Ed Wagner murio. Retrasamos nuestro viaje a Wisconsin.

Ed se encontraba viejo y enfermo, pero no en estado terminal. Murio inesperadamente. Las hermanas Wagner lo enterraron junto a Leoda. El cementerio estaba a cien metros de la puerta trasera de la casa de Janet.

Yo no lo conocia. Lo habia visto una docena de veces en total. Siempre tome la misma actitud severa de mi padre contra el. Era un aleman cabeza cuadrada que se habia escaqueado del servicio militar. Las acusaciones resultaban muy poco solidas. Ed siempre me habia tratado bien. Se alegro de saber que estaba vivo y tenia exito en mi profesion. Yo nunca lo llame. Queria verlo. Le debia disculpas. Queria darselas cara a cara.

Llame a las hermanas Wagner. Hicimos planes para realizar el viaje antes de que su padre muriese. Al principio nos mostramos nerviosos. Luego, nos relajamos. Janet dijo que Leoda se habria sentido orgullosa de mi. Disenti de ella: queria destruir la vision que Leoda daba de su hermana. Janet senalo que Leoda no toleraba calumnias acerca de Geneva. Ed era mas liberal. Tenia una opinion equilibrada. Jean bebia demasiado. Estaba preocupada. Nunca habia compartido sus problemas con nadie.

Yo hable con franqueza. Mis primas, tambien. Describi la vida y la muerte de mi madre en terminos brutales. Ellas dijeron que le habia roto el corazon a Leoda. Yo replique que habia intentado arreglar las cosas con ella hacia dieciocho anos. Critique a mi madre sin tacto. Leoda se escandalizo y con ello eche a perder mi intento de firmar la reconciliacion.

Jeannie tenia cuarenta y nueve anos y regentaba un invernadero. Su marido era profesor de universidad. Tenian dos hijos y una hija. Janet se habia casado con un carpintero y tenia tres hijos y una hija. Yo no los veia desde las Navidades del 66. Leoda me habia llevado en avion a Wisconsin. El primo no estuvo a la altura del timador.

Leoda se ofendio. Obsesiono a sus hijas. Desarrollo una inquina maliciosa. Sus hijas, no. Ellas acogieron mi regreso afectuosamente. Jeannie se mostro algo reservada. Janet, entusiasta. Acerca del matrimonio con Spalding, todo lo que sabia era que habia durado muy poco. Ignoraba donde se habia celebrado la boda y que circunstancias rodeaban la anulacion o el divorcio. Desconocia el nombre de pila de Spalding. En junio del 58, Janet tenia cuatro anos. Jeannie, casi doce. Leoda les explico que tia Jean habia salido a hacer la compra y la habian secuestrado. La policia habia encontrado su cuerpo la manana siguiente. Leoda abrevio el episodio de la muerte de mi madre del mismo modo que habia expurgado su vida.

Janet me envio una copia del arbol genealogico de los Hilliker. Me sorprendio. Siempre habia creido que mis abuelos eran inmigrantes alemanes. No se de donde habia sacado tal idea. Mis antepasados poseian apellidos ingleses. El nombre completo de mi abuela era Jessie Woodard Hilliker. Tenia una hermana gemela llamada Geneva. El arbol enumeraba diversos Hilliker, Woodard, Smith, Pierce y Linscott. Llevaban siglo y medio en Norteamerica. Ed y Leoda estaban muertos. Ya no podian disputarme los derechos. Me habria opuesto a las pretensiones de ella con todo el tacto posible. Mis primas apenas conocian a mi madre. Podia permitirles que la compartiesen conmigo, superficialmente. Su corazon oscuro lo guardaba para mi.

Cross Plains era un barrio de las afueras de Madison. Bill y yo llegamos al aeropuerto de la ciudad.

Janet fue a recibirnos. La acompanaban su marido, su hijo menor y su hija.

No la reconoci. En el 66, Janet tenia doce anos. No adverti en ella ningun rasgo caracteristico de los Hilliker.

Brian Klock tenia cuarenta y siete anos. Habiamos nacido en la misma fecha. Janet me conto que el dia del cumpleanos de Brian Leoda rezaba por mi. Tambien era mi aniversario. Nunca se olvidaba. Mindy Klock tenia dieciseis anos. Tocaba el piano. Dijo que interpretaria algunas piezas de Beethoven para mi. Casey Klock tenia doce y el aspecto de un chico revoltoso. Los varones Klock poseian una cabellera abundante. Exprese mi envidia por ello y Brian y Casey se echaron a reir. Bill se mostro afable de inmediato. Jamas vi a nadie que supiese hacerlo tan bien. Los Klock nos llevaron a un Holiday Inn, en cuyo restaurante los invitamos a cenar. La conversacion se desarrollo de manera fluida. Bill describio nuestra investigacion. Mindy me pregunto si conocia algun astro del cine y menciono sus idolos del momento. Le dije que eran homosexuales. No me creyo. Le comente algunos chismes de Hollywood. Janet y Brian se rieron. Bill tambien, y anadio que yo tenia la boca llena de mierda. Casey se hurgo la nariz y jugueteo con la comida.

Nos lo pasamos bien. Janet expuso el plan para el dia siguiente. Iriamos a Tunnel City y a Tomah. Por el camino recogeriamos a Jeannie. Mencione las fotos. Ella dijo que las tenia en casa y que las veriamos al dia siguiente, por la manana.

La cena se prolongo. La comida era extrana. Cada plato iba acompanado de queso fundido y salchicha. Imagine que se trataba de una aberracion regional. Los Klock hablaban con fuerte acento, similar al de Ed y Leoda. Escuche sus voces en el aire. No lograba recordar la voz de mi madre. Hablamos de ella. Janet y Brian se mostraron reverentes. Les dije que aflojaran un poco.

Las fotos eran viejas. Algunas estaban pegadas en albumes; otras, dentro de sobres. Las examine en la mesa de la cocina de Janet. A traves de la ventana podia verse la tumba de los Wagner.

La mayor parte de las fotografias era en blanco y negro o en tonos sepia. Habia unas pocas en color, de finales de los anos cuarenta. Primero observe a mis antepasados. Tuve una vision fugaz de Tunnel City, Wisconsin. En todas las fotos tomadas al aire libre se veian vias de ferrocarril.

Mis bisabuelos. Una pareja tipicamente victoriana, de aire severo. Posaban con gesto grave. Por entonces las poses naturales no existian. Vi el retrato del enlace Hilleker-Woodard. Earle aparecia como un joven resuelto y animoso. Jessie era fragil y adorable. Reconoci en sus facciones cierto parecido conmigo y con mi madre. Llevaba gafas y tenia nuestros mismos ojos pequenos. Le dio a mi madre unos hombros delicados y una piel blanca y suave.

Vi a mi madre. La segui desde la infancia hasta los diez anos. La vi con Leoda. Leoda miraba a su hermana mayor. Todas las fotos recogian su adulacion. Geneva llevaba gafas. Tenia el cabello pelirrojo claro. Sonreia. Parecia feliz. Las fotos de interiores mostraban pocos adornos. Habia crecido en una casa sin lujos superfluos. Los exteriores eran hermosos y salvajes. El oeste de Wisconsin era verde oscuro en flor o nevado y desierto de arboles.

Segui adelante. Debia hacerlo. No habia fotos de mi madre adolescente. Salte diez anos. Vi a Geneva con veinte. Tenia el cabello mas oscuro y una belleza tan grave e implacable que quitaba la respiracion.

Llevaba el cabello recogido en un mono y dividido en el centro, por delante. Era un peinado algo pasado de moda, pero lo llevaba con majestuosa confianza. Sabia el aspecto que tenia. Sabia controlar su propia imagen.

Di un nuevo salto hacia delante. Vi tres fotos en color tomadas en agosto del 47. Mi madre llevaba dos meses embarazada. Estaba con Leoda. Una de las fotos estaba recortada. Tal vez Leoda hubiese decidido eliminar a mi padre. Mi madre tenia treinta y dos anos. Sus facciones reflejaban resolucion. Todavia llevaba el mono. ?Para que andarse con frivolidades y cambiar la marca de identidad de una misma? Sonreia. No se mostraba abstraida ni ferozmente orgullosa.

Vi una fotografia en blanco y negro. Mi padre habia escrito la fecha en el reverso. Reconoci su caligrafia. Bajo la fecha habia escrito:

«Perfeccion. ?Y quien soy yo para embellecer el lirio?»

Era agosto del 46. En Beverly Hills. No podia ser en ningun otro sitio. Una piscina. Carpas estilo frances. Una fiesta ofrecida por alguien relacionado con el mundo del espectaculo. Mi madre estaba sentada en una silla plegable. Llevaba un vestido veraniego. Sonreia. Se la veia complacida y contenta.

Por entonces seguia al lado de mi padre, que trabajaba para Rita Hayworth.

Vi algunas fotos mas, en blanco y negro. Eran de mediados de los anos cuarenta. Todas estaban tomadas frente al 459 de North Doheny. Mi madre lucia un vestido claro y zapatos ligeros. El vestido le iba perfecto. Parecia de alta costura a precio asequible. Iba muy atildada. Llevaba un peinado diferente: el cabello recogido con trenzas a los lados y sujeto con alfileres. No logre interpretar su expresion.

Llegue a las fotos mas sorprendentes, ampliadas a tamano retrato.

Mi madre aparecia sentada o de pie junto a una valla. Debia de tener entre veinticuatro y veinticinco anos. Llevaba camisa a cuadros, chaqueta, capucha, unos pantalones de montar y botas con cordones hasta las rodillas. Las fotos parecian instantaneas de luna de miel sin esposo. Detras de la camara estaba mi padre o el tal Spalding. Delante, Geneva Hilliker. Aquella era mi madre sin ningun apellido de casada. Demasiado orgullosa para

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