– ?Traidor! -murmuro para sus adentros, tratando de avergonzarlo y ponerlo bajo control, sin poder evitar, al mismo tiempo, dirigir sus ojos hacia la puerta.

Primero entraron el senor Collins y su esposa: el pastor, con un aire de rastrera deferencia. Sin embargo, la senora Collins atenuo la actitud de su marido acompanando su excesivo despliegue con una actitud mas apropiada y una reverencia sencilla y correcta. La senorita Lucas venia inmediatamente detras de su hermana y parecio estremecerse apenas vio a lady Catherine, y detras de ellos entro Elizabeth. Habia dejado el sombrero y el abrigo en manos del lacayo, pero llevaba el mismo vestido que tenia por la manana. Era un vestido de muselina color crema, adornado con flores bordadas en azul y ribeteado con una cinta, que flotaba con elegancia alrededor de su cuerpo, envolviendo su figura de forma seductora. Darcy se dio cuenta de que la muchacha inspeccionaba el salon, mientras esperaba su turno para presentar sus respetos. Comenzo con su senoria, se dirigio rapidamente a Anne y su dama de compania y su rostro se ilumino al saludar a Fitzwilliam. Luego lo miro a el. Sus miradas se cruzaron y la ansiosa expectacion que brillaba en los ojos de Elizabeth resulto ser un reflejo exacto de la que sentia Darcy, cuyo corazon salto de manera tan violenta que parecia querer unirse con el de ella. Aterrorizado, el caballero desvio la mirada y se anticipo a la reverencia de ella haciendole una rigida inclinacion. ?Creia que podria curarse si la miraba hasta cansarse? ?Como podia haber hecho un calculo tan desatinado?

– Senor Collins, por favor, tomen asiento -les dijo lady Catherine a sus invitados de manera languida, senalando las sillas que habia a su izquierda.

– Gracias, su senoria. -El senor Collins volvio a inclinarse, antes de atravesar el salon con pasos rapidos y, al verlo, Darcy penso en una codorniz que se habia cruzado durante un paseo a caballo la manana anterior-. Es usted toda amabilidad, senora, un hecho ampliamente conocido entre todos aquellos que…

– Senora Collins, senorita Lucas. -Lady Catherine interrumpio el empalagoso discurso del senor Collins. La senora Collins siguio a su marido hasta los lugares asignados. Darcy noto que su hermana ocupaba rapidamente el asiento que parecia mas alejado de la mirada de lady Catherine. Pero no pudo estar mucho tiempo lejos del objeto de sus deseos y, a pesar de lo peligroso que habia demostrado ser, Darcy volvio a mirar a Elizabeth. Ella estaba quieta y aparentemente tranquila, mientras sus acompanantes se humillaban ante lady Catherine; pero luego Darcy la vio hacer un gesto con la boca. Una sonrisa disimulada comenzo a esbozarse en sus labios, acompanada de un nuevo brillo en sus ojos. Esa expresion tan conocida fue seguida inmediatamente por un gesto deliberado de su boca, una estrategia que Darcy sabia que ella solia emplear para recuperar el control sobre sus rasgos, de manera que no evidenciaran la risa que le causaba la situacion. Al observar la deliciosa batalla que libraba Elizabeth por recuperar el dominio de si misma, Darcy tuvo que apretar sus propios labios para evitar la sonrisa que amenazo con acompanar su felicidad, al ver que una de sus preguntas recibia rapidamente una respuesta. Collins podia temblar y los iguales de su senoria podian estremecerse, pero Elizabeth Bennet no sentia ningun temor hacia lady Catherine.

– Senorita Elizabeth Bennet. -Lady Catherine asintio al tiempo que pronunciaba su nombre. Mientras Elizabeth caminaba con seguridad y elegancia hasta su asiento, Darcy se maravillo de ver como habia identificado el caracter de su tia con tanta facilidad y en tan breve periodo de tiempo. ?Que sucederia despues?

Fitzwilliam respondio a aquella cuestion deslizandose entre los invitados y sentandose al lado de Elizabeth en el mismo sofa.

– ?Oportunista! -gruno Darcy para sus adentros, mientras se sentaba en el ultimo sitio que quedaba disponible, el mas proximo a su tia y al otro lado de Elizabeth y su primo. Despues de tragarse la desilusion, resolvio aprovechar su situacion para observar la forma en que Elizabeth trataba a su primo y que podia revelar el comportamiento de Fitzwilliam hacia ella. Pero casi enseguida lady Catherine comenzo a hablarle sobre detalles insignificantes que solo le interesaban a ella. Habituado desde hacia mucho tiempo a la manera de ser de su tia, Darcy se dispuso a satisfacer las exigencias de la anciana dama al mismo tiempo que seguia concentrado en sus propios objetivos, pero se dio cuenta de que su tia lo irritaba mas que nunca. No consiguio oir nada de la conversacion que transcurria delante de el, excepto notar que era una charla animada e interesante, salpicada de risas por ambas partes. Fitzwilliam estaba fascinado con Elizabeth, eso era obvio. Darcy conocia bien su manera de ser y las senales que lo delataban. Richard podia haber comenzado la relacion como un coqueteo intrascendente, pero ahora estaba cautivado y, aun peor, intrigado, y no solo por la figura de Elizabeth. La expresion pensativa de su rostro le indico que tambien estaba empezando a descubrir la inteligencia de la muchacha. Darcy se movio incomodo en la silla. Era inevitable, penso. Elizabeth no tenia una actitud afectada ni irradiaba esa estudiada languidez, tan de moda entre la mayoria de las mujeres de la alta sociedad. No, su encanto era algo solido y natural, poseia un espiritu directo que un hombre podia apreciar rapidamente tanto con la mente como con los sentidos. Y Richard, el maldito Richard, ?lo estaba apreciando de verdad!

– ?Que estas diciendo, Fitzwilliam? ?De que hablas? -El tono de protesta de la pregunta de lady Catherine sorprendio a Darcy, haciendole darse cuenta de que llevaba varios minutos sin prestarle la mas minima atencion a su tia-. ?Que le estas diciendo a la senorita Bennet? Dejame oirlo.

Si, penso Darcy con maliciosa satisfaccion, cuentanoslo, por favor, Richard.

– Hablamos de musica, senora -respondio Fitzwilliam de manera distraida, tan concentrado en su acompanante que solo le quito los ojos de encima por un instante mientras contestaba.

– ?De musica! Pues haced el favor de hablar en voz alta. De todos los temas de conversacion es el que mas me agrada. Tengo que participar en la conversacion si estais hablando de musica. -Lady Catherine se recosto contra el respaldo. Su tendencia a criticar parecia apaciguada por el placer que le brindaba el tema-. Creo que hay pocas personas en Inglaterra mas aficionadas a la musica que yo, o que posean mejor gusto natural.

Darcy miro a su tia con gesto de perplejidad, pues apenas podia creer lo que estaba oyendo. ?De verdad creia que una persona con dos dedos de frente podia aceptar una afirmacion tan ridicula? ?O estaba poniendo a prueba la credulidad de sus invitados? Cualquiera que fuera la respuesta, ninguna de las dos explicaciones la dejaba muy bien parada.

– Si hubiese estudiado, me habria convertido en una gran interprete -siguio diciendo lady Catherine con tono firme-. Lo mismo le pasaria a Anne, si su salud se lo permitiese; estoy segura de que habria tocado deliciosamente. -Hizo una pausa para permitir que su audiencia secundara sus afirmaciones, pero como no queria permanecer mucho tiempo callada, comenzo a hablar de otro tema relacionado, con el cual podria ejercer su dominio. Volviendose hacia su otro sobrino, pregunto-: ?Que tal va Georgiana, Darcy?

– Muy bien, senora -respondio Darcy rapidamente-. La musica de Georgiana es una fuente de dicha tanto para ella como para aquellos que tenemos el privilegio de oirla, que somos, a decir verdad, un reducido circulo. -Con el rabillo del ojo, Darcy alcanzo a ver que, al oir el nombre de su hermana, Elizabeth parecia haberse desentendido un poco de Richard para prestarle atencion a el. Asi que insistio un poco mas-: Ella solo toca para la familia - explico para informar a Elizabeth, aunque no la miro-. Pero en los ultimos meses ha hecho notorios progresos tanto en la tecnica como en la interpretacion.

– Me alegra mucho que me des tan buenas noticias. -Lady Catherine volvio a tomar las riendas de la conversacion-. Y te ruego que le digas de mi parte que si no practica mucho, no podra mejorar nada. -Irritado por aquel consejo tan innecesario, Darcy contesto que su hermana no necesitaba esa advertencia y que practicaba constantemente.

– Tanto mejor. Eso nunca esta de mas -insistio lady Catherine- y la proxima vez que le escriba, le recomendare que no lo descuide.

Y yo dejare instrucciones para que esas cartas sean interceptadas, resolvio Darcy, apretando la mandibula. El jamas habia permitido que alguien que no le inspirara la mayor consideracion interfiriera en la educacion o la tranquilidad de Georgiana. Siempre habia escuchado con atencion los incesantes consejos de lady Catherine que, excepto en asuntos de etiqueta, por lo general le parecian insuficientes. En el pasado los habia atribuido a la falta de ocupacion y, tal vez, a la excesiva preocupacion por el protocolo familiar. Pero las palabras que habian salido esa manana de su portavoz religioso, las que habia oido de sus propios labios y durante el transcurso de aquella visita le indicaban a Darcy que ella queria inmiscuirse en su vida de una manera mas directa. Y ciertamente el no iba a permitirlo.

– Con frecuencia les digo a las jovencitas que en musica no se consigue nada sin una practica constante - informo lady Catherine de manera pomposa, mientras se dirigia directamente a Elizabeth, en medio de un tenso silencio que solo servia para animarla mas a hablar-. Muchas veces le he dicho a la senorita Bennet que nunca tocara verdaderamente bien si no practica mas. -Darcy clavo de inmediato la mirada en Elizabeth, seguro de que cualquier cosa que siguiera seria sin duda una intromision, si no un insulto. ?Como lo toleraria? ?Como iba

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