Se supone que el periodico es el guardian de la comunidad y lo estamos entregando a los cachorros. Si pensamos en el buen periodismo que hemos visto en nuestras vidas… la corrupcion desenmascarada, el beneficio publico… ?De donde saldra eso ahora si hacen trizas todos los periodicos del pais? ?Del Gobierno? Ni hablar. ?La tele, los blogs? Menos aun. Un amigo mio al que le dieron puerta en Florida dice que la corrupcion sera la nueva industria floreciente sin el control de los periodicos. -Hizo una pausa para ponderar la tristeza de la situacion-. Mira, no me interpretes mal, solo estoy deprimida. Angela es fantastica, hara un buen trabajo y dentro de tres o cuatro anos partira la pana igual que tu ahora. Pero la cuestion es cuales son las historias que se perderan hasta entonces. Y cuantas de ellas tu no habrias pasado por alto.
Me limite a encogerme de hombros. Eran preguntas que le importaban a ella, pero a mi ya no. Al cabo de doce dias estaria en casa.
– Bueno -dijo despues de un prolongado silencio-. Lo siento, siempre he disfrutado trabajando contigo.
– En fin, todavia tengo algo de tiempo. Tal vez encuentre algo bueno de verdad para terminar a lo grande.
Fowler sonrio de buena gana.
– ?Eso seria genial!
– ?Ha pasado algo hoy que tu sepas?
– Nada importante -dijo Dorothy-. He visto que el jefe de policia se va a reunir otra vez con lideres negros para hablar de los crimenes raciales. Pero ya estamos hartos de eso.
– Voy a llevar a Angela al Parker Center, a ver si encontramos algo.
– Bien.
Al cabo de unos minutos, Angela Cook y yo volvimos a llenarnos las tazas de cafe y ocupamos una mesa en la cafeteria situada en la planta baja, en el espacio donde las viejas rotativas habian girado durante muchas decadas antes de que empezaran a imprimir el diario fuera. La conversacion con Angela era encorsetada. La habia conocido seis meses antes, cuando la contrataron y Fowler fue pasando por los cubiculos a presentarla. Pero desde entonces no habia trabajado con ella en ningun articulo, no habia comido ni tomado cafe con ella, ni la habia visto en ninguno de los bares favoritos de los veteranos de la redaccion.
– ?De donde eres, Angela?
– De Tampa. Fui a la Universidad de Florida.
– Buena escuela. ?Periodismo?
– Hice el master alli, si.
– ?Has hecho reportaje policial?
– Antes de volver de mi master trabaje dos anos en St. Pete. Pase un ano en Sucesos.
Tome un poco de cafe, pues lo necesitaba. Tenia el estomago vacio, porque no habia podido retener nada en las ultimas veinticuatro horas.
– ?St. Petersburg? ?De que estamos hablando, de unas pocas docenas de crimenes al ano?
– Con suerte.
Angela sonrio con ironia. Un buen reportero de crimenes siempre codiciaba un buen asesinato del que escribir. La buena suerte del periodista era la mala de alguien.
– Bueno -dije-, aqui si estamos por debajo de los cuatrocientos puede considerarse un buen ano. Muy bueno. Los Angeles es el sitio donde hay que estar si quieres trabajar en Sucesos; si quieres contar historias de asesinatos. Si solo estas haciendo tiempo hasta que surja el siguiente ascenso, probablemente no te gustara.
Angela nego con la cabeza.
– No me preocupa el siguiente ascenso; esto es lo que quiero. Quiero escribir historias de asesinatos, quiero escribir libros sobre esto.
Sonaba sincera, como si fuera yo mucho tiempo atras.
– Bien -dije-. Voy a llevarte al Parker Center para que conozcas a alguna gente: detectives, sobre todo. Te ayudaran, pero solo si confian en ti. Si no lo hacen, lo unico que conseguiras seran comunicados de prensa.
– ?Y eso como se logra, Jack? Que confien en mi.
– Ya sabes como: escribe articulos y se justa, precisa. Sabes lo que has de hacer; la confianza se construye sobre los hechos. Lo que has de recordar es que los polis de esta ciudad tienen una red asombrosa. La fama de un periodista se extiende deprisa. Si eres justa, todos se enteraran. Si jodes a uno de ellos, tambien, y entonces te cortaran el acceso.
Parecia avergonzada por mi lenguaje. Tendria que acostumbrarse, si iba a tratar con policias.
– Hay otra cosa -dije-. Tienen una nobleza oculta; me refiero a los buenos. Y si puedes meter eso en tus articulos, con el tiempo te los ganaras. Asi que fijate en los detalles reveladores, en los pequenos momentos de nobleza.
– Vale, Jack. Lo hare.
– Entonces te ira bien.
Al volver a la redaccion, le pedi a Angela que escribiera -seria su primer articulo en el puesto- mientras yo trataba de localizar a Wanda Sessums, quien me habia llamado airada el viernes anterior.
Como no habia registro de su llamada en la centralita del
Walker estaba sentado a su mesa cuando llame. Su voz sono bastante amable hasta que me identifique como periodista del
– ?Que puedo hacer por usted? -dijo Walker con tono tajante.
– Estoy tratando de localizar a la madre de Alonzo Winslow y me preguntaba si podria ayudarme.
– ?Y quien es Alonzo Winslow?
Iba a decir, «venga, detective», cuando me di cuenta de que se suponia que yo no debia conocer la identidad del sospechoso. Habia leyes que impedian la publicacion de nombres de menores acusados de crimenes.
– Su sospechoso en el caso Babbit.
– ?Como conoce ese nombre? Y no lo estoy confirmando.
– Lo entiendo, detective. No le estoy pidiendo que confirme el nombre; lo conozco. Su madre me llamo el