– Estoy bien, gracias. Lo unico que deseo es que despierte de una vez. Lo quiero, senor Zela -afirmo, tratandome nuevamente de usted, como si se excusara.
– Llamame Matthieu, por favor.
– Lo quiero y le necesito.
La mire a los ojos y reflexione. Mi problema con Andrea era que la desconocia por completo. Ignoraba sus cualidades, que posicion ocupaba en el trabajo, de que familia procedia, cuanto ti i nero ganaba, en que calle vivia y con quien compartia casa. No sabia nada, por lo que era normal que recelase.
Por otro lado, quiza la estuviese juzgando mal. Tal vez en efecto quisiera a mi sobrino, ?por que no? Tal vez conociera ese dolor agudisimo e insoportable que acompana al amor. Tal vez hubiera sufrido la tortura de adivinar la presencia del ser amado en un mismo edificio, aun cuando no esta a tu lado. Tal vez supiera lo que se siente cuando el ser al que mas quieres te maltrata, te hiere y crucifica y aun asi eres incapaz de sacartelo de la cabeza, por mas que lo intentes y por muchos anos que pasen. Tal vez previera que con solo recibir una llamada de ese ser lo dejaria todo y detendria el reloj de su vida. Tal vez sintiera todo eso por Tommy, y yo no era quien para negarle el beneficio de la duda.
– Debe vivir por su hijo -dijo Andrea al cabo de un silencio-. Tiene que recuperarse por el bien del nino. Eso sera lo que lo ayudara a seguir, ?no crees?
Me encogi de hombros; no las tenia todas conmigo. Algo habia aprendido de la personalidad de los Thomas y su incapacidad para sobrevivir.
Las puertas del ascensor se abrieron y sali a la planta baja. Me sorprendio ver a tanta gente esperando junto al mostrador de recepcion. Los mire. Habia ancianos sentados en estado catatonico que se mecian siguiendo un ritmo interior, jovenes vestidas con ropa barata de aspecto agotado y pelo grasiento que bostezaban y bebian te en vasos de plastico; ninos que correteaban, gritaban y berreaban. Me dirigi a la salida y las puertas se abrieron automaticamente. Al poner un pie en la calle inhale el aire fresco y senti que recuperaba las energias. Amanecia, pero aun faltaba una hora para que la ciudad despertara por completo, y un viento helado me atraveso mientras me arrebujaba en el abrigo.
Estaba a punto de parar un taxi cuando tuve un instante de revelacion y volvi al hospital. «No, no puede ser», pense, negando con la cabeza. Un momento despues franquee las puertas automaticas y dirigi la mirada al grupo de gente que acababa de dejar atras; el lugar en que lo habia visto estaba ahora ocupado por una anciana que respiraba a traves de un inhalador. Mire alrededor boquiabierto y tuve la impresion de estar en una pelicula. Ante mi se abria la vista panoramica del vestibulo: lo barri con la mirada cuidadosamente hasta detenerme en la maquina expendedora de bebidas. Ahi estaba, de pie, con un dedo suspendido frente a las diferentes opciones antes de decidirse por una. Me acerque, lo agarre por el cuello de la camisa y tire para que se volviese. Dio un traspie, alarmado, mientras una moneda de cincuenta peniques caia al suelo. No me habia equivocado, era el. Lo mire fijamente al tiempo que negaba con la cabeza con cara de pocos amigos.
– ?Puede saberse que demonios estas haciendo aqui? ?Como te has enterado?
La ironia de que en las noticias matinales de mi emisora informaran sobre la sobredosis de mi sobrino y su estado comatoso no se me escapo. Como en las ultimas horas apenas habia conseguido conciliar el sueno, me recoste en un comodo sillon en el que habrian cabido dos personas, cerre los ojos y eche alguna que otra cabezada… hasta que me desvele por completo. Me levante y me di una larga ducha caliente, enjabonandome con geles de enigmaticas y exoticas fragancias y champues de fuertes aromas a coco. Media hora despues me encontraba en la cocina en albornoz, fresco y lleno de energia. Me prepare un desayuno ligero, un gran zumo de naranja, un kiwi y una tostada; lo tome lodo frente al televisor, mientras se hacia el cafe.
Delante del hospital se encontraba un locutor llamado Roach Henderson, con el aspecto del hombre que querria estar en cualquier otra parte del mundo antes que ahi de pie, con ese I rio gelido, temiendo que se le volara el peluquin en mitad de la retransmision. No lo conocia mas que superficialmente. Su nombre verdadero era Ernest, pero a los veinte anos habia decidido cambiarselo por el de Roach. Tal vez recibiera una fuerte influencia de los presentadores de noticias estadounidenses y creyera que tener un nombre de pila raro le proporcionaria credibilidad y un despacho con calefaccion en el estudio. En los ultimos veinte anos no habia conseguido ni una cosa ni la otra.
«Roach -lo llamo el locutor del estudio, Colin Molton, con cara de preocupacion mientras se daba golpecitos con el boligrafo en los labios y miraba la pantalla en que aparecia la imagen del reportero-, ?que puedes decirnos sobre el estado de Tommy DuMarque? Roach», repitio, para indicar que ahora le tocaba hablar al reportero.
«Bien, como todos ustedes saben -empezo Roach, haciendo caso omiso de la pregunta y dispuesto a soltar el discurso que llevaba preparado-, Tommy DuMarque es uno de los actores mas reconocibles del pais. -Puso un extrano enfasis en la palabra «reconocibles»-. Su carrera se inicio hara unos ocho anos, interpretando el papel de Sam Cutler en una exitosa telenovela.
A continuacion aparecieron en el televisor unas fotografias y una breve escena de anos atras-. Habiendo destacado, ademas, rn el mundo de la musica pop y como modelo, lo cierto es que el estado de Tommy DuMarche tendra en vilo tanto al publico en general como a los profesionales del espectaculo. Colin», concluyo en el mismo tono en que podria haber dicho «cambio» por walkie-talkie.
«Entonces, ?cual es su estado? Roach», inquirio de nuevo Colin.
«Los medicos dicen que critico pero estable. Aun ignoramos lo que le ocurrio exactamente a Tommy DuMarque, pero, segun las ultimas noticias, parece que sufrio un colapso en unadiscoteca de moda de Londres poco despues de la una de la pasada madrugada. -Mentira, pense-. Fue traido aqui rapidamente. Aunque al parecer estaba consciente cuando llego, poco despues entro en coma, y desde entonces permanece en ese estado. Colin.»Colin parecia muy afectado, como si su propio hijo estuviera postrado en el hospital.
«Es joven, ?verdad, Roach?»«Solo tiene veintidos anos, Colin.»«?Crees que las drogas han tenido algo que ver en el asunto? Roach.»«Aun no podemos afirmarlo, pero es sabido que Tommy DuMarque lleva una vida un tanto extravagante. Puede versele en las discotecas siete noches por semana. He oido decir que, al advertir que Tommy estaba perdiendo el control de su vida, ciertos productores de la BBC querian ingresarlo en un centro de desintoxicacion. Sus continuos retrasos han ocasionado mas de un problema; ademas, hace poco una importante columnista publico un articulo comprometido sobre cierto personaje que la mayoria identifico con Tommy, en el que describia con todo detalle su vida desenfrenada y sus habitos sexuales. Colin.»Observe que cada vez que enfatizaba una palabra movia la cabeza hacia un lado.
«Supongo que tendra a toda la familia alrededor de su lecho de enfermo. Roach.»«Por desgracia, los padres de Tommy DuMarque murieron anos atras, pero su novia esta a su lado y, segun tengo entendido, un tio suyo ha pasado por el hospital esta manana a primera hora. Aun se desconoce si Sarah
Lee Hocknell boqueo como un pez fuera del agua sin saber que decir. Su sorpresa era absurda, pues cualquiera habria imaginado que tras oir las noticias de lo sucedido iria al hospital. Aun cuantio habia tenido muchos sobrinos a lo largo de mi vida, Tommy era el unico que seguia vivo. Lee iba vestido bastante a la moda y observe que habia cambiado considerablemente desde la ultima y unica vez que lo habia visto. Llevaba el pelo medio rapado y con algunas coletas, una indudable mejora en comparacion con las melenas
– Senor Zela -me saludo finalmente cuando le solte el brazo y le dirigi una mirada de furia-. No lo he visto…
– ?Que demonios estas haciendo aqui? -insisti aproximandome mas a el-. ?Cuando has venido? ?Como te has enterado?
Dio un paso atras, como si el modo en que se habia enterado de la sobredosis de Tommy fuera lo mas