Dan Ford lo miraba:

– ?Asi, sin mas?

Barron le devolvio la mirada, inalterable:

– No habia visto nunca suicidarse a un hombre.

23

3:13 h

Barron yacia a oscuras, tratando de olvidar que acababa de mentirle a Dan Ford: la explicacion de Valparaiso sobre la ejecucion le broto de los labios como si fuera suya. La mentira le horrorizaba casi tanto como el propio asesinato y por eso se marcho lo mas rapido que pudo; se obligo antes a mirar a Ford a los ojos para decirle que estaba exhausto y le dio a la camarera un billete de veinte pavos para pagar la cuenta de cuatro dolares y cincuenta centavos del cafe, sencillamente porque no podia soportar estar alli esperando un segundo mas. Luego se marcho en su Ford Mustang clasico del 67, conduciendo por las calles desiertas.

Una vez en casa escucho los mensajes en el contestador. Tenia dos llamadas. La primera era de Halliday, hecha poco tiempo despues de que Barron saliese a encontrarse con Dan Ford. Decia que Lee habia visitado a Raymond en Parker Center y que este habia negado tener conocimiento alguno del revolver automatico hallado en su equipaje. Aparte, ni el arma ni la municion tenian huellas digitales. Todo estaba perfectamente limpio, como si el que las hubiera utilizado lo hubiera limpiado todo cuidadosamente o hubiera usado guantes.

– Este tipo esconde algo, John -concluia Halliday-. Que, no lo se, pero ya lo descubriremos. Nos vemos por la manana.

La segunda llamada era de la doctora Flannery. Era demasiado tarde para devolversela y sabia que debia esperar a la manana, de la misma manera que deberia esperar para hacer algo mas sobre la logistica de abandonar la brigada. El como, cuando y donde iba en funcion del hecho de que debia encontrar un lugar adecuado para Rebecca, lo mas lejos posible de Los Angeles, y eso era algo que tenia que dejar enteramente en manos de la doctora Flannery. Asi que, con el segundo peor dia de su vida a sus espaldas, finalmente agradecido, se metio en la cama.

3:18 h

El sueno se le resistia todavia. En su lugar, la vaga agitacion que le provocaba preguntarse como habia acabado tan solo que habia una unica persona en la tierra en la cual podia confiar. Sus amigos del pasado, del instituto, de la universidad, habian seguido su camino, y su vida de adulto, a pesar de que seguia teniendo como objetivo lejano la licenciatura en Derecho Penal, habia estado dirigida por su responsabilidad hacia Rebecca. Tuvo que encontrar un trabajo seguro y hacerlo todo lo bien que podia en el mismo, lo cual habia cumplido en la policia de Los Angeles. Y aunque habia trabado alguna amistad entre los agentes y detectives con los que trabajo, ninguna habia durado lo bastante para convertirse en la amistad genuina que surge despues de anos de experiencias compartidas. Tampoco contaba con las otras relaciones y recursos que tienen otras personas: parientes, curas, psicologos…

Tanto el como Rebecca habian sido adoptados de ninos. Su madre y padre adoptivos eran originarios de Maryland e Illinois, respectivamente, y sus propios padres habian muerto hacia tiempo. Los dos hablaban muy raramente de sus parientes, y tenian contacto con ellos todavia mas raramente, de modo que si tenia tios o tias o primos lejanos, no los conocia. Ademas, su padre adoptivo era judio y su madre catolica, por lo que decidieron dar a los ninos una educacion totalmente laica. Por eso no tenia ningun pastor, cura ni rabino en quien confiar. El hecho de que Rebecca estuviera al cuidado de unas monjas era algo circunstancial que reflejaba el hecho de que Saint Francis era la mejor, y tal vez la unica, institucion para ella que quedaba cerca y que podian permitirse. En cuanto a la terapia, en los ocho anos en Saint Francis Rebecca habia visto a cinco psicoterapeutas distintos y ninguno de ellos, ni siquiera su actual psiquiatra, la aparentemente competente doctora Flannery, habia sido capaz de empezar a sacarla del estado de trauma profundo en el que vivia. Eso hacia que dirigirse a ella no fuera una opcion con la que el pudiera sentirse comodo.

Y asi estaba: de los miles de millones de seres humanos de la tierra solo habia dos con los que se sentia lo bastante comodo como para abrir su corazon: Rebecca y Dan Ford. Y por razones muy obvias, no se podia dirigir a ninguno de ellos.

3:57 h

Finalmente empezo a conciliar el sueno. Mientras la oscuridad empezaba a aliviarlo vio una sombra que se levantaba y se dirigia hacia el. Era Valparaiso y llevaba una pistola en la mano. Luego vio a Donlan, de pie, aterrorizado, inmovil entre las manos que lo atrapaban como garras de Polchak. Valparaiso se acerco a el y le puso la pistola en la sien.

– ?No, no lo haga! -gritaba Donlan.

?Bang!

24

Parker Center. Todavia miercoles, 13 de marzo. 7:15 h

La sala de la brigada 5-2 era pequena y practica, amueblada con seis viejas mesas de despacho desgastadas y sus correspondientes sillas giratorias. En cada mesa habia un ordenador de ultima generacion y un telefono multilinea; una impresora compartida cerca de la puerta descansaba sobre una mesa, bajo una pizarra grande que colgaba de la pared. En otra pared habia un corcho lleno de notas y fotos pegadas de gente y de escenarios correspondientes a casos que se estaban investigando. Otra pared estaba ocupada por ventanales cubiertos por estores venecianos que tapaban el fuerte sol de la manana. Un mapa detallado de Los Angeles ocupaba la cuarta pared, y frente a esa pared estaba sentado John Barron, solo en el despacho, mirando a la pantalla de ordenador de su mesa y a lo que habia escrito en ella:

FECHA: 12 de marzo

NUMERO DE ARCHIVO: 01714

TEMA: Frank Blanquito Donlan

DOMICILIO: Desconocido

INVESTIGADOR RESPONSABLE DEL INFORME: Detective II, John J. Barron

INVESTIGADORES ADJUNTOS: Comandante Arnold McClatchy; detective III, Martin Valparaiso; detective III, Leonard Polchak

Barron miro a la pantalla un rato mas y luego, de manera fria y mecanica, se puso a teclear. Prosiguio donde lo habia dejado, siguiendo las instrucciones del comandante McClatchy. Lo hizo por el mismo, por Rebecca, incluso por Dan Ford: tomando la unica puerta de salida que conocia.

OTROS INVESTIGADORES: Detective III, Roosevelt Lee; detective III, James Halliday

OFICINA DE ORIGEN: Brigada 5-2, Division Central

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