empezar, dejemos claro que en los gastos vamos a medias, ?de acuerdo?

– Bien.

– Y si hay algun extra, yo puedo…

Se puso algo roja por si el se molestaba.

– Siempre he querido que una chica me invite a algo. Es uno de mis suenos -bromeo Gil.

– Ah, bueno -suspiro Julia-. Entonces vale.

Cruzaron la calle y se metieron en la cafeteria. Parecia antigua, una de las de antes. Se sentaron en una mesa junto al ventanal que daba a la calle y ella pidio una taza de chocolate con nata y dos cruasanes. Mientras esperaban, Julia propuso:

– Dame el periodico con tus tres noticias seleccionadas y tu mira el mio. A ver que tal.

Se los intercambiaron. Justo habian terminado de leer sus noticias cuando el chocolate y los cruasanes aterrizaron en la mesa. Su aspecto era magnifico, y Julia paso incluso del periodico para concentrarse en su desayuno. El olor a cacao, fuerte y puro, los invadio con su magia. Gil se arrepintio de no haberse apuntado.

– Coincidimos en dos noticias, y luego cada uno ha escogido una tercera distinta -dijo Julia-. Eso es bueno. Empieza tu, que yo ahora me voy a poner ciega.

– ?Eliminamos ya la noticia sobrante de cada cual?

– No, discutamoslas tambien -dijo mientras se llevaba a la boca el primer pedazo de cruasan-. Y haz el favor de no mirarme, porque me voy a poner hasta arriba de chocolate, nata y cruasanes.

– Tu no eres coqueta.

– ?Y tu que sabes?

Siempre tenia la adrenalina a tope, pero esa manana la encontraba diferente, mas combativa que nunca, llena de dinamismo y empuje. Gil se daba cuenta de que, pasara lo que pasara, era cierto que formaban un buen equipo. Algo asi como los de Expediente X.

Incluso en lo personal.

– Has elegido la de los cinco chicos que murieron la madrugada del sabado en un accidente de carretera, la de la chica que identificaron tras encontrarla muerta el dia anterior, y la de la mujer asesinada por el marido - recapitulo Gil.

– Mucho muerto, lo se -consiguio decir Julia-. Morbosa que soy.

– Yo he elegido las dos primeras y la de los ancianos de ochenta anos que se han casado en un asilo.

– ?Por que te gusto la de los ancianos?

– Podriamos escarbar en sus vidas, su historia, sus familias, si es que las tienen; como han llegado a ese asilo, como se enamoraron y que esperan ahora de la vida. Un tema de caracter humano.

– Todos son de caracter humano -considero Julia.

– Imagino que escogiste la noticia de la mujer asesinada por el marido por lo mismo, para investigar en su historia, conocer su pasado, cuando y como se enamoraron, que paso para que ese amor se convirtiera en odio.

– Si.

– Veamos las noticias coincidentes.

– Sigue tu -dijo ella, que comia a toda velocidad mas por hambre que por prisa.

– He escogido la de los cinco chicos muertos para poder hablar de las discotecas, las fiestas, el extasis, el alcohol y todo eso. Por que cinco tios sanos y con toda una vida por delante se ponen ciegos y se matan en una carretera yendo a ninguna parte.

– ?Como sabes que iban ciegos?

– Porque en otro periodico dice que han encontrado pastillas.

– Bien. ?Y la de la chica asesinada?

– Es la mas misteriosa. Aqui dice que tenia quince anos, que llevaba una semana fuera de casa y que nadie denuncio su desaparicion. La encontraron muerta anteayer y la identificaron ayer. Segun el periodico, tenia antecedentes, pese a su edad. O sea, que era una buena pieza. Ademas, fue hallada desnuda, como una muneca rota. No hay muchos datos, pero… Me pregunto por que una adolescente acaba asi.

– Tambien es morboso -reconocio Julia.

– Voy a hacer de abogado del diablo -reflexiono el-. Escogemos la de los cinco chavales. ?Te imaginas hablando con los cinco padres y madres, sus amigos y todo eso?

– Duro.

– Mucho. En cambio, en este caso solo hay una victima. Y existe un aliciente mas, se trata de un asesinato, no de un giro del destino en cualquier curva de una carretera. Las preguntas son multiples: ?en que andaba metida?, ?por que la mataron?, ?por que los padres, o la familia, si la tenia, no denunciaron el hecho…? Creo que podemos retratar un ambiente, posiblemente una marginalidad; realizar un analisis humano e incluso social, generacional, no se. Ver si era un demonio o una victima.

– Oye, muy bueno -dijo Julia mientras rebanaba su taza con el ultimo pedazo de cruasan.

– ?Te refieres al chocolate, o a lo que he dicho?

– A lo que has dicho, hombre -se sorprendio ella-. Aunque me tomaria otro, ?que quieres que te diga? Estaba… -puso los ojos en blanco-. ?Te animas?

– ?Te tomarias otro, en serio?

– Aja.

– Entonces vale, pero solo con un cruasan.

Julia levanto la mano y llamo a la camarera. Se lo indico por senas: dos chocolates con nata y dos cruasanes.

– ?Asi que te parece bien? -pregunto Gil cuando ella volvio a mirarle.

– Si, decidido: esa es la noticia.

– ?Has visto los demas periodicos?

– Si.

– No hay mucho por donde empezar. No sabemos ni el nombre de ella ni donde vivia; solo sus iniciales. En uno de los diarios ni siquiera le dan cinco lineas a la noticia. Parece poco.

– ?Que sugieres?

– Buscar los periodicos de ayer, que fue cuando salio la noticia del hallazgo del cadaver, para ampliar la informacion. Un vecino mio los guarda siempre. Ire a verle ahora.

– Esa sera tu mision -acepto ella, risuena-. Yo ire a ver a mi padrino.

– ?Quien es?

– Pablo Barrios. Esta en la Jefatura Central de Policia -le guino un ojo-. El me dira el nombre y las senas, amen de otros detalles.

– ?Sopla! -se quedo boquiabierto.

– ?A que no te lo esperabas? Tengo golpes secretos.

– Eso es genial -se animo Gil-. ?Cuando empezamos?

– Lo de los periodicos de ayer y lo de mi padrino, hoy mismo. Lo otro, manana -Julia hizo un gesto de fastidio-. Mis padres se van fuera el martes o el miercoles, y hoy toca comida familiar en casa de mis tios.

– De acuerdo.

– ?No estas nervioso?

– No.

– Yo estoy excitada. Me siento…

– Entonces, lo mejor seria que nos lo tomemos con calma -dijo el-, o perderemos la perspectiva por exceso de ganas.

– ?Y que propones, que me tome una tila?

– De momento, que nos tomemos ese chocolate que viene por ahi -senalo Gil.

La camarera aparecio ante la mesa con las dos tazas y los dos cruasanes, les sonrio a ambos y desaparecio dejandolos de nuevo solos.

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