el propio matrimonio la condicionaria positivamente. Ser una mujer casada comportaba siempre un nuevo estatus en el que se presuponian responsabilidades importantes. Podria haberse vuelto una buena organizadora, una ama de casa fuerte y segura. Pero llevaban dos anos de matrimonio y no se veia progreso alguno en su manera de actuar.
Aquel problema de su madre, que a el habia acabado por antojarsele ridiculo, parecia bloquear todas sus potencialidades. Habia sido un hombre paciente, creia que incluso enormemente comprensivo, mas alla de lo que cualquiera podria haberlo sido. Pero alguna vez deberian seguir adelante, en alguna ocasion, su vida matrimonial tenia que alcanzar algun tipo de madurez. Todo parecia posponerse indefinidamente, a la espera de algo inconcreto que no llegaba jamas. Susy no habia querido ni oir hablar de tener un bebe. No era el momento para ella, no se sentia preparada. De ahi no habia podido sacarla por mucho que lo habia intentado. Sus acercamientos al tema habian sido multiples, y empleo siempre en ellos una dosis ingente de diplomacia y buena voluntad, pero para Susy el crear una familia estaba lejano a sus preocupaciones. De hecho, sus preocupaciones se centraban en ella misma de modo casi patologico. En el fondo, tambien era culpa suya, deberia haber dicho «basta», enfrentarse a su mujer sin miedo a danar su sensibilidad a flor de piel. No habia contado con que la onda expansiva de los terremotos interiores de Susy podria tambien alcanzar a gente que estaba cerca, y no unicamente a el. Aquel beso furtivo del que habia sido testigo podria crear una situacion desastrosa. Si se iba de la lengua, viviendo como vivian en una pequena comunidad cerrada, la armonia colectiva podria saltar por los aires. Aunque a lo mejor estaba inquietandose en exceso, Susy no seria tan inconsciente como para hablar. Sin duda valoraria los elementos que estaban en juego y optaria por la prudencia. Aunque albergaba muchas dudas acerca de eso; conocia demasiado bien a su mujer. Penso incluso en la posibilidad de advertir a Santiago, pero ?con que cara podia plantarse frente a el y soltarle: «Temo que Susy cuente lo que vio»? Cabia que le respondiera: «Bueno, ella es tu esposa, ?por que no haces algo al respecto?»
En ese caso, se veria obligado a responder que no estaba en su mano influir sobre una mujer que era tan solo una chiquilla. No, lo mas acertado seria inhibirse y esperar. En cualquier caso, el no era culpable de adulterio. Ni siquiera podia comprender como se les habia ocurrido a aquellos dos liarse de un modo tan peligroso. ?No tenian un poco de sentido comun? ?No se daban cuenta de que estaban sentados en un polvorin? Vivir una aventura en aquellas circunstancias era una barbaridad, una jugada sucia para sus respectivos conyuges, una historia fea y llena de riesgos. Claro que quiza se hubieran enamorado. No le sorprendia nada en el caso de Santiago. Paula debia de ser insoportable en la intimidad, ?justamente la unica esposa de la colonia con la que Susy habia intimado! Una mujer poco discreta, bebedora, provocadora, siempre con ganas de llamar la atencion, siempre dispuesta a poner a la gente al borde de su aguante y su cortesia. Aquel debia de ser un matrimonio turbulento, de aguas agitadas y follones continuos. Seguramente por eso a Santiago le habia llamado la atencion la personalidad apacible de Victoria. Ella parecia tranquila, sosegada, a menudo hablaba en voz baja, sonreia con encanto, y nunca soltaba opiniones categoricas que pudieran incomodar.
Su aura era muy distinta de la que revoloteaba alrededor de la cabeza de Paula. Y, sin embargo, tambien se la estaba pegando a su marido. ?Que ocurria en su caso, tambien su matrimonio fallaba? Extrano, porque Ramon parecia un hombre fiable, extremadamente reservado y trabajador hasta el exceso. Hubiera jurado que no guardaba vicios ocultos: ni pendenciero, ni jugador ni donjuan, todas aquellas cosas que eran tradicionalmente veneno masculino para la relacion. Aunque, sin embargo, ?quien sabia, quien sabe nunca lo que ocurre entre los miembros de una pareja? Muchos hubieran pensado que el y Susy formaban una maravillosa familia llena de ilusion y juventud, y sin embargo… La vida de casados es dificil: viejas rencillas, heridas no cicatrizadas que se reabren con el tiempo… Penso que si Victoria estaba actuando como lo hacia solo por el aburrimiento y el cansancio que generan las largas relaciones… si lo hacia solo por eso merecia que la abofetearan. Porque es sabido que ese hastio de las convivencias prolongadas, esa falta de alicientes galantes pueden superarse con comprension y tolerancia mutuas. Sobrellevar eso es la clave de los matrimonios longevos y felices. Sus padres eran catolicos en un barrio en el que casi todas las familias tenian origenes protestantes. Llevaban un monton de anos casados, toda la vida.
Siempre los habia visto en armonia absoluta, siempre dedicados en cuerpo y alma el uno al otro y ambos a sus hijos. En su casa se consideraba el divorcio como una terrible fatalidad. Recordaba haber regresado del colegio contando como los padres de algun companero se habian separado. Su madre siempre se tomaba muy a pecho aquella informacion y solia decirles a el y a sus hermanos: «Rezad esta noche para que Dios acompane a ese chico en su camino y dadle gracias por haber tenido una familia como la que teneis.» Sonrio levemente al representarse a su madre con su pinta anticuada, sus anticuados valores, sus limpios ojos azules y su olor a colonia de lavanda. Era una imagen tranquila a la que retroceder cuando su vida se hacia abrumadora. Aunque probablemente el mundo al que pertenecian sus padres habia dejado de existir. En ocasiones solo era posible el divorcio, volver a empezar junto a otra persona o en solitario. Lo contrario era negar la libertad del individuo, restarle la ocasion de enmendar sus errores.
?Ojala que Susy mantuviera la boca cerrada, que lo que debia ocultarse permaneciera oculto y solo saliera a la luz aquello que sus protagonistas desearan! Detestaba las tensiones, las disputas, los escandalos! Le hubiera resultado muy dificil seguir trabajando en un ambiente enrarecido desde el punto de vista humano. Lo malo era que, sabiendo lo que sabia, aquel ambiente ya habia empezado a enrarecerse para el.
Despues de hacer el amor se refugiaba en su pecho velludo. Era lo unico que lograba calmar la inquietud que habia empezado a sentir casi continuamente. Aun segura de que nadie conocia su secreto, se sentia juzgada.
– Marchemonos a Espana, Santiago, ahora mismo. No esperemos mas.
– Ten un poco de paciencia. Me han contestado de una de las empresas a las que escribi. Estoy seguro de que muy pronto llegaremos a un acuerdo.
– Puedes resolver eso cuando estemos ya en Espana. Si necesitamos dinero podemos contar con mis ingresos.
Se incorporo y, sosteniendo la cabeza en el brazo acodado, la miro con una mezcla de preocupacion y regocijo.
– ?Quieres que te rapte como en las novelas antiguas? No podemos largarnos por las buenas. Habra que hablar con nuestras parejas, y cuando ya lo hayamos hecho, tendremos que aguantar aun un poco porque vendran unos dias complicados: explicaciones, enfados y, por ultimo, llegaremos a algunos compromisos sobre nuestras separaciones, algo minimo, una base sobre la que mas tarde podemos tratar. Pero marcharse sin mas es impensable, ?no te das cuenta?
– Si, me doy cuenta, pero no se, tengo miedo, estoy cada dia mas histerica. Me ha dado por pensar que algo puede salir mal.
– Todo saldra bien.
– Entonces, ?por que no hablar ahora mismo con Ramon y Paula?, ?a que esperamos? Cuanto antes, mejor.
– Para que salgan bien las cosas hay que obrar con prudencia, con prevision. En cualquier caso, es cuestion de una semana, Victoria; estoy convencido de que me daran ese trabajo.
– ?Como puedes tener tanta sangre fria?
– Tengo sangre fria porque yo vivo en nuestra vida futura, mientras tu todavia estas viviendo en la anterior. Me preocupo por nuestra nueva organizacion, le doy forma para que no falle. Es la unica manera que conozco para que no se tuerzan las cosas.
– Esta situacion me hace sentirme muy culpable.
– Ya lo se, es incomodo, es desasosegante, pero hay que mantener la cabeza completamente fria. Vamos muy de prisa, no te quepa la menor duda. En unos dias nos hemos enamorado y hemos tomado la decision de romper nuestros matrimonios, de vivir juntos los dos. Hay gente que tarda anos en llegar hasta ahi.
– ?Justo!, que hayamos ido tan de prisa tambien me da miedo.
– Vamos a ver… por un lado quieres acelerar el proceso, y por otro te da miedo lo mucho que hemos corrido hasta aqui. ?Puedes explicarme eso?, aparentemente es muy contradictorio.
– Estoy histerica, ya te lo he dicho.
– Pues contra la histeria conozco un viejo remedio. Veras, todo consiste en asestar unos buenos bocados en el cogote de la histerica en cuestion. Algo asi.
Se abalanzo sobre ella y empezo a morderle la nuca. Victoria ni se molesto en protestar, reia, intentando zafarse de su fuerza. Huyendo de el se bajo de la cama al suelo, pero sufrio un placaje instantaneo. Alli, sobre