La de esa noche:
La que describe el momento mas bonito de tu vida:
La que te gustaria tocar con tus amigos:
La que le dedicarias a el:
La que escuchas cuando te cabreas:
La que empieza mejor:
– Eh, ?se puede saber que te pasa? ?Por que me evitas?
Gibbo se reune conmigo en el patio.
– ?Yo?
_Si, tu, no te hagas la loca. Es asi. ?No estaba rico el chocolate?
Me mira y sonrie. Es siempre tan encantador y amable, y ademas me pasa los deberes. Solo que hay un problema: me gusta para un beso, eso es todo. Pero ?como puedo decirselo? En fin, lo intentare.
– Veras, Gibbo,…, estoy muy mal…
– ?Por que? ?Que te ha pasado?
– Tengo miedo de perderte como amigo.
– ?Y por que deberias perderme? Al contrario, las cosas son mas faciles ahora.
– ?Que quieres decir?
– Bueno, a fin de cuentas era una idea que me rondaba desde hacia tiempo por la cabeza, y si no hubiese ocurrido asi, como un juego, como una apuesta, perdida, las posibilidades de que nuestra amistad se acabase habrian sido altisimas, mas del setenta y siete por ciento. -Despues me escruta, me sonrie y se acerca a mi como si pretendiese besarme de nuevo-. En cambio ahora, que por fin estamos juntos…
Y prueba a besarme, pero en cuanto me roza los labios yo giro la cabeza y me lo estampa en la mejilla.
– De eso se trata precisamente. -Me levanto-. Nosotros no estamos juntos. Y el riesgo es exactamente ese, que si continuamos asi al final no tendremos ni una cosa ni otra… Nos distanciaremos.
Gibbo abre los brazos.
– ?Y eso que tiene que ver?
– Los protagonistas son muy amigos, tanto que incluso le buscan posibles parejas al otro, pero al final comprenden que los unicos que encajan son ni mas ni menos que ellos mismos, el con ella y ella con el, no hay otras posibilidades.
Se acerca de nuevo para darme un beso, pero yo me vuelvo a toda prisa hacia el otro lado, de modo que me besa en la otra mejilla.
– Ya, pero te has olvidado de un pequeno detalle…
– ?Cual?
– Que se trata de una pelicula, mientras que lo nuestro es la triste realidad.
Y me alejo asi de el, dandole la espalda. Un poco melodramatica, ?no? He hecho una salida arrogante con una frase de efecto, pero al menos asi reflexionara. Gibbo permanece donde esta, al fondo del patio, y abre los brazos.
– Pero, perdona, ?a que triste realidad te refieres? ?Creia que nos divertiamos mucho juntos!
Me hago la loca, entro y subo la escalera. Y casi parece una pelicula de verdad.
Pero apenas un segundo despues, Filo me agarra del brazo.
– Disculpa, ?puedes venir un momento?
Me arrastra por el pasillo, algunos de los chicos que estan apoyados en la pared se dan cuenta y nos miran algo sorprendidos.
– Ven, ven, entra aqui.
Abre la puerta del servicio de los profesores y me empuja dentro.
– ?Ay, Filo, me estas haciendo dano en el brazo!
Me suelta.
– Quiero que me expliques lo que he oido, vamos, explicamelo.
Se planta delante de mi y me arrincona. Intento escabullirme por todos los medios, pero el tiene los brazos en alto, alrededor de mi cabeza y apoyados en la pared.
– ?A que te refieres?
No obstante, intuyo de que esta hablando. ?Sera posible que Alis y Clod no puedan tener la boca cerrada ni siquiera por una vez? ?Son geniales! No, genial tu, que sigues contandoselo todo.
Pruebo a escapar, pero Filo me arrincona.
– ?Y bien?
– ?Y bien, que?
– ?Es verdad?
– ??El que?! -le grito a la cara.
– Que besaste a Gibbo.
– Si…
– ?Como que si? -repite casi gritando.
– Es decir, no.
– Ah, entonces no…
Parece mas tranquilo.
– O sea, si y no.
– ?Que quieres decir?
– Te he dicho que si y que no.
Me escabullo por debajo de el y consigo rodearlo, pero el me detiene de nuevo.
– ?Que quiere decir si y no? Eso no puede ser. O lo besaste o no lo besaste. ?Me lo explicas de una vez?
– Muy bien, pero dejame en paz, ?eh? Tienes que soltarme, ?estamos? Dejame un poco de espacio porque me estas agobiando, ?vale?
– Vale.
Filo parece calmarse. Se aparta un poco, aunque sin dejar de vigilarme para que no escape.
– Esta bien. -Lo miro a los ojos-. Te lo voy a contar.
Exhalo un largo suspiro.
– Lo bese.
Filo entorna los ojos.
– No. No me lo puedo creer. No es verdad. ?Me estas contando una milonga!
– ?Y por que, perdona? Tu me lo has preguntado, ?no?
– Pero ?por que lo besaste? Cuando yo te lo pedi me dijiste que no, que no era posible, ?que eramos amigos! ?Acaso no lo eres tambien de el?
– Si, de hecho te he dicho que si y que no.
– ?O sea?
– Que lo bese, pero tambien le he dicho ya que no volvere a hacerlo.
Filo se queda perplejo por un instante. A continuacion arquea las cejas.
– De acuerdo, pero dado que yo te lo pedi primero, deberias haberme besado a mi antes que a el.
– Lo entiendo, pero supongo que no era el momento. Despues sucedieron algunas cosas, quiza yo haya cambiado.
– ?Has cambiado?
– Si, parezco la misma, pero he cambiado.
– Bien, en ese caso, dado que has cambiado, ahora debes besarme tambien a mi.