– ?Que crees que vas a hacer al respecto, en cualquiera de los dos casos? Ya no eres policia. Ya no tienes ninguna autoridad. Si empiezas a meter las narices tratando de encontrar algo, la gente empezara a preguntarse quien eres y que te propones.

»El asesinato de Neuss lo esta resucitando todo. La prensa esta animadisima; los tabloides crearan noticia aunque no la haya. Raymond salio por las televisiones de todo el mundo, y tu tambien. Y la gente se acuerda. Puede que te hayas cambiado el nombre, pero tienes la misma cara. ?Que pasara si alguien empieza a relacionar las cosas y adivina quien eres? Si averiguan tu nombre y descubren donde vives…

El trafico de delante de ellos empezo a avanzar y Ford dejo que el Citroen siguiera.

– ?Y si esta informacion llega a manos de los que no deben saberla nunca en el LAPD, los que quieren saber donde esta John Barran, que le ocurrio, adonde fue, adonde fue su hermana…? Ya te adverti hace tiempo sobre la pagina web de Gene VerMeer. Ahora ya hay otra, llamada, inocentemente, copperchatter. ?No has oido hablar de ella?

– No.

– Es un chat entre polis de todo el mundo. Con la jerga policial, con el humor policial y con las ganas de venganza propia de los polis. Apuesto a que el nombre John Barron aparece un par de veces al mes, incitado por VerMeer y mantenido en el candelero por la gente que recuerda a Red, a Len Polchak, a Roosevelt Lee, a Valparaiso y a Jimmy Halliday. Estan dispuestos a poner pasta para encontrarte, alegando que te dejaste algo importante en Los Angeles y que quieren devolvertelo.

Marten desvio la mirada.

Ford prosiguio:

– Si empiezas a hacer ruido, Nick, estaras poniendo tu vida y todo lo que has conseguido en peligro. Y tambien estas exponiendo a Rebecca, si alguien esta dispuesto a ir tan lejos.

Marten volvio a mirarlo:

– ?Y que demonios quieres que haga?

– Dar media vuelta y volver a Manchester. Yo sigo al frente de todo esto. Si surge algo, lo sabras de inmediato.

Ford se detuvo en un semaforo en rojo. Los peatones abrigados del frio de enero irrumpieron por todas direcciones y, durante unos instantes, los dos amigos de infancia permanecieron en silencio.

– Nick, por favor, haz lo que te digo; vuelve a Manchester -dijo finalmente Ford.

Marten lo miro.

– ?Y cual es el resto de la historia?

– ?El resto de que?

– Todo lo que no me estas contando. Me he dado cuenta al instante en que te he visto en el aeropuerto. Sabes algo. ?Que es?

– Nada.

– Me encanta la nada. Intentalo.

– Esta bien. -El semaforo cambio y Ford arranco de nuevo-. Cuando leiste la noticia del cadaver del parque, ?que es lo primero que pensaste?

– Raymond.

– De manera automatica. Te golpeo en las entranas.

– Si.

– Pero sabemos que Raymond murio y que lleva tiempo muerto.

– Sigue. -Marten miro a Ford, expectante.

– Cuando supe lo del cadaver en el parque, desnudo y con el rostro desfigurado, y antes de saber que se trataba de Alfred Neuss… no pude evitar pedirle a uno de los reporteros de plantilla del Times en Los Angeles que hiciera unas cuantas indagaciones.

– ?Y…?

– Esta manana, cuando tu estabas de camino, me ha llegado la informacion. El expediente de Raymond ha desaparecido de la oficina del forense del condado de Los Angeles. Ha sido borrado de la base de datos. Sus huellas digitales, sus fotos, toda su informacion ha desaparecido. Lo mismo ha ocurrido con los archivos del LAPD en Parker Center. Lo mismo con su expediente del departamento de Justicia en Sacramento. Lo mismo con el informe de la policia de Beverly Hills redactado despues de que registraran el apartamento de Alfred Neuss. Lo mismo con el de la poli de Chicago. Y quiza lo mas interesante de todo: la base de datos del FBI ha sido pirateada y todos los archivos relacionados con Raymond y pruebas relacionadas, borrados. Ahora estan comprobando que ha sucedido con la Interpol en Washington y en los archivos del departamento de policia en San Francisco y Mexico D.F. en los que figuraban la foto y las huellas de Raymond de cuando fue detenido. Si los piratas han metido mano en todo lo demas, ?que supones que van a encontrar?

– ?Cuando ha ocurrido?

– No se sabe. -Ford miro a Marten y luego volvio la vista hacia la calle-. Pero hay mas. Hay tres personas en la oficina del forense que han sido despedidas o trasladadas a raiz del fiasco de la cremacion: dos hombres y una mujer. Los hombres han muerto con tres semanas de diferencia y la mujer ha desaparecido, y todo menos de cuatro meses despues del incidente. Se suponia que la mujer se habia ido a vivir con su hermana a Nueva Orleans, pero en Nueva Orleans no hay ninguna hermana, solo un tio que es incapaz de acordarse de la ultima vez que supo algo de ella.

Marten se sintio como si alguien le hubiera puesto una mano helada en el cogote. Esta era la impresion que habia tenido cuando leyo la noticia del cadaver en el parque, pero se convencio de que no tenia ni por que hablar del tema:

– Estas sugiriendo que Raymond podria seguir con vida.

– No, no estoy sugiriendo nada. Pero sabemos que alguien mando un avion a buscarlo, dos veces. Eso significa que no actuaba solo y, quien fuera que lo estuviera ayudando, es obvio que tenia dinero, y mucho.

Marten desvio la vista. Era mas de lo que habia sabido hasta ahora. Mas de lo que habia sido aparcado con tanta rudeza por el jefe Harwood en su afan por poner punto y final al caso Raymond y proteger la verdad de lo que le habia ocurrido a la brigada. De pronto, Marten se volvio a mirarle:

– ?Y que hay del medico que certifico su muerte en el hospital?

– Felix Norman. Ya no figura entre el personal del hospital. Tengo a un par de personas investigandolo.

– Dios mio. ?Lo sabe la policia de Los Angeles?

– No lo creo. O si lo saben, no le han dado mucha bola. Las dos muertes fueron, aparentemente, por causas naturales. La desaparicion de la mujer no ha sido nunca denunciada, y ?quien va a mirar los viejos expedientes y bases de datos en busca de informacion de un caso que ha sido oficialmente cerrado y con el cual ya nadie quiere tener nada que ver?

Delante de ellos podian ver el edificio circular de Barriere Monceau, uno entre los miles de edificios de viviendas construidos alrededor del casco antiguo a finales del siglo XVIII y uno de los pocos que todavia seguian en pie. Justo detras estaba la extension verde apagado de un parque urbano en invierno.

– ?Es aqui? ?El lugar donde encontraron el cuerpo de Neuss?

– El Pare Monceau, si.

Ford vio como la mirada de Marten se encendia a medida que se acercaban. Sintio su electricidad cuando se erguia en su asiento, escrutando las calles inconscientemente, el barrio que rodeaba el lugar, los distintos accesos al parque. Buscando la manera en que un asesino habria llegado y habria salido. Era el policia que llevaba dentro el que volvia a despertar. Exactamente lo que Ford habia temido que ocurriera.

– Nick -le advirtio-. Mantente al margen. No lo sabemos todo. Dejame que lo investigue yo a traves de mi gente en Los Angeles. Dale una oportunidad a la policia parisina para que encuentre algo aqui.

– ?Por que no damos un paseo por el parque y vemos lo que encontramos?

Al cabo de tres minutos Ford aparco el Citroen en la rue de Thann, en diagonal delante del parque. Eran justo las doce y media del mediodia cuando salieron y cruzaron el Boulevard de Courcelles bajo un sol brillante de enero, entraron en el Pare Monceau, el elegante proyecto del duque de Chartres del siglo XVIII, a traves de las puertas ornamentadas de hierro forjado cerca de la boca de metro de Monceau, y se metieron por el sendero en direccion a la zona en la que se habia hallado el cadaver de Neuss.

Cuando habian avanzado veinte metros vieron a tres policias de uniforme de pie junto a una plantacion de

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