Donlan le hablo bruscamente:

– No haga esto, Ray.

Se volvio hacia el revisor:

– Y tu, hijo de puta…

El revisor abrio los ojos de par en par. Un horrible escalofrio se apodero de el. Hizo ademan de volverse, quiso salir corriendo, pero no le sirvio de nada. Unos disparos atronadores ensordecieron a todo el mundo en el vagon mientras el Colt daba dos sacudidas en la mano de Donlan. El cuerpo del revisor dio dos saltos al aire y luego desaparecio del campo visual. Raymond trato de liberarse de nuevo del control de Donlan, pero no le sirvio de nada y este lo arrastro escaleras abajo hasta la gravilla que habia junto al tren. En una decima de segundo, Donlan lo puso de pie de nuevo, arrastrandole y empujandole a traves de las vias hacia una valla que habia a lo lejos.

13

8:44 h

Barron salto por la puerta del vagon y cayo al suelo rodando. Al levantarse, Halliday ya estaba mas adelante y corria hacia el punto donde Donlan empujaba a su rehen por encima de una valla de cadena, al final del descampado del tren. Barron salio disparado, corriendo no hacia Halliday sino por las vias junto al tren. Vio a Halliday, que se volvia a mirarlo.

– ?Si quieres perseguirle sin armas, adelante!

Barron corria con todas sus fuerzas, mirando por el suelo delante de el en busca de sus armas. Al cabo de casi cuatrocientos metros vio la primera Beretta que brillaba al sol. Luego vio las otras dos, separadas unos siete metros, sobre la gravilla junto a las vias del tren.

Recogio una, luego la otra y luego la ultima y salio corriendo en diagonal, cortando la distancia hacia la valla. Donlan la habia cruzado. Halliday estaba a su izquierda, justo delante de el, corriendo a todo meter. Al llegar a su altura, Barron le lanzo una de las armas. En pocos segundos habia llegado a la valla y la saltaba apoyado en una mano. Halliday hizo lo mismo detras de el.

El terreno caia bruscamente al otro lado y los dos hombres se pararon. Al pie de la colina habia dos avenidas principales que se cruzaban en un semaforo.

– ?Alli esta! -grito Barron, y vieron a Donlan y su rehen corriendo hacia la puerta del copiloto de un Toyota blanco que estaba parado en el semaforo. Con el Colt en la mano, Donlan abrio la puerta del conductor y saco a una mujer a rastras a la calle. Luego miro al rehen y dijo algo. De inmediato, el rehen miro hacia atras, a la policia, corrio hacia la puerta del copiloto y entro en el coche justo cuando Donlan lo ponia en marcha. Se oyo el chirrido agudo de las ruedas y el Toyota salio disparado hacia el cruce.

– ?Has visto esto? -grito Barron.

– ?Estan juntos?

– ?Joder, lo parece!

Union Station, 8:48 h

– ?Vamos alla, Marty! -aullo McClatchy por la radio a Valparaiso.

Levantando polvo y gravilla, olvidadas las ninas excursionistas, McClatchy y sus detectives sacaron a toda velocidad los dos Ford de camuflaje de la zona apartada de obras al otro lado de la via 12.

McClatchy conducia el primer coche con Polchak a su lado. Lee iba solo en el segundo coche, golpeando la calle pegado a aquel. Un segundo mas tarde, las dos unidades de apoyo rugieron detras de ellos.

8:49 h

Barron y Halliday estaban en medio de la avenida mostrando sus placas doradas de detectives, tratando de detener cualquier coche que pudieran. Pero nadie les hacia ni caso. Los coches pasaban a toda velocidad a izquierda y derecha. Insistieron, pero siguieron sin hacerles caso. La gente les tocaba el claxon, les gritaba que se apartaran. Finalmente se oyo un fuerte chirrido de frenos y una furgoneta Dodge verde se detuvo junto a Halliday.

Con la placa bien alta, Halliday abrio la puerta de la furgoneta de un manotazo y le grito a su joven conductor que se trataba de una emergencia policial y que la necesitaba.

En cuestion de segundos, el chico estaba en la calle y Halliday se deslizaba tras el volante hacia el asiento del copiloto y le gritaba a Barron:

– ?Tu eres el joven, tu conduces!

Barron se metio dentro, cerro la puerta de un portazo y puso la Dodge en marcha. Con un chirrido de ruedas, se apoyo en el claxon y se colo por un semaforo en rojo, acelerando en la misma direccion en la que habia salido el Toyota blanco de Donlan.

8:51 h

Con el radiotransmisor en la mano, los pies deslizandose por el suelo de roca quebrada que cubria el suelo entre vias, Valparaiso corria a todo trapo hacia la calle a lo lejos. A setenta metros lo seguian las unidades de bomberos y policia de Los Angeles por encima del mismo suelo, en direccion al Southwest Chief detenido.

– Roosevelt, recoge a Marty.

Lee oyo la orden de McClatchy por su radio, por encima de un griterio de sirenas, y rapidamente eligio el camino mas rapido hasta el descampado del ferrocarril, empezando por un giro a la izquierda en el primer cruce. Al correr hacia el carril de giro vio el coche de McClatchy y Polchak acelerando delante de el, y luego girando a la derecha en el cruce y saliendo a toda velocidad, con las luces de emergencia roja y amarilla de su ventana trasera centelleando con furia. Al cabo de medio segundo, las dos unidades patrulla salieron disparadas a la carrera. Se trataba de un Codigo Tres: luces rojas y sirenas.

8:52 h

Lee vio a Valparaiso corriendo hacia una verja baja, veinte metros mas adelante. Inmediatamente, su enorme pie derecho piso el freno y el Ford se detuvo justo cuando Valparaiso saltaba la verja y corria hacia el.

– ?Vamos! -grito Valparaiso, subiendo al coche. Antes de que este hubiera cerrado la puerta, Lee piso el acelerador y el Ford salio disparado, dejando un rastro de rueda quemada.

14

8:53 h

Вы читаете La huida
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×