Esta llena de fusiles antiguos, de arcabuces, de espadas, de lanzas, de yelmos y extranas banderas. Matt me lleva de la mano por entre las viejas armas y los estandartes hasta llegar frente a un maniqui que luce un vestido increible hecho con perlas y pequenas piedras de mil colores, un cuerpo de rombos de plata y oro blanco, de hilos dorados que se entrelazan formando magicos entramados. Me empuja con la mano hasta alli; luego me suelta, de modo que acabo detras del maniqui.
– Eso es, parate ahi… -Matt saca del bolsillo un Nokia N95. Lo reconozco de lejos. Era mi segundo preferido-. Quieta… No te muevas. ?Eso es, asi, la cabeza bien alta!
Me quedo inmovil detras del maniqui, como si fuese yo la que llevara puesto ese vestido tan antiguo y precioso. Matt dirige el movil hacia mi, me encuadra y a continuacion saca una fotografia. Flash.
– Ya esta -sonrie-. Eres mi princesa.
Caramba. El chico va fuerte. Pero antes de que me de tiempo a pensar en otra cosa, me coge de nuevo la mano y casi me hace girar sobre mi misma. Corro detras de el como puedo. Pasa por delante de otras dos armaduras mas sencillas, luego se detiene al fondo de la habitacion, me mira con aire malicioso y tambien un poco astuto.
– Chsss, por aqui. ?Es un pasadizo secreto!
Y se mete en una chimenea, en un estrecho pasadizo que acaba en una escalera iluminada con unas pequenas bombillas de luz tenue y vacilante, como si fuesen antorchas. Lo sigo mientras sube por la escalera de caracol de madera hasta llegar a una pequena verja.
Rechina cuando la abrimos. Despues salimos a la gran azotea de la casa, como si hubiesemos llegado alli procedentes de un pequeno desvan. Se trata de una gran explanada bajo el cielo. En el extremo de la azotea hay cuatro agujas.
– ?Debia de ser un autentico castillo! Ven.
Matt me coge de nuevo la mano y yo, como no podia ser de otra forma, lo sigo. Y en la oscuridad de la noche llegamos al borde de la azotea, rodeado por una vieja barandilla blanca un poco desconchada. Matt se apoya en ella asomandose ligeramente hacia adelante.
– Mira, ahi abajo siguen bailando.
Yo tambien me asomo. Veo a Alis, que, en medio de los demas, se divierte en compania de Clod, Simona y el resto de las chicas del colegio. Ahora estan haciendo una especie de trenecito, la musica asciende levemente amortiguada, desmenuzada por el viento, que aleja algunas notas.
– Vamos a ver lo que hay alli… -Se dirige hacia la barandilla que hay al otro lado. Lejos de todo y de todos. De ese ruido. Llegamos bajo unos grandes arboles de color verde oscuro, tan oscuros coma la noche que nos rodea, como la ciudad que parece tan remota. A lo lejos solo se divisan las mil luces de las calles que conducen al centro-. Eso de ahi abajo es el Altar de la Patria.
Apunto a lo lejos con la mano. Trato de seguir la direccion que senala su dedo hasta que lo encuentro. O, al menos, eso me parece. Despues yo tambien le senalo algo.
– ?Y eso que se ve al fondo, todo iluminado, que es?
Matt me sonrie.
– A ver… -Casi apoya la mejilla en mi brazo y a continuacion se inclina poco a poco intentando entender que le estoy senalando, como si mi dedo fuese una mira telescopica-, ?Te refieres a eso?
– Si, si, claro.
Siento su mejilla caliente en mi brazo. Despues me agarra la mano y me atrae hacia si. Me mira a los ojos.
– No lo se, lo unico que se es que tienes las manos frias.
Eso ya me lo dijo alguien en otra ocasion. Dios mio, ?quien fue? Ah, si, Lorenzo. ?Y yo que le conteste? Algo tremendo…, manos frias, corazon caliente. Una respuesta terrible, en absoluto original. Solo que despues Lorenzo me beso. Si, pero Matt es diferente. Me arriesgo.
– Eh, si, un poco. Pero no tengo frio…
Me sonrie. Me coge la otra mano y sujeta las dos entre las suyas.
– Es verdad, la otra esta un poco mas caliente.
Me mira de nuevo a los ojos, de forma intensa, demasiado intensa. Desliza sus manos por mis brazos hasta llegar al codo, me atrae lentamente hacia el a la vez que el tambien se aproxima. No me lo puedo creer. Despues de dos anos. Dos anos… Ya te digo… ?Dos anos! Me gustaria gritarlo. ?Hace dos anos que me gusta!
– ?Matteo!
Una voz repentina. Nos volvemos los dos hacia la verja por la que hemos salido a la azotea. Junto a ella hay una chica acompanada de otras personas. Y en un instante tengo la impresion de que la magia se desvanece. Matt deja caer de inmediato mis brazos y se aparta de mi. Del fondo llega la chica que lo ha llamado junto con otras dos. -?Donde te habias metido? Matt parece un poco azorado. -Estaba aqui arriba… -Si, ya lo se. Te vi desde abajo. ?Y ella? -Tambien ella estaba aqui arriba.
Permanecemos unos segundos en silencio. Parecen interminables. Las otras dos chicas me escrutan. Matt recupera el habla. -Nos encontramos aqui… iba a mi clase antes de… Pero la tipa no lo escucha. -Soy su novia.
«Pues menuda suerte tienes», me gustaria decirle o, mejor, «Me importa un comino», o incluso «Pero ?es que alguien te lo ha preguntado?». En cambio, lo unico que consigo contestar es un estupido «Ah, bueno…». Y antes de que todo se desmadre llega mi salvacion. Ahi esta, justo a sus espaldas. -?Gibbo!
Lo acompanan Clod y Alis.
– ?Ves como era ella? ?Te lo dije! -Luego se dirige a mi-: ?Te vimos desde abajo!
Pero bueno, ?es que en lugar de bailar todos se dedicaban a mirar hacia arriba? Bah. Me alejo. -Carolina…
Me vuelvo por ultima vez hacia Matt.
– Lo que senalabas es San Pedro.
Me mira y esboza una sonrisa. Quiza tambien lo lamente un poco. Quiza. Me doy media vuelta y me marcho sin contestarle siquiera. Cojo a Gibbo del brazo. -?Venga, vamos a bailar! -Pero si acabo de parar para descansar un poco. -No me negaras que esta es preciosa… -?Pero si desde aqui no se oye nada! -?Vamos!
?Y lo arrastro por la escalera sin dejarlo pronunciar ni una sola palabra! Alis y Clod nos dan alcance. Me vuelvo hacia ellas.
– Eh, ?vosotras sabiais que Matt tenia novia?
Alis abre los brazos.
– Claro.
– ?Y tu tambien?
Clod asiente con la cabeza.
– ?Y quien no?
– ?Yo! ?Por que no me lo dijisteis?
– Porque te fuiste corriendo cuando el te agarro…
– ?Te rapto! -Clod me da una palmada en el hombro-. ?Verdad?
– Pues si… Un momento, ?como es que vosotras lo sabiais?
Alis y Clod se miran por un instante y a continuacion sueltan una carcajada.
– ?Porque a nosotras tambien
– Que canallas… ?Y no me dijisteis nada!
– Bueno, como siempre hablabas de el de una forma tan apasionada, no nos atreviamos a decirte nada…
– Y, claro, como nos contaste la historia con Lore de este verano y luego la de Massi el otro dia, pensamos: ?ahora Matt ya puede ser nuestro!
– ?Ni se os ocurra!
Y me abalanzo sobre ellas, bromeando, tratando de golpearlas. Gibbo, que esta a mis espaldas, se queda estupefacto.
– ?Eh! Pero ?que estais haciendo? ?Calma, que se va a hundir la escalera!
Alis y Clod se sueltan y bajan corriendo.
– Esto es la guerra… ?Gana la que lo consiga!
Trato de perseguirlas, pero tropiezo y bajo rodando los tres ultimos escalones. Al final, menos mal, logro