El no hizo ninguna broma, ni intento quitarle importancia a lo que ella habia dicho. Asintio solemnemente y la beso. Despues senalo las sillas que habia en la habitacion, con un gesto de la cabeza, y dijo:
– Sientate en la que quieras. Yo prefiero pasearme.
– ?Vas a pasearte de un lado a otro?
– Pienso mejor cuando me estoy moviendo. Ya te acostumbraras.
Kegan le sirvio una copa de agua y se la entrego. Ella bebio con ganas, y se dio cuenta de lo seca que tenia la boca. Despues, carraspeo y comenzo a contar su historia.
– Primero quiero que sepas que he detestado tener que mentir, y que he contado la verdad hasta donde me ha sido posible.
– Parece que te has visto obligada a mentir.
– Creo que si. Incluso Birkita pensaba que era lo unico que podiamos hacer, y yo estaba de acuerdo con ella.
– ?Birkita sabe la verdad?
– Casi toda la verdad.
– Cuentamela -dijo Kegan.
Asi que Morrigan se lo conto todo, desde su nacimiento hasta el dia en que descubrio sus poderes en las Cuevas de Alabastro. Le dijo la verdad sobre su padre y su madre, y sobre sus abuelos, que no eran en realidad sus abuelos, y le conto que ellos le habian dicho la verdad sobre todo aquello la misma noche en que ella se habia asustado y se habia escapado a las cuevas. Esa fue una de las dos veces que el la interrumpio.
– ?Por el Caliz Sagrado! Entonces tu eres de verdad la hija de la Elegida de Epona.
A Morrigan le parecio que el se habia quedado muy palido, pero asintio.
– Si. Soy hija de Rhiannon MacCallan. De la verdadera Rhiannon MacCallan.
El se inclino sobre la mesa de la habitacion y se sirvio un poco de vino con las manos temblorosas. Cuando la miro de nuevo, parecia que estaba muy impresionado, pero sonrio, y volvio a hablar con una voz tan llena de alegria que consiguio, por un instante, ahuyentar el horror de lo que habia sucedido aquel dia.
– Fui creado para amarte, Morrigan MacCallan, Suma Sacerdotisa y Elegida de la Diosa -dijo.
Despues echo la cabeza hacia atras y rio con ganas.
– ?Que es lo que te parece tan divertido?
El se acerco a ella y la beso.
– Yo soy lo divertido. Algun dia te contare las cosas tan ridiculas que decia antes de conocerte, y te doy mi palabra de que te permitire que me reprendas por ellas, incluso cuando seamos viejos.
– No entiendo nada de lo que dices -respondio Morrigan, pero sonrio sin poder evitarlo mientras continuaba contandole su historia.
Con el eco de las palabras de su madre en la cabeza, le explico aquella noche final. Le conto como habia hecho que los espiritus de los cristales se alumbraran, y que Kyle la habia encontrado en aquel momento, y le hablo de la pasion que habian descubierto juntos. Hasta que sus abuelos, y mas concretamente su abuelo, los habian interrumpido.
En aquel momento, Kegan dejo de pasearse de un lado a otro y volvio a intervenir.
– Creo que me caeria muy bien tu abuelo -dijo.
– Bueno, el aprecia mucho a los buenos caballos -respondio Morrigan.
Kegan resoplo.
– De todos modos, poco despues de que llegaran mis abuelos, hubo un derrumbe en las cuevas.
– Ese derrumbe… ?asi es como murio Kyle! ?Y tus abuelos? ?Murieron tambien?
– No, no, no creo -respondio Morrigan, agarrandose las manos en el regazo, con fuerza. Habia empezado a temblar. No podia pensar en aquello-. Mis abuelos no murieron. Salieron. Yo los obligue a que salieran. Ellos pensaban que yo los estaba siguiendo, pero no lo hice. Sabia que no podia salir de la cueva asi -dijo. Entonces alzo la vista y miro a Kegan a los ojos-. Kyle, en cambio, no quiso dejarme. Intente mandarlo al exterior, pero no me hizo caso. Murio por mi culpa.
– Fue decision suya, Morrigan, no tuya -replico Kegan.
– Prometeme que tu nunca tomaras una decision parecida.
– No pienso hacer semejante promesa.
– ?Prometemelo! -le grito ella-. Kyle murio por mi culpa. Myrna murio ese mismo dia. Kai ha muerto hoy. No creo que pueda soportar el hecho de ir dejando un rastro de muerte alla por donde pase. Entonces si huiria, me marcharia muy lejos, donde no pudiera ser la causa de mas muertes.
Entonces, el se acerco a ella y la tomo de la mano.
– ?Te acuerdas de que te he dicho que Epona crea companeros centauros para las Sumas Sacerdotisas? Y tu crees que yo fui hecho para ti, ?verdad?
Morrigan asintio.
– Una Suma Sacerdotisa necesita un companero centauro porque quien este a su lado tiene que ser mas que un hombre -anadio el, y le lanzo una sonrisa deslumbrante-. ?No te he demostrado ya que soy mucho mas que un hombre? No te vas a poder librar de mi tan facilmente.
Ella sonrio.
– Solo prometeme que seras listo y prudente. No eres Lobezno, ni tampoco Seabiscuit.
Kegan fruncio el ceno con desconcierto.
– Son mas palabras de Oklahoma. Te las explicare mas tarde. Bueno, como te decia, cuando Kyle quedo sepultado bajo un monton de piedras del techo, yo crei que iba a morir tambien. Entonces oi una voz femenina, que me decia que entrara al cristal, y yo obedeci. Cuando sali de la piedra, estaba con Birkita en Usgaran.
– ?Fue la voz de Adsagsona la que te dijo que entraras en el cristal?
– No -respondio Morrigan-. Fue la voz de mi madre. Solo estoy segura de haber oido la voz de Adsagsona una vez, y fue en el ritual de la luna nueva que se celebro el dia que llegasteis Kai y tu. Hablo en voz alta, y todo el mundo la oyo.
– Pero tu has dicho que oyes una voz en la mente, muy a menudo.
– Si, y otras en el viento, tambien. Pero ninguna se parece a la que oi en Usgaran, y no puedo estar completamente segura de que sea Adsagsona la que habla conmigo -dijo Morrigan. Despues hizo una pausa, respiro profundamente y anadio-: Kegan, tal vez Kai tenga razon. Puede que las voces que oigo sean todas de Pryderi.
– ?No! -Kegan dibujo un simbolo muy complicado en el aire, con el puno, y pronuncio una serie de palabras ininteligibles que chisporrotearon de poder contra el cuerpo de Morrigan-. No pronunciamos el nombre de la criatura. Llamalo la Triple Cara de la Oscuridad si tienes que referirte a el, pero no digas su nombre. Hay demasiado poder en el.
Morrigan se estremecio.
– ?Como sabemos que Kai no tenia razon?
Kegan comenzo a pasearse de nuevo.
– Tu abuelo te explico que lady Rhiannon se habia contaminado con los susurros oscuros que escucho, ?verdad?
– Si. Hizo cosas muy malas, como escaparse de este mundo cuando estaba a punto de suceder una guerra con unos demonios.
– ?Conocia de antemano la Guerra Fomoriana?
– Si -dijo Morrigan con tristeza.
– Tu no harias eso.
– ?El que?
– Escaparte del Reino de los Sidethas si lo amenazara un invasor. Tu te quedarias a luchar por tu pueblo.
Morrigan sintio esperanza al oir aquello.
– Yo no me marcharia. Se que no me marcharia.
– Y por eso, puedes saber que no te ha contaminado ningun dios malvado.
– ?Solo porque he dicho que no saldria corriendo si aparecieran unos monstruos horribles y nos atacaran? ?Demonios, Kegan! Para mi es muy facil decirlo.
El sonrio.