maestro a tu rey. Nunca una mujer cristiana osaria lanzarse sobre su esposo tal cual lo hace la Venus de Tiziano. —Por unos instantes, Hernando dejo vagar sus recuerdos hacia Isabel—. ?Que piensas? —le pregunto el pintor al verlo pensativo.
—En las mujeres cristianas —trato de excusarse—. En su situacion. ..
—Vosotros no teneis en mayor consideracion a las mujeres. Solo son vuestras prisioneras, incapaces de hacer nada por si mismas, ?no es eso lo que dijo vuestro Profeta?
Hernando asintio en silencio.
—Si —reitero tras pensar en ello—, ambas religiones las han apartado. En eso nos parecemos. Tanto es asi, que hasta en la Virgen Maria convenimos: cristianos y musulmanes creemos en ella en forma similar. Pero es como si el hecho de coincidir en una mujer, aunque sea la madre de Jesus, careciera de importancia...
Hernando detuvo su pesaroso deambular por la biblioteca de palacio al recuerdo de la conversacion sostenida con Arbasia. ?La Virgen Maria! Aquel era, verdaderamente, un punto de union entre cristianos y musulmanes. ?Para que empenarse en demostrar la benevolencia de los conquistadores arabes para con los cristianos, como pretendia Luna, si disponian de un elemento de entronque indiscutible para ambas comunidades? ?Que mejor argumento que ese? ?Hasta el evangelio de Bernabe coincidia con la version que presentaban aquellos manipulados por los papas y que los cristianos defendian como verdaderos! ?Por que no iniciar ese camino de union que permitiera la convivencia entre las dos religiones a traves de la unica persona en la que todos parecian estar de acuerdo? Espana entera vivia una epoca de devocion mariana rayana en el fanatismo; eran constantes las exigencias a Roma para que declarase dogma de fe la concepcion inmaculada de Maria. Ni siquiera Dios, el mismo para ambas religiones, el Dios de Abraham, podia llegar a suscitar la misma unanimidad: los cristianos lo habian desvirtuado con su doctrina de la Santisima Trinidad.
Durante algunos dias no pudo concentrarse en sus labores. Ya habia mandado a Granada su memorial sobre las matanzas de Juviles y, para su sorpresa, puesto que creia que tras leerlo renunciarian a su colaboracion, el cabildo le solicito informacion acerca de los sucesos de Cuxurio, donde Ubaid habia arrancado el corazon de Gonzalico. ?Como iba a excusar aquella carniceria? Alli ningun caudillo morisco habia detenido las matanzas. Dejo de lado la transcripcion del evangelio de Bernabe y los escritos para Luna y se empeno en la caligrafia. Habia conseguido unas buenas canas con las que fabricar calamos con la punta ligeramente inclinada hacia la derecha, como recomendaba Ibn Muqla; sin embargo, le costaba encontrar el punto exacto en que debia tallar esa curvatura, y por las mananas, mientras Volador ramoneaba en las dehesas, el se apoyaba en un arbol y empezaba a cortar las puntas de las canas que despues probaria en la biblioteca.
Pero la caligrafia ya no lograba aplacar su ansiedad. No se hallaba en la disposicion de animo necesaria para encontrarse con Dios a traves de los dibujos. Despues del dia en que creyo haber encontrado la solucion a traves de Maryam, las dudas le asaltaron. ?Como hacerlo? ?Tenia razon? ?Como presentarlo a los cristianos para que tuviese el eco necesario? ?Como podia, el solo, afrontar tal proyecto?
Sin embargo, la realidad estaba ahi. Desde el dia en que fuera al garito de Pablo Coca siguiendo al camarero, quien cumplio con su palabra y acudio al establecimiento del maestro tejedor tras las explicaciones que Hernando le proporciono acerca de las tretas que utilizaban los fulleros para marcar los naipes —tiznandolos, con diminutas marcas sobre ellos, o con naipes de unas medidas diferentes, imperceptibles, a las del resto del mazo—, Hernando habia vuelto en varias ocasiones a jugar; algunas lo hizo solo, otras acompanado por el camarero. Sabia que estaba incumpliendo el mandato que prohibe el juego, pero ?cuantos mandamientos mas se veia obligado a incumplir en aquellas tierras?