Denslow como en Bill Denslow, como en Denslow Data.
No me cabia ninguna duda: habia encontrado la firma. La firma secreta que Rachel me habia dicho que estaria ahi.
Apague la pantalla y me levante.
– Tengo que irme.
Rodee la mesa y recogi la mochila del suelo.
– ?Jack? -pregunto Fowler.
Me dirigi hacia la puerta.
– Ha sido agradable trabajar contigo, Dorothy.
Todavia no habia llamado a Rachel. Primero queria llegar a Arizona: ocurriera lo que ocurriese, mi informacion incluia mi participacion. Tecnicamente ya no era periodista, pero seguia protegiendo mi historia.
Ese margen de tiempo tambien me permitio reflexionar mas sobre lo que tenia y preparar una estrategia. Despues de alquilar un coche y conducir hasta Mesa, me meti en el aparcamiento de una tienda abierta veinticuatro horas y entre a comprar un telefono prepago. Sabia que Rachel estaba trabajando en el bunker de Western Data. Cuando la llamara, no queria que viera mi nombre identificado en la pantalla y que lo pronunciara delante de Carver.
Llame cuando por fin estuve preparado y de nuevo en el coche y ella respondio despues de cinco tonos.
– Hola, habla la agente Walling.
– Soy yo. No digas mi nombre.
Hubo una pausa antes de que continuara.
– ?En que puedo ayudarle?
– ?Estas con Carver?
– Si.
– Bien, yo estoy en Mesa, a unos diez minutos de ahi. Necesito encontrarme contigo sin que nadie mas de ahi dentro lo sepa.
– Lo siento, no creo que sea posible. ?De que se trata?
Por lo menos me seguia la corriente.
– No te lo puedo decir. Tengo que ensenartelo. ?Has comido ya?
– Si.
– Bueno, pues diles que necesitas un cortado o algo que no tengan en sus maquinas. Nos encontramos en el Hightower Grounds en diez minutos. Preguntales si alguien mas quiere un cortado, si no te queda mas remedio. Arreglatelas y sal de ahi y ven a reunirte conmigo. No quiero acercarme a Western Data para nada por las camaras que hay por todas partes.
– ?Y no puede decirme ni aproximadamente de que se trata?
– Es sobre Carver, asi que no hagas preguntas como la que acabas de hacer. Limitate a buscar una excusa y ven a encontrarte conmigo. No le digas a nadie que estoy aqui ni que estas haciendo.
No respondio y eso me puso nervioso.
– Rachel, ?vienes o no?
– De acuerdo -dijo por fin-. Lo hablamos entonces.
Colgo.
Cinco minutos mas tarde estaba en el Hightower Grounds. Sin duda, el lugar recibia su nombre de la vieja torre de observacion del desierto que se elevaba detras. Parecia como si estuviera en desuso en aquel momento, pero por encima la engalanaban los repetidores para moviles y las antenas.
Entre y descubri que el local estaba casi vacio. Un par de clientes que parecian estudiantes de instituto estaban sentados a solas con portatiles abiertos frente a ellos. Fui a la barra a pedir dos tazas de cafe y luego puse mi ordenador sobre una mesa situada en un rincon, lejos de los otros clientes.
Despues de recoger las dos tazas que habia pedido, me servi generosamente leche y azucar y volvi a mi mesa. A traves de la ventana controle el aparcamiento, pero no vi rastro alguno de Rachel. Me sente, tome un sorbo de cafe humeante y luego me conecte a Internet a traves del Wi-Fi gratuito del establecimiento.
Pasaron cinco minutos. Comprobe los mensajes y pense en lo que iba a decirle a Rachel si aparecia. Tenia la pagina de espantapajaros en la pantalla y estaba listo para arrancar. Me incline para leer el recibo del cafe.
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Hice una bola con el papel y trate de encestarlo en una papelera. Falle. Despues de levantarme y meterla de rebote abri mi movil y estaba a punto de volver a llamar a Rachel cuando finalmente vi que se metia en el aparcamiento. Al entrar en el local, me vio y se dirigio directamente a mi mesa. Llevaba una nota en la mano con las peticiones de cafe de sus companeros.
– La ultima vez que sali a por cafe era una agente novata en una negociacion con rehenes en Baltimore -dijo-. No hago estas cosas, Jack, asi que sera mejor que valga la pena.
– No te preocupes. Merece la pena. Creo. ?Por que no te sientas?
Rachel se sento y yo empuje la taza de cafe hasta su lado de la mesa. Ni lo probo. Llevaba gafas oscuras, pero vi la linea azulada y profunda bajo su ojo izquierdo. La magulladura de la mandibula habia desaparecido ya y la herida de la boca quedaba oculta bajo el carmin. Habia que buscarla para verla. Yo habia pensado en si seria indicado inclinarme sobre ella para aventurar una caricia o un beso, pero me di por aludido con su actitud profesional y me mantuve a distancia.
– Muy bien, Jack, aqui me tienes. ?Que estas haciendo aqui?
– Creo que he encontrado la firma. Si no me equivoco, Mc Ginnis no era mas que una tapadera. Una cabeza de turco. El otro asesino es el Espantapajaros. Tiene que ser Carver.
Me miro durante un momento muy largo. Sus ojos no revelaron nada a traves de las gafas de sol. Finalmente hablo.
– Asi que te has metido en un avion, con lo a menudo que sueles volar, para venir hasta aqui y decirme que el hombre junto al que trabajo es tambien el asesino al que he estado persiguiendo.
– Exacto.
– Mas te vale que sea bueno, Jack.
– ?Quien se ha quedado en el bunker con Carver?
– Dos agentes del equipo RPE, Torres y Mowry. Pero no te preocupes por ellos. Dime que pasa.
Intente preparar el escenario para lo que queria ensenarle en el portatil.
– Antes que nada, me preocupaba una cuestion: ?que proposito tenia raptarte?
– Despues de ver alguno de los videos recuperados en el bunker, prefiero no pensar en eso.
– Perdona, no he escogido bien las palabras. No me refiero a lo que iba a ocurrirte a ti. Me refiero a por que tu. ?Que sentido tenia correr un riesgo tan grande? La respuesta facil es que eso habria creado una gran distraccion de la investigacion central. Y es cierto, pero tambien lo es que la distraccion habria sido como mucho temporal. Los agentes habrian empezado a aparecer a docenas por este lugar. En poco tiempo nadie podria saltarse un stop sin que los federales lo sacaran del coche. Distraccion concluida. -Rachel siguio el razonamiento y asintio-. Hasta aqui, vale, pero ?que ocurre si pensamos que habia otra razon? -pregunte-. Ahi fuera tienes a dos asesinos: un mentor y un discipulo. El discipulo intenta raptarte por su cuenta. ?Por que?
– Porque Mc Ginnis estaba muerto. Solamente quedaba el.
– Si eso es cierto, ?por que arriesgarse? ?Por que ir a por ti? ?Por que no poner tierra por medio? Ves que no encaja, ?verdad? Al menos segun nuestra manera de considerarlo. Pensamos que tu rapto era una maniobra de distraccion, pero en realidad no lo era.
– ?De que se trataba entonces?
– ?Y si Mc Ginnis no fuera el mentor? ?Y si su papel fuera parecerlo, si no fuera mas que una cabeza de turco,