escondido debajo de su manta y llorando por su eterna soledad, cuando tenia un desconocido miembro de su familia, de su misma sangre y carne, que tambien habia perdido a su padre y a su madre pero, sin embargo, habia hecho algo en la vida? Ella a su manera tambien estaba sola, pero no habia dejado que eso ocupara el lugar mas importante de su vida sino que habia seguido adelante e insistentemente le habia llamado e intentado convencerle de que fuera a visitarla.

El ni siquiera la habia invitado.

Se avergonzo.

Intento verla, pero la imagen que veia era de hacia veinte anos.

Una pequena, pequenisima esperanza se encendio en su interior al descubrir que habia algo que realmente deseaba hacer.

Tenia muchas ganas de verla.

Ella en lugar de aceptar sus fracasos siempre habia luchado y se habia negado a dejarse destruir.

Tenia mucho que ensenarle.

– Me gustaria mucho aparecer en la esquela -dijo el.

– Bien -dijo ella.

Parecia contenta.

– Entonces me encargare de todo -prosiguio ella-. ?Has recibido mi carta?

Peter miro hacia la mesa de la cocina.

– Acabo de llegar a casa y todavia no me ha dado tiempo a mirar el correo.

Noto que se sonrojaba al mentir y se pregunto si eso era un sintoma de mejoria.

– Podemos volver a llamarnos pronto -dijo ella-. Seria divertido volver a verte.

Sonaba como si lo dijera de corazon.

– Si, es cierto -respondio el.

Penso que sono como si estuviese contento.

26

Cuando volvio a despertarse ya era jueves. Fuera aun era de noche y se sento a la mesa de la cocina. Se sentia algo mejor de animos. Despues de su conversacion con Eva bajo al 7-Eleven y compro algo de comida para su nevera vacia. Saco la mantequilla y el pan e hirvio agua para una taza de te.

La carta de Eva aun estaba sin abrir sobre la mesa. La cogio y la rasgo por uno de los lados. Era una sola hoja escrita a mano en la que le pedia que se pusiera en contacto con ella tan pronto como le fuera posible y en la que decia que estaba preocupada.

Dejo la carta a un lado.

A las ocho sono el telefono.

– Soy Bodil Andersson. Le estaba buscando.

El corazon le dio un vuelco.

– Como seguramente habra oido, la encontramos ayer Tengo que hacerle algunas preguntas. Hemos encontrado una serie de huellas dactilares que no pertenecen a la victima y solo deseaba asegurarme de que siguio mis instrucciones y no fue al piso. Hay huellas dactilares de dos personas desconocidas y espero realmente que no correspondan a las suyas y a las de Olof Lundberg. Como comprendera, en ese caso seria muy extrano, ya que ha resultado que Elisabet Gustavsson no se colgo ella misma sino que alguien la ayudo. Solo deseo estar segura de que por una vez fue lo suficientemente inteligente como para escuchar, de otro modo tendre que pedirle que venga a la comisaria para un interrogatorio.

No pudo articular ni una palabra. Ni siquiera pudo mentir.

– ?Hola! ?Esta ahi? -continuo ella.

Su pregunta le dio la idea de colgar el telefono, y eso fue lo que hizo. A continuacion desconecto el cable. Se vistio rapidamente y tomo el metro hasta Karlaplan. Desde ahi camino hasta Karlavagen 56.

Dudo unos segundos antes de decidirse a coger el ascensor.

Olof estaba solo en la oficina.

– Hola -dijo y sonrio-. ?Como estas?

Parecia cansado.

– Gracias, mejor -respondio Peter, pero no sabia realmente lo que queria decir con eso, todo era relativo, ?o no?

– Bodil Andersson me acaba de llamar -continuo-. Lo cierto es que me ha asustado. No sabia que responder. Dijo algo sobre que Elisabet Gustavsson no se habia ahorcado sola y pregunto si habiamos estado en el piso.

– ?Y que respondiste? -pregunto Olof.

Peter se acerco a la ventana y miro fuera.

– Nada -dijo-. Yo, estupido de mi, no dije nada. No sabia que decir. Pense que quiza habia hablado contigo y que seria conveniente que dijeramos lo mismo.

Olof miro a Peter.

– No me ha llamado. Ni aqui ni a casa -dijo.

Peter suspiro.

– Bueno, entonces mi actuacion no fue particularmente brillante -dijo cansado-. Eso tuvo que hacerla recelar.

Sono el telefono. Olof no respondio. Permanecieron en silencio algunos minutos pero luego volvieron a llamar.

Lundberg lo cogio.

– Hola -contesto. Sono irritado.

Peter lo observo.

– Vaya. No. Bueno. Si. No. No. No, no estuve en el piso. Si. No, el no estuvo, estuvo conmigo toda la tarde. No, tambien estuvimos juntos toda la noche. No, no tenemos otra coartada pero si no es demasiado sensible puedo contarle con todo detalle lo que hicimos durante toda la noche. No. No. No lo creo. Si. Desde ayer no.

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