viven en ambientes marginales, parecen condenadas a mantener unas existencias duras, en muchos casos a terminar irremisiblemente en la carcel o a sufrir tales humillaciones que socavan su voluntad, su naturaleza humana. Entre la poblacion adolescente nos encontramos con embarazos no deseados, drogadiccion, malos tratos, prostitucion, ausencia de una cultura porque en la escuela no hallan el menor arraigo ni interes… Nuestra fundacion intenta paliar algunas lacras en esos segmentos de la poblacion. Ayudamos a personas mayores y a jovenes. Nuestros programas principales van encaminados precisamente a ellos, a los ancianos y los adolescentes. En el caso de los ancianos, les procuramos compania, un servicio de limpieza, una ayuda que les haga sentirse mejor, que les recuerde que todavia forman parte de la sociedad. En el caso de los jovenes que solicitan nuestra ayuda, depende de sus circunstancias. Unos quieren salir de la droga, otras estan embarazadas, unos estan enfermos, otros quieren estudiar, como fue el caso de Marta.

– ?Vino para eso?

– Si -asintio un poco mas entera pasados unos segundos-. Nunca les damos dinero, es obvio, pero conseguimos trabajos para quienes quieren uno, o una adopcion para aquella nina que no puede o no quiere hacerse cargo de su hijo. A veces son adopciones compartidas, es decir, la adolescente no pierde del todo a su bebe, y los padres entienden que se haran cargo de el sin apartar a la madre biologica de su lado. Marta queria estudiar en un buen colegio, asi que nos pidio exactamente eso: una beca de estudios. Analizamos su solicitud, le hicimos unos examenes, paso unas pruebas y se la concedimos.

– ?Conocian sus antecedentes?

– Por supuesto. Exigimos transparencia plena. Si nos hubiera mentido, en lo que fuera, ya no hubieramos seguido hablando. En algunos casos, nosotros tambien investigamos el entorno o hacemos preguntas. Marta nos conto su historia. Terrible, por cierto.

– ?Le dijo que su madre no la queria, que ejercio la prostitucion despues de tenerla, que la violaron, que tomo y vendio drogas, que apunalo a un hombre y que recientemente estuvo detenida por robo?

– Si.

– ?Se lo justifico?

– No era necesario. Nosotros no juzgamos el pasado, sino que ponemos un punto de inflexion en el presente y formamos un futuro. Sin embargo, ella se sincero conmigo y me explico el porque de cada uno de esos hechos. Su ultimo novio la hizo robar para el, por ejemplo. Y cuando la cogieron, no lo denuncio, prefirio cargar con las culpas; pero entonces abrio los ojos y le abandono. Eso denota mucho caracter, se lo aseguro.

– ?Que sensacion le dio?

– Marta era inteligente, muy valida, lucida, capaz. Sus quince anos fisicos no tenian nada que ver con su edad mental. Tenia unas enormes ganas de aprender, de valer para algo, de poder tener una vida decente… Pedia a gritos una oportunidad -unio sus manos en un gesto que casi parecio un rezo y agrego-: Recuerdo que me dijo algo que me parecio muy hermoso. Cuando le pregunte que era lo que mas deseaba ahora mismo, me dijo que queria tiempo para sonar.

Julia trago la bola de su garganta.

– Ni siquiera le han dejado ese tiempo -suspiro la senora Alvarez. Sus ojos se empequenecieron al preguntar-: ?Se sabe quien…?

– Ni quien, ni por que -dijo Gil.

– Tenia una abuela.

– Estuvimos ayer con ella -manifesto Julia.

– ?Le hablo de su gente, David, Ursula, Patri…?

– No, nunca menciono un solo nombre, ni el de ese novio suyo que la obligo a robar.

Otra puerta cerrada. Otro camino que les devolvia al punto de partida. Otra persona a la que acababan de dar la peor de las noticias: la muerte de alguien que se hacia mas y mas especial a medida que transcurrian las horas.

– Lamentamos mucho esto, se lo aseguramos -se puso en pie Gil.

– Sean justos con ella -la senora Alvarez secundo su gesto.

Julia fue la ultima en levantarse. Buscaba preguntas que hacer, interrogantes donde solo habia dudas. Se rindio al comprender que era inutil.

El resto fue rapido. Apretones de manos, el regreso hasta la puerta y el aterrizaje en la calle, en plena realidad, enfrentados a si mismos.

– Estas ultimas dos horas han sido… -Julia se dejo arrastrar por la tension.

– Antes no me has dicho que opinabas de David.

– ?Que quieres que te diga? Marta fue a encontrar al chico perfecto un mes antes de su muerte. Parece una broma pesada.

– ?Y de esos? -Gil senalo el edificio del que habian salido.

– Marta buscaba una oportunidad.

– Se la acababan de dar.

– El cabron hijo de puta que la mato… -Julia apreto los punos.

– Queria tiempo para sonar -suspiro el.

Volvian a estar al lado de la moto, aun mas desconcertados.

– Estaba limpia -Julia miro a su companero con los ojos vidriosos-. Justo ahora estaba limpia, no tenia nada, ninguna carga del pasado. Iba a estudiar, tenia a David… ?Te das cuenta de que su muerte carece de sentido?

– Porque nos falta algo.

– ?Que puede faltarnos?

– Tal vez no la dejaran salirse.

– ?Salirse de que, de donde? Estaba preocupada por Patri, eso fue lo ultimo que le dijo a David.

– Y que sabia donde estaba.

– ?Sabes que pienso? -Julia se estremecio-. Creo que Marta era otra senorita ONG.

– No te entiendo.

– Tu me dijiste que me hiciera de una, que no estudiara periodismo, y mi madre, que fundara otra.

Gil hizo algo que ella agradecio, sobre todo por lo inesperado. De la misma forma que Julia habia abrazado a David cuando el chico se echo a llorar al enterarse de la muerte de Marta, levanto los brazos, la atrapo, la atrajo hacia si y la estrecho con tierna consistencia. La muchacha se convirtio en un tallo flexible, maleable, pura gelatina amparada por el cuerpo de su amigo.

Los dos, bajo el subito silencio que los envolvio de pronto, pudieron escuchar los latidos del corazon que aplastaban.

No se movieron.

Continuaron abrazados un tiempo que jamas fue eterno, porque a los dos se les antojo de lo mas efimero al separarse, pero que los alimento y nutrio mas que ninguna otra cosa en sus actuales circunstancias.

Habia un amor puro y sencillo en la mirada de Gil.

Y Julia lo devoro con la suya.

– Anda, vamos a buscar a Ursula. Es la clave de todo este marron -logro reaccionar el primero.

Capitulo 7

Llevaban ya dos horas apostados en las cercanias del bar Bartolo, preguntandose una vez mas si no estarian perdiendo miserablemente el tiempo por tratar de hablar con Ursula, o mejor dicho, por intentar que Ursula hablara con ellos. Dos horas de repasar lo que tenian, de comentar una y otra vez los indicios, de analizar los aristados vertices del caso y deslizarse por las inquietantes vertientes de esas aristas. Habian devuelto la correspondencia al buzon de la senora Carmela, pero seguian con las tres fotografias y el cuaderno que, de vez en cuando, Julia abria y leia. Como en aquella ocasion.

Вы читаете Sin tiempo para sonar
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату