– Para ti todo es un juego, ?verdad?, incluso la vida. No hay nada que no pueda convertirse en un alegre pasatiempo.
Susy torcio el gesto, los ojos se le llenaron de lagrimas de rabia. Apreto las mandibulas. Su animo experimentaba una brusca bajada tras la euforia.
– Por el contrario, tu eres una mujer experimentada que todo lo sabe y todo lo valora en su justa medida.
– ?Vaya!, ?que te parece? El cachorrito encantador va sacando el caracter. No te parezco una mujer experimentada, mas bien debo parecerte una bruja terrible, ?no?
Estaban frente a frente, paradas en medio de la calle. Paula miraba a la americana con una sonrisa ironica pintada en la boca. Susy tambien sonrio del mismo modo.
– No tienes ni idea de nada, Paula.
– ?Eso crees?, puede que lleves razon, no saber nada es privilegio de sabios.
– Estoy hablando en serio, muy en serio. Andas por ahi montando numeros de mujer fatal mientras Victoria esta tirandose a tu marido. ?Sabias eso, lo sabias?
Paula no la entendio en un primer momento. Tuvo que reflexionar sobre lo que acababa de oir. Sin intentar disimular su desconcierto, pregunto:
– ?De que estas hablando?
– Estoy hablando de algo que se muy bien. Santiago y Victoria son amantes.
– ?Es verdad lo que dices?
Susy seguia sonriendo, paladeaba los resultados de su directo al estomago.
– ?Contestame!, ?es verdad lo que dices?
– Los vi besandose apasionadamente en el jardin durante la cena de Navidad. Todos estabais en la fiesta, yo sali un momento a tomar el aire y alli estaban. No se dieron cuenta de mi presencia, pero estaba cerca, te lo aseguro, lo suficientemente cerca como para contemplar la escena con toda claridad.
Se asusto al comprobar la expresion enajenada de Paula. Su enfado empezo a perder fuerza.
– Bueno, eso es lo que vi; si se acuestan juntos o no…
Paula hablo en un susurro, como para si misma:
– Por supuesto, por supuesto que se acostaran. No somos adolescentes en el instituto.
Susy estaba ya seriamente alarmada. Por primera vez calibraba el alcance de su confesion. Intento dar marcha atras con torpeza:
– Yo que tu no me preocuparia demasiado ni le daria demasiada importancia. Todos habiamos bebido bastante, y esas cosas…
– Ahorrate los consuelos, querida, Santiago y yo hace tiempo que llevamos vidas separadas.
Susy se pregunto si aquello era verdad. Se dio cuenta en seguida de que no lo era. Simplemente Paula habia retomado el control de la situacion. Volvia a su papel habitual, se ponia su mascara de siempre. Bien, podia disimular cuanto quisiera, ella estaba segura de haberle propinado un buen golpe, justo el que estaba necesitando desde hacia tiempo. Ya era suficiente, estaba cansada de ser la nina buena de aquella funcion. Todo el mundo tiene un flanco debil, una parte de si mismo expuesta a los vientos y las tempestades. No solo ella era fragil. De hecho, a partir de ese momento se volveria mas fuerte. Hasta alli habia llegado su intento de buscar apoyos, referencias, amistad y amor. Ahora ella tambien entraria en la categoria de los hijos de puta, como todo el mundo, porque para andar solo por la vida es necesario serlo. Hay que acotar el territorio, negar el pan aunque no vayas a comertelo, desconfiar, traicionar. Se sintio satisfecha de si misma. La proxima vez que su madre la llamara por telefono se atreveria al fin a decirle todo lo que pensaba: «Mama, he venido a Mexico para huir de ti. Te detesto. No vuelvas a llamarme. Y si llamas a Henry suplicandole que interceda por ti, que estas al borde del suicidio, tampoco te servira de nada. Tampoco a el le hare el menor caso. En realidad, ni tu ni el me necesitais para nada; y me he dado cuenta de que yo ya no os necesito a vosotros.»Despues de articular mentalmente todos aquellos propositos, cayo en la cuenta de que no era la primera vez que los hacia. Solo que, analizando los matices de su estado de animo, se sentia mas firme y con mas pujanza que en el pasado. Aquel tiempo en la colonia, conviviendo con gente diversa, separada parcialmente de su marido, habia sido beneficioso para ella. Habia aprendido que los hechos diarios precipitaban reacciones, que las personas no pueden enquistarse eternamente en sus problemas. Habia descubierto sobre todo que siempre se esta solo, de modo que resulta imprescindible evolucionar, aunque sea permitiendo que la perdida de la esperanza nos lleve por derroteros desconocidos.
Manuela se probo el vestido tipico mexicano y concluyo que, lucido por ella, parecia un disfraz. Ademas, ya no tenia el talle fino y la falda ajustada a la cintura resaltaba aquel defecto propio de la edad. Estaba planeando la organizacion de un baile de caracter autoctono a beneficio de los huerfanos de la region. Aquella idea le rondaba por la cabeza desde tiempo atras. Se trataba de hacer algo que pudiera paliar el sufrimiento local. Y los huerfanos le parecian un objetivo perfecto; porque bien habria huerfanos alli. Huerfanos los hay en todas partes, y si el lugar es pobre, muchos mas. Incluso los huerfanos ricos necesitan carino y comprension. No tener padres es lo peor que le puede pasar a un nino. Los padres son quienes realmente velan por nosotros, de modo que si algun nino carece de ellos alguna persona de buen corazon esta obligada moralmente a echarles una mano. Y cuando decia alguna persona estaba pensando en una mujer, naturalmente, no es ningun secreto que son las mujeres quienes se ocupan de que el mundo sea un lugar un poco menos inhospito sin esperar nada a cambio. Ella siempre habia tenido una tendencia innata a practicar la caridad, que se manifesto desde bien pequena. Recogia perros abandonados y sucios que hacian poner el grito en el cielo a su madre, y se apuntaba a todas las campanas beneficas que se organizaban en su colegio de monjas: «Ningun nino sin juguetes en Navidad», «Canastillas del recien nacido», etc. Habia pensado muchas veces que, de no haber sido una ocupada madre de familia, su ilusion hubiera consistido en dirigir una ONG. Ni siquiera instalarse a vivir temporalmente en paises africanos la hubiera asustado. Tenia cualidades para la organizacion, eso nadie podia negarlo, y era capaz de aguantar el tiron aunque fuera necesario trabajar muchas horas. Pero su camino no habia ido por ahi. Al formar su propia familia, habia adquirido una responsabilidad tan importante para ella que anulaba cualquier otra opcion. Claro que ahora, cuando todos los miembros de su clan habian encontrado acomodo en la vida, bien podia dedicarse un poco a los demas. Estaba en el lugar indicado, un pais donde mucha gente aun sufria necesidad. Cuando recapacitaba y se daba cuenta de que llevaba mas de dos anos alli sin haber hecho nada, sufria un ataque de mala conciencia. Sin contar con que sus dotes estaban desperdiciandose. Decidio que llamaria a aquella trabajadora social espanola que habia cenado con ellos tiempo atras y le ofreceria sus servicios como cooperante. Si bien un ofrecimiento no especifico resultaba peligroso. Aquella chica podia responderle que solo necesitaban dinero o darle ordenes concretas sobre menesteres que no eran los mas indicados para ella. Y Dios sabia que su vocacion no era obedecer, si lo hubiera sido, si su caracter la hubiera llevado a acatar ordenes sin rechistar, se habria metido a monja. En cualquier caso, la fiesta folclorica quedaba descartada. No se presentaria en publico vestida como una Adelita entrada en carnes. Buscaria otra solucion, hablaria con Adolfo.
Despues de que el avion de Yolanda hubo partido, camino hacia el aparcamiento para recoger su coche. A cada paso que daba se sentia mas aliviado. No habia sido la semana de vacaciones agradable y placentera que habia imaginado. Al contrario, su novia se habia mostrado molesta en todo momento, decepcionada, impaciente. Parecia obvio que el plan del hotel lujoso y la convivencia intima la habian dejado frustrada, y esa frustracion la acompano durante toda la estancia en Mexico.
Condujo un tanto ensimismado hacia la colonia, dejandose llevar por la corriente de sus pensamientos. No era solo la desilusion de Yolanda ante los cambios lo que habia empanado la posible felicidad, habia mas cosas. Para ella todo parecia tener que estar planificado en una especie de guion. No podia comprenderlo, al fin y al cabo, estaban en Mexico, un pais de belleza indescriptible, y se suponia que eran dos jovenes enamorados. Esas premisas parecian ser suficiente como para convertir aquellos dias en una especie de regalo de los dioses. Pero para Yolanda el amor se habia transformado en puro formalismo, una antesala de lo que vendria despues: su convivencia diaria en el nuevo piso, la vida de casados. El reconocia que el estar separados no era deseable, que la distancia fisica anadia distancia emocional, de modo que los reencuentros podian estar llenos de tensiones absurdas y malentendidos… pero ?demonio!, una vez que estaban juntos, ?por que no dedicarse a disfrutar alegremente el uno del otro? Tenian al alcance de la mano todos los componentes de la buena vida: comida selecta, descanso, bebida sin cortapisas, y podian follar tanto como quisieran despues de un ano sin verse. Pues