orden de Exley. Acelere: adios, posible perseguidor.
Terreno de mirones: clubes nocturnos, burdeles. Bido Lito's, Klub Zamboanga, Club Zombie: techos bajos, faciles de escalar. Motel Lucky Time, motel Tick Tock. Buenos observatorios: acceso al tejado, hierbas altas hasta el hombro. Una idea, clic: coger a Lester Lake en el Tiger Room.
Cambio de sentido, mirada por el retrovisor, mierda: un Plymouth gris aparcado.
?Asuntos Internos o Narcoticos? ?Matones al acecho?
Callejuelas, sin tiempo para maniobras evasivas: el garito de Lester cerraba a las ocho en punto. Lester Lake: inquilino, informador. Soplos baratos: Lester estaba en deuda conmigo.
Otono del cincuenta y dos:
Una llamada de Harry Cohn, magnate del cine. Mi apodo de «el Contundente» le habia intrigado. Me habia creido judio, por el «Klein». Un cantante negro estaba tirandose a su chica: diez de los grandes por liquidarlos.
Dije que no.
Mickey Cohen dijo que no.
Cohn llamo a Jack Dragna.
Supe que me tocaria el trabajo: no podia rechazar la orden. Mickey: un capricho por una fulana no merece la muerte. Pero Jack insiste. Llame a Jack: el asunto es una memez, no merece la pena. Dale una buena leccion a ese Lester Lake, no lo mates.
Jack dijo: dasela tu.
Jack dijo: lleva a los hermanos Vecchio.
Jack dijo: lleva al negro a alguna parte y cortale las cuerdas vocales.
Trago saliva. Una fraccion de segundo…
– O cuento lo de Trombino y Brancato. Y arrastro por el fango el nombre de tu golfa hermanita.
Sorprendi a Lester Lake en la cama; o te corto, o te mato: tu eliges. Lester dijo, corta, rapido, por favor. Entraron los Vecchio; Touch traia un escalpelo. Unos tragos para relajar las cosas; unas gotas para dejar K.O. a Lester.
Anestesia: Lester llamando a mama. Convenci a un medico expulsado del colegio: cirugia a cambio de no denunciarle por practicar abortos. Lester se curo. Harry Cohn encontro otra amiguita: Kim Novak.
A Lester le cambio la voz de baritono a tenor; desde entonces solo se enrollaba con negras. Touch Vecchio acudia con sus novios a escucharle.
Lester dijo que estaba en deuda conmigo. Nuestro trato: un piso en mi bloque solo para negros, alquiler reducido a cambio de buena informacion. Exito: intimidaba a los morosos y daba soplos de apostadores.
El club: una fachada atigrada, un portero de esmoquin atigrado. Dentro: paredes de piel de tigre, camareras con ropa atigrada. Lester Lake en el escenario, cantando «Blue Moon» con voz chillona.
Ocupe un reservado y llame a una tigresa: «Dave Klein quiere ver a Lester.» La chica desaparecio detras del escenario; estrepito de las maquinas tragaperras tras la puerta. Lester: reverencias de fingida humildad, falsos aplausos.
Las luces del local se encienden. Panoramica: conejitas de la jungla despatarradas en reservados de piel de tigre. Lester delante de mi, con un plato en la mano.
Pollo y
– Hola, senor Klein. Iba a llamarle.
– Te has retrasado en el alquiler.
Lester tomo asiento.
– Si, y ustedes los caseros no le dejan respirar a uno. Aunque podria ser peor. Podria tener un casero judio.
Miradas en nuestra direccion.
– Siempre me veo contigo en publico. ?Que se imagina la gente que estamos haciendo?
– Nadie lo pregunta nunca, pero imagino que suponen que todavia recoge usted apuestas para Jack Woods. Yo soy hombre de apuestas, asi que parece lo mas logico. Hablando de Jack, esta tarde le he visto cobrando los alquileres pendientes; por eso iba a llamarle a usted antes de que su hombre me sacuda como a ese pobre desgraciado del fondo del pasillo.
– Ayudame y te lo sacare de encima.
– De acuerdo. Pregunte lo que sea.
– No. Primero acaba esa bazofia. Luego, yo pregunto y tu contestas.
Paso una tigresa; Lester se deshizo del plato y cogio un whisky. Un trago, un eructo:
– Pregunte, pues.
– Empecemos por nombres de ladrones de casas.
– Bien. Leroy Coates, en libertad provisional y gastando dinero. Wayne Layne, maestro del escalo, chuleando a su mujer para pagarse el habito. Alfonzo Tyrell…
– Mi hombre es blanco.
– Si, pero yo no salgo de la parte oscura de la ciudad. La ultima vez que supe de un ladron blanco fue nunca.
– No esta mal, pero yo le llamaria psicopata. El tipo rajo a dos doberman, solo robo una vajilla de plata y luego revolvio algunas cosas de tipo familiar. Continua.
– Continuo para ir a ninguna parte. No se nada de un chiflado parecido, pero no hay que ser un Einstein para imaginar que tiene algo contra esa familia. Wayne Layne se caga en las lavadoras y es el ladron de pisos mas desquiciado que conozco.
– Esta bien.
– Mirones. Tipos que se excitan espiando por las ventanas. Tengo informes sobre mirones merodeando cerca de la casa del robo y por todo el Southside: moteles de sabanas calientes y clubes de jazz.
– Preguntare por ahi, pero no va usted a sacar gran cosa a cambio del alquiler, estoy seguro.
– Probemos con Wardell Henry Knox. Vendia hierba y trabajaba de barman en tugurios de jazz, al parecer por esta zona.
– Al parecer porque los clubes de blancos no le contrataban. Y hacian bien, porque al tipo lo liquidaron hace unos meses. Persona o personas desconocidas, por si le interesa saber quien lo hizo.
La maquina de discos a todo volumen cerca de nosotros. Tiron del cable. Silencio inmediato.
– Ya se que le mataron.
Murmullos de negros indignados. Que se jodan. Lester:
– Senor Klein, sus preguntas van muy lejos. De todas maneras, sospecho un motivo para lo de Wardell.
– Te escucho.
– Chicas. Wardell tenia sangre de chulo. Era el rey de los folladores. Se tiraba todo lo que se movia. Debia de tener un millon de enemigos.
– ?Ya basta, joder!
Lester hizo un guino.
– Pregunteme algo de lo que pueda decirle alguna cosa.
– La familia Kafesjian. Tu tienes que saber mas que yo.
Lester hablo en voz baja.
– Se que estan en contacto con ustedes. Se que solo venden a negros y a lo que podria llamarse cualquiera, menos a blancos, porque asi es como quiere las cosas el jefe Parker. Pildoras, hierba, caballo, esa gente son los proveedores numero uno del Southside. Se que prestan dinero y que tienen las manos libres a cambio de soplos; es decir, que delatan a los vendedores independientes al LAPD porque es parte del trato que tienen con ustedes. En fin, se que J.C. y Tommy usan a esos negros en los que nadie se fija para mover el material, mientras Tommy controla al grupo. ?Y busca un tipo loco?: pruebe con Tommy K. Suele rondar por el Bido Lito's con sus amigos y se levanta y se pone a tocar ese maldito saxo cada vez que le dejan, que es a menudo porque, ?quien se atreve a decir que no a un tio loco, aunque sea un tipo canijo como Tommy? Tommy esta chiflaaado. Esta como una cabra. El es el maton de los Kafesjian y he oido que es condenadamente bueno con la navaja. Tambien he oido que hara cualquier cosa por estar a bien con los de Narcoticos. Dicen que se cargo al conductor borracho que atropello a la hija de ese tipo de Narcoticos y se largo.
Chiflaaado.