dormitorio, cojo otras dos cosas, que, en mi opinion, me quedan ideales, y a continuacion el maquillaje, si bien de momento solo me pongo un poco de rimel. Lo meto todo en una pequena bolsa y luego salgo sigilosamente al rellano y llamo el ascensor. Aqui esta. Ha llegado. Entro de puntillas e introduzco la bolsa en el compartimento que hay en lo alto, bajo las bombillas. Acto seguido, ya mas tranquila, vuelvo a entrar en casa. Pongo otra vez la cancion de Massi. Es preciosa. Bailo por un instante con los ojos cerrados y sueno… Acto seguido, vuelvo a abrirlos de golpe. Quiza no nos veamos nunca mas, esa idea me destruye. Me echo en la cama, hojeo rapidamente el libro que estoy leyendo,
– ?Bajas?
Hoy me siento un poco
– ?Estoy bien asi, mama?
Me asomo guapa y tranquila a la cocina. Mi madre deja la aguja, el hilo y el calcetin que esta remendando sobre la mesa. Luego me mira, me escruta de arriba abajo y esboza una sonrisa.
– Si.
Todo parece ir sobre ruedas.
– ?Estan ya abajo?
– Si.
– Vale, ve y no vuelvas tarde. Lleva el movil encendido y cerca de ti, y a las once te quiero en casa.
Le doy un beso apresurado en la mejilla y salgo corriendo antes de que llegue mi padre. Con el resultaria mas arduo. Salgo al rellano y, justo en ese momento, sale tambien nuestro vecino de enfrente. Oh, no, eso si que no. ?Y ahora que hago? Es un tipo simpatico. Se llama Marco, trabaja en la television y debe de tener unos cuarenta anos. Tengo que arriesgarme. Abro la puerta del ascensor y a continuacion lo miro sonriente.
– ?Que hace?, ?baja a pie para mantenerse en forma o coge el ascensor?
Marco me mira repentinamente perplejo y arquea las cejas.
– ?Por que? ?Te parece que he engordado?
A mi me parece que varios kilos, pero si se lo digo puede que se ofenda. Es duro en esos casos. Hay que ser diplomatico y yo, por desgracia, no siempre lo soy. O bromista. Eso me sale mejor.
– ?Que prefiere?… ?Una mentira o la cruda verdad?
– Entiendo. -Me sonrie, pero tengo la impresion de que se ha mosqueado un poco-. ?Bajare a pie!
– No… ?Estaba bromeando!
Pero no le doy tiempo a cambiar de idea. Entro en el ascensor, cierro las puertas y pulso el boton de la planta baja. Espero a que descienda un piso y lo detengo. Tengo escasos minutos para cambiarme. Vamos, de prisa. Bajo la bolsa, saco la ropa que hay dentro y me desnudo a toda velocidad. Me cambio los zapatos, los pantalones y la camiseta por el top, la falda corta y las botas. Recojo las cosas que hay en el suelo, me pongo un poco de rimel, de colorete y de
– ?Ascensor! ?Ascensor!
Otras voces.
– ?Que pasa? ?Se ha bloqueado?
Meto tambien en la bolsa el maquillaje y a continuacion pulso el boton de la B. Me parece estar viviendo una de esas peliculas de accion tipo
– Pero ?que ha pasado
– Eh… -Sonrio ingenua, tratando de parecer lo mas joven e infantil que puedo-. No lo se, se ha parado…
Pero Marco, que debe de tener buen ojo y una magnifica memoria, escruta antes el interior del ascensor para cerciorarse de que dentro no este mi otro yo y, a continuacion, cabecea.
– Ahora entiendo por que habia engordado de repente.
– Si… -Sonrio mientras me encamino hacia el porton-. ?Ha visto? ?Le ha bastado hacer un poco de ejercicio para perder esos kilos de mas!
Y escapo corriendo. Luego me detengo y me surge una sospecha. ?Y si fuera como pienso? ?Se habra dado cuenta? Creo que si. A una madre no se le escapa nunca nada, ni siquiera de lejos. Abro el movil y llamo de inmediato a casa. Responde Ale.
– ?Me pasas a mama?
– ?Donde estas?
– Dile a mama que se ponga.
No me responde. Baja el auricular y oigo como la llama mientras se aleja:
– Mama, al telefono…
Mantengo el movil pegado a la oreja, me asomo un poco por el porton y la veo en el preciso momento en que desaparece de la ventana. ?Sabia que estaria ahi! Era lo que esperaba, de modo que echo a correr hacia la verja. Mientras tanto, oigo su voz en mi movil.
– Si, ?quien es?
– Soy yo.
– Caro, ?que pasa? ?Donde estas?
– Estoy ya en el coche con Alis.
– ?Y por que me llamas?
– Queria decirte algo. Te quiero muchisimo, mama.
Siento que sonrie al otro lado de la linea, mas dulce y mas maternal que nunca y, por un instante, me siento culpable.
– ?Yo tambien! Pero no vuelvas tarde.
– Por supuesto, mama…
Y cuelgo. Ya mas serena, olvido el sentimiento de culpa y me meto en el coche de Alis con una unica certeza:
– Esta noche nos divertiremos a rabiar.
Alis parte como un rayo.
– ?Claro! ?Sabes quien viene?
Y empieza a soltar una retahila interminable de nombres que apenas puedo recordar pasados unos minutos. Mientras habla, conduce a una velocidad increible. Alis se ha convertido en un monstruo con su cochecito. Es genial, ha conseguido un Aixam de color marfil, ha tapizado el interior de rosa y en el capo ha hecho pintar dos grandes ojos rosas al estilo Hello Kitty. ?E incluso ha instalado la conexion para su iPod! Asi podemos escuchar nuestra musica. Pongo en seguida una cancion que me encanta:
– Eh, pero ?como lo hiciste?
– ?A que te refieres?
– ?Como conseguiste que nos invitaran a Clod y a mi?
– Oh, fue muy facil. Les dije que estabais organizando una fiesta increible en el Supper, ?conoces ese local todo blanco donde es tan dificil entrar?
– Pero si nosotras no estamos organizando nada…
– ?Y ella que sabe?
– ?Y si lo descubre?
– ?Pues le decis que habeis cambiado de idea! ?O acaso uno no puede cambiar de idea?