de cartas tranquilamente.
Se trataba de una idea descabellada cuya intencion no era otra que volver a unirnos, cuando en el fondo sabia que acabariamos separandonos.
Celine me miro sorprendida y tiro el as de espadas sobre mi rey mientras negaba con la cabeza.
– Quiza podriamos irnos de viaje juntos -repuso como un eco .
Y asi lo hicimos. Aunque no lo confesamos, ambos sabiamos que ese viaje constituiria el ultimo intento por salvar nuestro matrimonio, superar agravios y olvidar el pasado. Decidimos ir a Madrid, y durante el viaje Celine propuso hacer un alto de unos dias en Paris para visitar a su hermano. Ese cambio de ultima hora marcaria todo un periodo de mi vida y me llevaria a presenciar el acontecimiento mas extraordinario de las postrimerias del siglo XIX.
Habia conocido a mi cunado la misma noche de 1888 en que me presentaron a Celine, pero, debido a la distancia que nos separaba y a que el mantenia escasa relacion con su hermana, en los ultimos anos apenas nos habiamos visto. Aunque junto con el titulo de baron de Coubertin habia heredado una gran fortuna, Pierre trabajaba para el gobierno frances y estaba a cargo de varios proyectos, en su mayor parte de naturaleza artistica, encaminados a promover la vida cultural del pais antes que a sanear su economia. Con Celine tenia un trato minimo pero muy cordial, y la noche que llegamos a Paris -el 24 de noviembre de 1892- hacia mas de ano y medio que no se veian. Celine le escribia regularmente y le contaba la vida que llevabamos en Bruselas, el prolongado exito que habia obtenido
Pierre era un hombre de mediana edad y lucia un bigote negro con unas puntas largas y enroscadas que se le disparaban a un lado y otro de la cara, como el que Salvador Dali llevaria a mediados del siglo XX. Media casi un metro noventa, pero estaba delgado y fuerte gracias a que seguia una dieta estricta y hacia ejercicio todos los dias, religiosamente.
– Me levanto a las cinco y media de la manana -me conto ante un lenguado mientras cenabamos en un caro restaurante donde todos los camareros parecian conocerlo y lo trataban con suma deferencia- y me doy un bano de agua fria, que me revitaliza y prepara para las actividades matinales. Despues hago cien flexiones, cien abdominales y otros ejercicios para tonificar los musculos, y a continuacion doy una vuelta de veinte kilometros en bicicleta por la ciudad. Al volver a casa me doy otro bano, esta vez de agua caliente, para evitar posibles distensiones musculares, acabo mis abluciones matinales, y a las nueve en punto estoy listo para acometer el trabajo de la jornada. No te imaginas lo bien que empiezas el dia siguiendo un programa asi. ?Y que me dices de ti, Matthieu? -me pregunto de pronto-. ?Que actividad fisica prefieres?
Logre callarme lo primero que me vino a la cabeza y, tras un instante de vacilacion, di con una respuesta educada.
– Bien, he jugado un poco al tenis. Al parecer no tengo mal reves, aunque mi saque es de verguenza. Debo admitir que los juegos de equipo nunca han sido lo mio. Prefiero poner a prueba mis habilidades solo o compitiendo individualmente contra otros, como en el atletismo, la esgrima, la natacion y deportes asi.
En cuanto Pierre empezo a hablar de su tema favorito ya no hubo manera de pararlo. Mas tarde descubri que podia pasarse horas ponderando las ventajas de una vida dedicada al deporte, desde un punto de vista no solo individual, sino tambien social, debido a las cualidades inherentes a las actividades de naturaleza competitiva. Su entusiasmo me parecio interesante y poco comun, pues hasta entonces nunca me habia preocupado por ese aspecto de la vida. Al haber sido bendecido con una buena constitucion y probablemente el cuerpo mas fiable de la historia de la humanidad, siempre he estado en forma y nunca he necesitado seguir una tabla de ejercicios. En realidad, el unico esfuerzo fisico que hago regularmente es andar, pues en toda mi vida solo he tenido coche una vez, y apenas lo utilizaba, y en general el transporte publico me agobia.
Charlamos un poco de Celine y nuestro viaje a Madrid, sin aludir a mis escarceos amorosos, razon de ese ultimo esfuerzo por recuperar la armonia conyugal, hasta que Pierre parecio aburrirse de la conversacion y se quedo ensimismado mirando su copa de brandy. Cuando le preguntamos si le pasaba algo, explico que al dia siguiente iba a dar una conferencia importante en la Sorbona y que se sentia inquieto por ese motivo.
– Constituye la culminacion de estos ultimos anos -declaro. Dejo el puro en el cenicero y se puso a gesticular con las manos mientras continuaba-: En la conferencia de manana voy a proponer una idea que se me ha ocurrido y que, en caso de que se acepte, me llevara a asumir el proyecto mas extraordinario de mi vida.
Lo mire intrigado.
– ?Puedes explicarnos de que se trata? ?O debes mantenerlo en secreto hasta manana por la tarde? A esas horas tu hermana y yo estaremos viajando a Madrid y quiza nunca nos enteremos.
– No te preocupes, Matthieu, oiras hablar de ello, no tengo la menor duda. Siempre y cuando manana logre convencer a todo el mundo de que es una buena idea, claro. Vereis… -Se inclino y Celine y yo hicimos lo propio, formando un triunvirato de conspiradores que me parecio muy apropiado para ese momento-. Hace un par de anos una institucion gubernamental me encargo un estudio sobre diversos metodos de educacion fisica con vistas a reintroducir un curriculo deportivo en nuestras escuelas. La tarea, que no era dificil, me entusiasmo, fascinado como estaba por los diferentes metodos de mantenimiento fisico que se practican en todo el mundo. En el curso de mi investigacion conoci a muchas personas que pensaban igual que yo, y eso me condujo a la conclusion que presentare manana en la conferencia. Seguro que habeis oido hablar de los Juegos Olimpicos.
A juzgar por su expresion, Celine nunca habia oido hablar de ellos, y en cuanto a mi, distaba de ser un experto en la materia.
– A ver… -empece con cautela, pues apenas conocia su historia e ideales-. Se que se celebraban en la Grecia antigua… unos cien o doscientos anos despues de Cristo. ?Me equivoco?
– Mas o menos. -Pierre esbozo una sonrisa-. Para ser exactos, los Juegos Olimpicos se iniciaron unos ochocientos anos antes de Cristo, de manera que solo te has equivocado en un milenio, y concluyeron definitivamente en el siglo cuatro de la era cristiana, cuando el emperador romano Teodosio I promulgo un decreto prohibiendo su celebracion. -Mientras soltaba nombres y fechas que tenia impresos en la memoria fue animandose cada vez mas-. Por supuesto, durante estos ultimos mil cuatrocientos anos no se han olvidado por completo -concluyo en un momento en que con su erudicion habia eclipsado no solo nuestra ignorancia sino nuestra misma presencia en la mesa-. Supongo que conocereis las referencias a los Juegos que hace Pindaro.
No las conocia, pero asenti para que continuara.
– Antes ha habido gente interesada en instaurar una version contemporanea de los antiguos Juegos. En Inglaterra conoci a un hombre, un tal doctor William Penny Brooks (no me extranaria que hubierais oido hablar de el), que fundo la Sociedad Olimpica de Much Wenlock. Aunque su proyecto suscito cierto interes, al parecer no encontro a nadie que lo financiara. Ha habido otros antes y despues de el, claro: Muths, Curtius, Zappas en Grecia, etcetera. Pero fracasaron porque no eran proyectos internacionales. De eso voy a hablar manana por la tarde en la Sorbona. Propondre la creacion de los Juegos Olimpicos de la actualidad, con participacion y financiacion internacionales, no solo por mor de la excelencia personal y los logros deportivos, sino tambien para promover la concordia y la colaboracion entre todos los paises. Matthieu, Celine -al llegar a este punto Pierre parecia euforico-: mi intencion es restablecer los Juegos Olimpicos.
Al final nuestro matrimonio fracaso. No llevabamos mucho tiempo en Madrid cuando fuimos conscientes de que eramos incapaces de superar el asunto de mi infidelidad, de modo que decidimos separarnos de forma amistosa, aunque apenados. Presenciar el fin de la relacion me dolio, pues me habia propuesto que durara toda la vida, si no la mia al menos la de Celine, y me maldije por mi aparente incapacidad para ser leal a una mujer o mantener una relacion sana y exitosa. Le suplique que me diera otra oportunidad, pero la habia decepcionado y se sentia traicionada. Cuando nos separamos abandone Espana como alma en pena y vivi en Egipto una temporada. Alli inverti capital en la construccion de edificios de bajo coste en las afueras de Alejandria, lo que supuso mi primera incursion en negocios no relacionados con el arte. Entonces la ciudad atravesaba una epoca de prosperidad y crecia de forma imparable; cuando vendi mi participacion, obtuve un beneficio neto de casi dos