David supero su asombro para preguntar:
– ?Que significa esto? ?Que interpretacion le
das?
– ?No lo ves? -Joa seguia palida-. La estela habla de mensajeros y estrellas, de dias y lunas, de esparcir algo, una semilla tal vez, y de un nacimiento o nacimientos en plural. Lo que falta, lo que se ha borrado, debia de ser la clave final, quiza el lugar del encuentro o la vuelta de nuestros padres galacticos, pero esta claro que aqui, hace cientos de anos, los mayas hablaban de las hijas de las tormentas. ?Predijeron su llegada y su mision, que es lo que debe de haberse borrado! Si llegaron a la Tierra el 28 de noviembre de 1971, algo sucedera con ellas el 21 de diciembre, dentro de unos dias. Exactamente 15.000 dias despues de su nacimiento. ?Todas las hijas de las tormentas cumpliran 15.000 dias de vida! Si fue el 29 de noviembre sera el 22 de diciembre. Y si fue el 30 de noviembre, el acontecimiento tendra lugar el 23 de diciembre. Por eso mi padre puso las seis figuras, los seis glifos con las seis fechas posibles. Cuando vio esto -toco el numero maya representando el 15.000-, entendio todo el proceso. ?Es el nexo que faltaba!
– ?Quieres decir que el fin del Quinto Sol tiene que ver con ellas?
– Si, David, eso quiero decir -su voz sono a desaliento.
– ?De que forma lo interpretas?
– No lo se. Habria una docena de teorias a cual mas extraordinaria.
– De acuerdo -el guardian abrio ambas manos para serenarse-. No hay duda de que esa cifra, los 15.000 dias, esta relacionada con la fecha de nacimiento de las ninas, y que nos lleva indefectiblemente al fin de esa quinta era maya. Pero ?quien te dice que antes no hubo mas hijas de las tormentas y que ese ciclo se ha mantenido y repetido hasta hoy?
– No niego que pueda ser asi. Pero ?cuantas veces habra coincidido el termino de los 15.000 dias con una fecha tan significativa para los mayas?
– No hemos hecho mas que descubrir otra pieza del montaje -le resto importancia a su aseveracion-. No olvides que mi padre desaparecio y que ese sigue siendo un interrogante crucial en toda esta historia.
– Cierto. Nada de esto aclara por que desaparecio el.
– Alguien supo que habia encontrado algo, es evidente.
– ?Como?
– Ni idea.
– Entonces estamos igual, en un callejon sin salida.
– Yo no diria tanto -volvio a senalar el numero maya-. Sabemos que estamos en el camino correcto. Puede que necesitemos interpretar algo mas. Mi padre dijo que tenia que ir a Chichen Itza despues de ver estos glifos.
– ?Se nos pasa algo por alto? -centro su atencion en la pantalla del ordenador.
Cerca de ellos, una chica mofletuda, con cara de indigena, los estaba mirando ya de forma obsesiva.
Bajaron la voz.
– Aqui hay una decena de formas borradas, y otra decena que parece incompleta -lamento Joa.
– Fijate en esa que parece una habichuela. Joa la copio.
– Puede ser cualquier cosa, incluso un fragmento de una figura mayor.
David escruto su rostro.
– Dime lo que piensas.
– Nada.
– Joa, carino.
La palabra surgio espontanea y quedo flotando en medio de los dos. David se mordio el labio inferior. Ella estuvo a punto de esbozar una sonrisa. Lo unico que la delato fue el brillo de los ojos, y para el fue apenas perceptible. Un reflejo.
– Ellos regresaran a por las hijas de las tormentas pasados 15.000 dias, dentro de una semana -Joa desgrano cada palabra, cada silaba, con la deliberada lentitud del asombro-. Van a llevarselas. No puede ser de otra forma.
– Puede que solo vengan a verlas.
– Pero vendran.
– ?Y lo del rayo destructor y todo eso de que hablan las profecias?
– No habra fin del mundo. Vendran y sera el comienzo de algo nuevo, una dimension diferente de la humanidad. Esa era tambien una interpretacion de las profecias. La primera dice que regresara Kukulkan, no lo olvides.
– Asi que todo el mundo sera testigo de su llegada.
– Eso no lo se -admitio-. Pero me resisto a creer que sea asi.
– ?Y por que estas segura de que no vendran a destruirnos? -volvio a ponerse en plan abogado del diablo.
– Porque no son destructores. Mi madre es la prueba.
– Ella desaparecio.
– Despues de tenerme a mi.
– Entonces tu ocupas su lugar.
Se dio cuenta de lo que acababa de decir nada mas terminar la frase. Los ojos de Joa eran dos lagos profundos. El cerro los suyos y atrapo sus manos ahora que estaba vuelta hacia el.
– Joa…
– No se lo que va a suceder, David -fue sincera, hablando con dulce suavidad-. Pero sea lo que sea, voy a estar alli. He de estar alli.
– No te…
Le puso una mano en los labios.
Luego movio la cabeza de lado a lado, despacio.
– ?Donde sera eso? -se rindio el.
– Mi padre lo sabia. Por eso se lo llevaron.
– ?Quienes? -insistio explicito.
– Hay alguien mas en esto, ahora lo veo.
David alzo las cejas.
– ?Estas segura?
– Lo presiento.
Parecio definitivo.
La ultima figura, aquella en forma de habichuela, bailo ante sus ojos antes de que ella copiara todo lo de la pantalla en su pequeno lapiz optico y cortara la conexion con Internet.
No se levantaron.
Pese a hallarse rodeados por una decena de usuarios de los restantes ordenadores, se sintieron solos, naufragos perdidos en un oceano infinito. A miles de kilometros de Barcelona, de sus casas, eran autenticos extranos navegando sin rumbo por un mundo desconocido, sin rostro.
Poseedores de una verdad increible.
Y nadie les iba a creer en el supuesto de que desearan contarla.
– ?No vas a tratar de dar con algo parecido a esa habichuela?
– No es mas que un fragmento incompleto y lo sabes, puede formar parte de una decena de glifos -fue la primera en levantarse mientras recogia sus notas y se guardaba la camara, el cable de conexion y el lapiz optico-. Podriamos pasarnos horas hasta caer reventados. Si mi padre vio algo mas… El es un experto, ?vale?
– Tu eres asombrosa. Todo lo que has encontrado y deducido…
– No te deslumbres, ?vale?
– No lo hago. Soy sincero.
– ?Por que te enamoraste de mi?