destoco a reganadientes, cediendo a los consejos de Hernando.
—Montais realmente bien —reconocio Hernando tras bajar del llano rodeando el pico en el que se ubicaba y encontrarse con don Sancho. Volador aparecia sudoroso y ensangrentado alli donde le habia espoleado.
—Lo se —replico el hidalgo, tratando de esconder su alivio por no haber tenido que seguir los pasos del morisco.
—Volvamos a Ugijar —propuso Hernando, orgulloso al sentirse superior al hidalgo.
Esa misma noche, Hernando anuncio que a la manana siguiente partirian para Granada.
—Al parecer —le conto don Sancho durante el viaje—, dona Isabel fue acogida por el marques de los Velez.
Andaban los dos por delante de criados y mulas, con las riendas de los caballos en banda.
—?Como lo sabeis?
—Por el abad mayor de Ugijar. Eso es lo que me explico, y varias veces, por cierto, mientras tu andabas por ahi. —Hernando alzo las cejas como si no comprendiera—. Si, si —se quejo don Sancho—. Dona Isabel entro en casa del marques para asistir como dama de compania de las ninas, aprendio con ellas, y tanto se hizo querer que el sucesor del Diablo Cabeza de Hierro ofrecio una buena dote para su matrimonio. Entonces caso con un licenciado que prospero con la ayuda de los Velez y que de la mano de otro Fajardo de Cordoba, juez en Sevilla, llego a ser oidor de una de las salas de la Cancilleria de Granada.
—?Eso es importante?
Don Sancho dejo escapar un silbido antes de contestar:
—La Cancilleria de Granada, con la de Valladolid, es el tribunal mas importante del reino de Castilla. En Aragon hay otros. Por encima suyo y exclusivamente con respecto a algunos asuntos, solo tiene al Consejo de Castilla en representacion de Su Majestad. Si, si que lo es. Don Ponce de Hervas es juez de una de las salas de lo civil. Todos los pleitos de Andalucia terminan en el o en alguno de sus companeros. Eso da mucho poder... y dinero.
—?Esta bien pagado?
—No seas ingenuo. ?Sabes lo que decia el duque de Alba de la justicia en este pais? —Hernando se volvio en la montura hacia don Sancho—. Que no hay causa alguna, sea civil o criminal, que no se venda como la carne en la carniceria y que la mayoria de los consejeros se venden a diario a quienes los quieran comprar. Nunca pleitees contra un poderoso.
—?Eso tambien lo decia el duque?
—Este es un consejo que te doy yo.
Hicieron noche en Padul, a algo mas de tres leguas de Granada, puesto que no querian llegar a casa de sus anfitriones a horas intempestivas, y Hernando sorprendio a don Sancho al empenarse en acudir a la iglesia antes de partir la manana siguiente. Alli fue donde contrajo matrimonio con Fatima segun el edicto del principe don Juan de Austria. Un falso enlace, solo valido a los ojos de los cristianos, pero que para el habia supuesto un rayo de esperanza. Fatima... La iglesia, vacia a aquellas horas, se le antojo un espacio frio, tan helado como su alma. Cerro los ojos, arrodillado, y simulo rezar, pero de sus labios solo salia «Muerte es esperanza larga». Aquella frase le perseguia, parecia haber sellado su destino desde el mismo dia que la pronunciara para ella. ?Por que, Dios? ?Por que Fatima...? Tuvo que enjugarse las lagrimas antes de levantarse y, ante la extraneza de don Sancho, se mantuvo en pertinaz silencio hasta llegar a la ciudad de la Alhambra. Accedieron a ella a media manana por