Regreso al recibidor y pudo ver que ella cerraba con llave y se la guardaba en el bolsillo del pantalon.

Le asalto una primera sensacion de peligro.

– ?Donde esta? -pregunto de nuevo.

– ?Quien? -respondio ella con una sonrisa.

– Basta ya -dijo el.

La sensacion empezaba a transformarse en un intenso sentimiento y sintio como algo le oprimia el pecho y obligaba a su corazon a trabajar a toda maquina. Aun tenia el suficiente control como para no mostrar su miedo. No le derrotaria tan facilmente.

Ya que al parecer ella no pensaba responder antes de que el repitiese el nombre de Olof volvio a preguntar una vez mas donde estaba.

– Ah, el -dijo y se carcajeo.

Senalo una de las ventanas de cuarto de estar. Habia un gran telescopio colocado al otro lado y con un gesto de la mano le invito a mirar. Se acerco impaciente a la ventana. En el mismo instante que colocaba su ojo para mirar vio entrar a Olof a su despacho. Continuo hasta la mesa y se sento dandole la espalda.

Peter se irguio y miro fuera. Todas las ventanas del piso daban a Sibyllegatan y la fachada de Lundberg & Co. sobresalia en el cruce de Karlavagen. Con la ayuda del telescopio ella habia estado sentada en primera fila.

Se dio la vuelta hacia ella. Todas las senales de alarma sonaban con fuerza pero no comprendia que ocurria. Solo existia un pensamiento en su cerebro y era que debia abandonar el piso tan pronto como fuera posible.

– Esta bien -intento el-. ?Entonces no la molesto mas!

Comenzo a dirigirse hacia la puerta. Ella no hizo ningun ademan por impedirselo. Bajo el picaporte y comprobo que la puerta estaba cerrada con llave.

Se volvio y la miro. Ella sonrio. No era una sonrisa agradable. El trago saliva.

– ?Seria tan amable de abrir la puerta? -dijo Peter.

El mismo oyo que sonaba mas como una suplica que como una orden.

Ella aun no dijo nada; lo miro un rato y luego se fue a la cocina. Desaparecio de su vista algunos segundos pero despues volvio a aparecer en el vano de la puerta.

En la mano derecha sostenia una aguja.

Peter se dio la vuelta y comenzo a golpear la puerta. Intento gritar para pedir ayuda pero como en una pesadilla no salio ningun sonido de sus labios. Con el rabillo del ojo vio que ella se acercaba, la empujo y corrio dentro de otra habitacion. Con un movimiento reflejo miro a su alrededor para intentar encontrar algo con lo que defenderse. Sus ojos se quedaron clavados en una fotografia ampliada que colgaba de la pared opuesta.

Era el.

Era el de adulto, pero la fotografia parecia tener por lo menos cuarenta anos.

Oyo como ella se le acercaba y sintio como le pinchaba en la espalda.

La habitacion comenzo a dar vueltas y se desplomo al suelo. Cayo en una profundidad interminable y arriba del todo pudo ver el rostro de ella por entre una niebla acercarse al suyo. Podia oir su voz como a traves de un eco en lo mas profundo de su cerebro.

– Ahora pequeno Peter. ?Por fin te tengo!

Solo pudo darse cuenta de que su sueco-finlandes habia desaparecido.

Cayo un poco mas y luego desaparecio.

29

Lo primero que recupero fue el oido. Oyo sonidos que no podia ubicar. Era imposible abrir los ojos e intento recordar que habia sucedido.

Un fuerte olor entro por su nariz y el cuerpo reacciono inmediatamente. Abrio los ojos y en ese mismo instante lo recordo todo. Ella estaba inclinada sobre el y alargaba algo hacia su rostro. Volvio la cabeza para evitar el desagradable olor.

Comprendio que estaba tumbado en una cama e intento levantarse. Algo se lo impedia. Las piernas y el brazo izquierdo estaban atados.

Sintio que el panico se apoderaba de el. ?Que deseaba ella en realidad?

La miro pero no consiguio articular ni una palabra.

– Ahora tranquilizate -dijo ella-. Esto es solo una medida de precaucion hasta que nos conozcamos mejor. Si chillas o intentas desatarte tendre que encerrarte en el armario de alli. Y debes saber que ya esta bastante lleno. La gorda de Elisabet Gustavsson lo ocupa casi por completo.

El miro la puerta cerrada. ?Era realmente cierto? ?Habia conseguido transportar el cuerpo hasta aqui sin ser descubierta? ?No era posible!

Como si ella hubiera oido sus pensamientos prosiguio:

– ?Quiza quieres que salga a saludar?

Sin esperar respuesta se acerco a la puerta del armario y abrio.

– Dile hola al publico -dijo y rio.

Alargo la mano y saco un brazo sin vida por la rendija y lo movio como si saludara.

El miro a su alrededor buscando algo donde vomitar pero no encontro nada.

Se inclino sobre el borde de la cama todo lo que pudo y vacio su estomago.

– Vaya, el pequeno Peter se encuentra mal -dijo con voz infantil-. Te lo mereces.

Volvio a apoyar la cabeza sobre la almohada y cerro los ojos. Necesitaba pensar. No comprendia nada. Demasiados detalles habian cambiado y demasiadas personas estaban involucradas para que el, en su estado de confusion, pudiera aclarar la situacion. Comprendio que la unica salida era preguntarselo a ella. Si esto era el final, por lo menos deseaba saber por que.

Abrio los ojos. Ella estaba inclinada sobre un tocadiscos y en ese mismo instante la habitacion se lleno de musica. Ella empezo a bailar y coloco la mano frente a la boca como si fuera un microfono. Peter reconocio la cancion.

«Dancing Queen.»

No soporto contemplarla. Volvio la cabeza y miro a la pared.

Descubrio que ya no se sentia atemorizado, lo cual le sorprendio sobremanera. Con todo el terror que habia sentido ultimamente era totalmente incomprensible que en la situacion actual se sintiera tan relajado. Quiza a estas alturas su capacidad de sentir miedo ya estaba agotada, o quiza inconscientemente comprendia que eso no serviria de nada.

Cuando acabo la cancion solo se oia el ruido que hacia la aguja sobre el disco que seguia girando.

El la miro de reojo y vio que se sentaba en una de las butacas.

La habitacion era bastante grande; ademas de la cama en la que estaba tumbado, habia un sofa de pana con butacas a juego, una mesa de centro repleta de cosas y una estanteria. Las paredes estaban llenas de cuadros y carteles, colocados sin ningun cuidado, a veces hasta se solapaban. Subrayaban el desorden que imperaba en la habitacion; la palabra caos no encajaria del todo mal. Las pocas superficies de la pared que aun no tenian imagenes parecian haber sido verde pistacho en una vida anterior, pero ahora grandes trozos estaban desnudos y por ellos asomaba el yeso. A lo largo del techo corria una gruesa grieta que podria hacer que la persona mas confiada dudase de su solidez. La grieta seguia por el techo hasta la pared que daba a Sibyllegatan, donde jirones de unas cortinas de un sucio hilo verde colgaban de las barras cubriendo a medias las ventanas. El suelo estaba repleto de periodicos, basura, viejos envoltorios de comida y jirones de tela. No habia ninguna planta con vida en la habitacion. Era como si todos los objetos del piso hubieran hecho un pacto secreto para que ningun organismo sobreviviera mucho tiempo entre esas cuatro paredes. Hasta el aire parecia viciado.

Estaba perfectamente claro que la persona que vivia en esta pocilga no estaba en sus cabales. Se encontraba en la habitacion de una loca.

El disco seguia girando.

Miro el telescopio que habia junto a la ventana. Se pregunto si en ese momento la imagen de Olof seguia en el. Esa posibilidad le lleno de una especie de imaginaria seguridad y sintio una gran necesidad de que el telescopio

Вы читаете Culpa
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату