arbol, sobre todo uno de los mas ancianos y mas grandes, sentia en los dedos un calor que se me extendia como una rafaga por todo el cuerpo. Muy pronto me di cuenta de que con aquella rafaga llegaba la energia.
– ?Eh! -le dije a Clint-. ?Estos arboles me estan cargando de energia!
– Lo se -respondio el, sin volverse a mirarme y sin aminorar el ritmo.
Me detuve lo suficiente como para dejar que mi mano permaneciera posada unos instantes en otro tronco lleno de nudos. ?Zas! El calor invadio mi cuerpo.
– ?Dios santo! ?Es como si fuera Wonder Woman, o algo asi!
De repente, Clint se detuvo y se volvio hacia mi.
– No como una superheroina, sino como una diosa.
– Si -dije yo sin aliento-. Si -repeti-, divina. Y no divina por un error, divina por eleccion, por derecho.
Clint elevo la mano hasta casi acariciarme la mejilla. En su rostro se dibujo una expresion de anhelo, y al verla, se me formo un nudo la garganta. Sin embargo, no me acerque a el. No podia. Bajo la mano y aparto la mirada. Miro hacia la derecha del camino y senalo.
– Es por ahi. Sigueme.
Yo asenti con entusiasmo, impaciente por salir del sendero y adentrarme mas en el bosque. Intente pasar por alto su expresion sombria y el encorvamiento de sus hombros.
Habiamos dado tan solo unos cien pasos mas cuando salimos de entre los arboles y la maleza y nos encontramos al borde de un pequeno claro. A mi se me escapo un jadeo mientras miraba a mi alrededor con asombro.
– ?Es exactamente igual que en Partholon!
Por el claro discurria el mismo riachuelo claro y tranquilo que se alejaba de nosotros hacia el bosque. Sin embargo, yo no estaba observando la corriente, sino los dos enormes robles que se erguian a cada una de sus orillas. Como en Partholon, sus enormes ramas estaban llenas de hojas verdes, inusuales para aquel tiempo tan frio de noviembre. Sus ramas estaban tan entrelazadas que era imposible distinguir donde terminaba uno de los arboles y donde comenzaba el otro. Era como si el tiempo los hubiera fundido el uno con el otro. Sus troncos gruesos estaban cubiertos por un musgo luminoso que resplandecia suavemente.
Sin decir una palabra, Clint y yo caminamos juntos hacia los arboles. Yo me di cuenta de lo quieto que estaba el aire, y de la extrana ausencia del canto de los pajaros. Cuanto mas nos acercabamos a los arboles, mas podia sentirlos. Nos detuvimos a pocos centimetros de los troncos, y yo mire a Clint.
– ?Y ahora que? -le pregunte con ansiedad.
– Haremos lo que hicimos antes -respondio el en voz baja, como si estuvieramos en una iglesia-. Nos concentraremos en reunir el poder de todo el bosque en una sola esfera dentro de mi.
Me quede sorprendida, y el sonrio brevemente.
– Si, yo tambien puedo experimentar el poder de este bosque. Pero no tanto como tu. En mi no fluye libremente, pero soy capaz de reunirlo. Normalmente lo uso para fortalecerme fisicamente. Es como un analgesico para mi espalda.
No era de extranar que se hubiera vuelto tan agil al entrar en el bosque. Yo asenti para mostrar que lo entendia y el continuo.
– Despues de acaparar todo el poder en mi interior, me concentre en que Rhiannon volviera a Partholon, y en que tu regresaras aqui. Entonces, cuando tu tocaste los arboles, yo te agarre y tire de ti. No se por que no afecto a Rhiannon, pero tu si estas aqui.
– De acuerdo, bien… Por lo menos, esta vez no tenemos que preocuparnos por Rhiannon. Por mi puede quedarse aqui. Pero yo quiero volver a casa.
Puse un pie a cada lado del riachuelo, y con decision pose ambas manos sobre el musgo color esmeralda. La descarga de calor que senti me subyugo con su intensidad.
Entre dientes le dije a Clint:
– No creo que sea ningun problema encontrar el poder. Me siento como si pudiera saltar un edificio de un solo bote.
– Concentrate en Partholon. Adelante, mi nina. Vuelve con el, vuelve a casa.
– Gracias -susurre antes de volver mi atencion hacia los arboles.
Incline la cabeza, aprete las manos con mas fuerza sobre el musgo y fije la vista en el agua clara de la corriente. Entonces me concentre. Lo primero que me vino a la mente fue Epi, y recorde la suavidad de su hocico cuando me saludaba al darme la bienvenida. Recorde como sus ojos castanos y liquidos reflejaban los mejores aspectos de mi alma. Y recorde a Alanna, no como un reflejo de mi amiga de este mundo, sino tal y como habia llegado a quererla, por si misma, por su dulzura y su sentido del humor unicos.
Despues, deje que las imagenes de ClanFintan inundaran mi mente. Pense en como se habia resistido para no enamorarse de mi, al creer, al principio, que yo era Rhiannon, aunque no fuera capaz de mantener ni la frialdad ni la distancia. En como me habia protegido y me habia amado.
Segui apretando los troncos de los arboles, con la esperanza de sentir que se volvian blandos bajo mis manos. Sin embargo, eran firmes y duros. Suspire con exasperacion, y aparte las palmas de los arboles.
– No funciona -dije, y me volvi hacia Clint-. Tal vez tu debas ayudarme. Acercate y haz las mismas cosas que hiciste antes de que los arboles se ablandaran y tu pudieras agarrarme a traves de ellos.
Clint asintio y se coloco a horcajadas sobre el riachuelo.
– ?Listo?
Volvio a asentir, y los dos levantamos las manos y las posamos en lados opuestos de los arboles. Estabamos uno frente al otro, y yo alce la vista para encontrarme con la intensidad de su mirada. El poder de los arboles aumento vertiginosamente entre nosotros dos, y me di cuenta de que sentia los latidos del corazon de Clint y el pulso de su sangre dentro de ellos, como si estuviera conectada con la fuerza de su vida. De repente, vi el aura de su silueta. Era de color azul, brillante como una joya, con matices de ambar y oro por los bordes. Y era hipnotica.
Su voz sono de repente, ronca de emocion.
– Si quieres que piense en mandarte a Partholon y alejarte de aqui, tendras que dejar de mirarme asi.
– ?Lo siento! -respondi, y cerre los ojos con fuerza para quitarme su imagen de la cabeza.
Volvi a pensar en ClanFintan y senti como temblaba el musgo. Mantuve la cabeza inclinada, abri los ojos y me concentre en el riachuelo que discurria por debajo de mi. El agua se movio como si fuera una ventana y se abrio, y yo mire hacia el mundo que habia mas alla.
Vi el claro de Partholon. Era exactamente igual que aquel en el que nosotros nos encontrabamos, pero estaba vacio. Sin dudarlo, conjure el poder que habia dentro de mi y lo lance a traves del agua hacia Partholon. Instantes despues tuve que parpadear rapidamente para librarme de las gotas de sudor que me caian desde la frente hacia los ojos. Se me habia acelerado la respiracion, y tenia la ropa humeda de sudor, pegada al cuerpo.
Habian comenzado a temblarme los brazos cuando oi un sonido cada vez mas intenso. Entonces, a traves de la corriente vi que ClanFintan se abria paso entre la maleza y entraba al claro, con un aura de color zafiro cuyos bordes dorados latian salvajemente.
– ?Shannon!
El poder de su voz resono de una manera inquietante a traves de la corriente.
– ?Estoy aqui! -respondi con un grito.
Su cuerpo de centauro se aproximo con una velocidad inhumana hacia los arboles. Se detuvo justo en el lugar que Clint ocupaba en este mundo.
– ?Como puedo ayudarte? -me pregunto, y la frustracion de su voz fue como un reflejo de la mia.
– ?Concentrate! Pon las manos sobre los troncos de los arboles y piensa en mi.
Rapidamente, el puso las manos en los troncos y me miro.
– Amor mio, no pienso en otra cosa.
Yo empuje y note que las manos se me hundian un poco en el musgo, que ahora era como una gelatina caliente. Segui empujando hacia delante y la masa liquida me envolvio los brazos hasta los codos. De repente, toque las manos de otro; eran unas manos mas grandes y mas calidas que las de un hombre humano.
A traves de la corriente me di cuenta de que ClanFintan abria los ojos de golpe, e intente freneticamente que mis manos obedecieran mis ordenes y se agarraran a las suyas.
Entonces, desde algun lugar por detras oi un aleteo oscuro que entraba en el claro. En aquel instante senti un cambio en los arboles. El poder que yo habia reunido en mi vacilo y comenzo a disminuir, como si alguien me lo