arabe, pero fue mientras los transcribia, cuando llego a entender su verdadero significado. Ya en la anunciacion, el angel Gabriel no le dice a Maria que parira a un ser divino, sino a alguien que indicara el camino. ?Adonde?, se pregunto deteniendo la escritura. ?A quien? Al verdadero Profeta, se contesto a si mismo. Al igual que los musulmanes, ni Jesus ni su madre podian beber vino o comer cosas inmundas, y los angeles no anunciaron a los pastores el nacimiento del Salvador, sino el de un Profeta mas. En contra de los relatos de los evangelistas posteriores, Bernabe afirmaba que el propio Jesucristo, a quien llego a conocer personalmente, nunca se llamo a si mismo Dios o hijo de Dios, ni siquiera Mesias. No se consideraba mas que un enviado de Dios que anunciaba la llegada del verdadero Profeta: Muhammad.
Otra de sus tareas consistia en preparar el memorial de los hechos acaecidos en Juviles para el arzobispado de Granada, que le recordo su compromiso haciendole llegar la cedula especial a su nombre. Hernando no estaba dispuesto a traicionar a su pueblo, por mas que asi lo pensasen Abbas, sus adlateres o incluso su madre. Fue un morisco, el Zaguer, escribio, quien impidio la ejecucion de todos los cristianos del pueblo; es mas, si alguna matanza llego a producirse realmente en Juviles, esa no fue otra que la de mas de mil mujeres y ninos moriscos a manos de los soldados cristianos, anadio recordando con dolor la desesperada busqueda de su madre y la casual salvacion de Fatima y su pequeno Humam, entre los fogonazos y las humaredas de los arcabuces en la oscuridad de la plaza del pueblo.
Entre una y otra, asumiendo su compromiso, comunicandose mediante la inmensa red de arrieros moriscos, colaboraba con Castillo para el libro que versaba sobre don Rodrigo, el rey godo, que preparaba Luna. Su contribucion consistia en proporcionar datos sobre la convivencia entre cristianos y musulmanes en la Cordoba califal. Se trataba de demostrar que en la epoca en que gobernaron los musulmanes, los cristianos, entonces llamados mozarabes, pudieron vivir en sus dominios y, lo que era mas importante, practicar su fe dentro de una cierta tolerancia. Hernando llego a comprobar que los mozarabes conservaron sus iglesias y sus templos, su organizacion eclesiastica y hasta su justicia. Por el contrario, ?cuantas mezquitas quedaban en pie en las tierras del Rey Prudente? Los mozarabes no fueron obligados a convertirse; los moriscos, si.
Aporto noticias sobre las iglesias de San Acisclo y San Zoilo, San Fausto, San Cipriano, San Gines y Santa Eulalia; todas ellas quedaron en pie en el interior de la ciudad de Cordoba durante la dominacion musulmana, si bien evito hablar de la situacion de sumision en la que se encontraban los mozarabes —por lo menos podian seguir con sus creencias, arguyo para si—, durante la terrible epoca del visir Almanzor.
Y si se cansaba de esas labores y deseaba disfrutar, se dedicaba al arte de la caligrafia. El tratado que encontro en el arcon junto al evangelio no era sino una copia de la obra Tipologia de escribas, escrita por Ibn Muqla, el mas grande de los que estuvieron al servicio de los califas de Bagdad. Entonces, al escribir, buscaba la perfeccion en el trazo y se sumia en un estado de espiritualidad solo comparable a los momentos de oracion.
—Has ofendido a Dios con tus imagenes de la palabra sagrada. —se recrimino un dia en el silencio de la biblioteca, consciente de la imperfeccion de su escritura y de la falta de magia en los caracteres que en lugar de dibujar, garabateaba en los ejemplares del Coran que copiaba.
Necesitaba hacerse con calamos y aprender a cortar su punta, larga y ligeramente inclinada a la derecha, como indicaba Ibn Muqla; las plumas cristianas no eran suficientes para servir a Dios. No le seria dificil encontrar canas con que hacerlo, penso.
Sin embargo, tambien necesitaba esconder su cada vez mas prolifico trabajo, lo que le obligaba a visitas frecuentes a la torre del alminar. Aprovechaba