cumplir.
Se desperto a las dos horas. Vio como Tito abria los ojos lentamente, no tanto por la alarma del reloj como porque habia cesado de sentir la profunda respiracion de su padre dormido. Seguramente Felix habia tenido un sueno tranquilo, acompasado, que lo habia hundido tan intensamente en el mundo guardado dentro de el, que no lograba recordar nada. No se reparaba en ello, no se le daba importancia, pero ahora cada vez que caia dormido y se despertaba tenia presente que se trataba de una experiencia extraordinaria, en que se pasaba de una vida a otra. Y habia un momento de transicion minimo en que se estaba en los dos mundos, aunque ese tiempo era considerado minimo visto desde la vigilia porque en la ensonacion el tiempo no tenia la misma medida. Daba la impresion de que se podian vivir muchas cosas en menos tiempo que en el tiempo real.
Se detectaba por la respiracion y el movimiento de los ojos que Julia pasaba por todas las etapas. Y se sabia que estaba en la fase REM porque los ojos se le movian rapidamente a derecha e izquierda y arriba y abajo. El doctor le habia dicho que era la mas apropiada para enviarle senales del mundo exterior, para hablarle, para tocarla y tratar de crear en su mente sensaciones que la llevasen a pensar en la vida real. Lo que ocurria era que al sonar no se sabe que lo que se suena no es real, se descubre al despertar. Seguramente la necesidad de dormir lleva y trae a la humanidad por mundos en los que tambien se sigue viviendo, aunque al despertar mucho de lo sonado se olvida porque quiza no podriamos soportar vivir tantas vidas al mismo tiempo. Era reconfortante que todo el tiempo que Julia permaneciera en este estado no fuese tiempo perdido si continuaba existiendo en alguno de sus mundos.
Puede que la ciencia ya supiese como manipular los suenos, sin embargo, el tenia serias dudas de si no seria perverso tratar de jugar con los estados de animo de Julia y con sus visiones por mas que solo se desenvolviesen en la mente, pero es que en su mente estaba toda su realidad. La pregunta era si se podia entrar en su vida dormida. La pregunta era si no estaria tambien el dormido y fuera habria seres despiertos observandole.
Tito empezo a llorar de forma intermitente. Se aburria. Estaria harto de no hacer nada. Solo mirar y mirar viendo a veces lo mismo durante horas, tambien moviendo brazos y piernas sin objeto, intentando atrapar algo invisible e ir hacia algun lado inalcanzable para el. Seria desesperante. Si se pensaba bien, Tito parecia desesperado por no poder hacer nada de lo que queria hacer, por no poder hablar ni salir corriendo. Todo le costaba un esfuerzo del que mas valia no ser consciente. Y por mucho que lo intentaran los que lo rodeaban no podian comprender que sentia cuando lloraba sin tener hambre ni dolerle nada porque ellos mismos no eran capaces de recordarlo. Cada uno vive a su manera, en el mundo que le ha tocado, tambien Julia estaba viviendo a su manera, sumida en un sueno que duraba mas de lo normal. No habia que perder de vista este hecho.
Felix saco de un frasco de cristal, tal como recordaba vagamente que le habia explicado Angelita, la cantidad que mas o menos se comeria Tito. La calento en un cazo y cuando Tito ya no podia mas de irritacion y se estaba precipitando en un llanto sin freno, estaba lista la comida.
Primero la probo el con la punta de la lengua para comprobar que no quemase y a continuacion se embarco en una serie de acciones mecanicas en las que ya no tenia que pensar, y por tanto podia seguir dandole vueltas a la situacion de Julia. En realidad, todo lo que sentia estaba relacionado con esto, incluso en la siesta habia sonado con ella. La habia visto en la playa, lo malo era que no lograba recordar el cuadro completo y todo porque al despertar se habia dado la vuelta en la cama en lugar de quedarse quieto. Tenia comprobado que para que el sueno no se desvanezca es imprescindible no cambiar de postura al despertar. Habia que repasarlo sin moverse, memorizarlo con todos los detalles posibles. Y tuviera o no sentido el sueno, por un tiempo ahi estaba, colgado como un cuadro raro en la memoria.
En el sueno de la siesta, la playa aparecia muy apagada y gris, y Julia y el corrian huyendo de algo o yendo a alguna parte, pero desde luego no corrian por placer y en un momento determinado el la cargaba sobre su espalda, y lo mas raro era que aunque era el, no era el. El personaje del sueno llevaba una camisa de cuadros grandes de tonos tostados y era mas moreno y mas fuerte, un prototipo perfeccionado de si mismo. En el sueno sabian exactamente lo que hacian. Conocian el peligro, sabian donde iban, se desarrollaba una historia tensa y dramatica de la que nada mas quedaba una imagen. Y aunque no fuera real, el la habia vivido como tal. Durante un minuto, una hora o mucho mas del tiempo relativo de los suenos habia vuelto a estar con Julia. Romano le habia informado de que podemos sonar unas dos horas. Si era asi, de ese sueno el solo habia retenido unos segundos o minutos y no queria olvidarlos porque en estas circunstancias era mucho.
Aun quedaba un rato hasta que llegase Angelita y necesitaba recargar las pilas en el mar. Por lo menos sentarse en la arena y que la brisa hiciera su trabajo.
Llevaba a Tito en la silla. Le habia abierto la sombrilla y le habia puesto la gorra. En la bolsa iban dos biberones con agua y zumo. El llevaba el banador hasta las rodillas y una camisa. Al pasar por la piscina vio a un grupo de chicas, y una se le quedo mirando. Era Sandra. Felix se detuvo y se puso la mano en plan visera para verla mejor. Ella permanecio indecisa un segundo hasta que se levanto y fue hacia el andando despacio, tomandose tiempo para sopesar la situacion o simplemente con desgana. Piernas y brazos largos y lentos acostumbrados a no cambiar en mucho rato de posicion. Era una chica fuerte y generosa a la que no heria facilmente la vida porque comprendia a los demas, y ya no la odiaba por la angustia que le habia hecho pasar.
– Hola, Sandra.
– Hola -contesto ella colocandole bien la gorra a Tito.
Tito rio contento.
– Siento lo de ayer -dijo Felix-. Exagere un poco.
Sandra no dijo nada, seguramente aun no comprendia bien que habia ocurrido, que habia hecho mal, pero tampoco sentia mucho interes en profundizar.
– ?Quieres cuidar de Tito mientras me bano? En la bolsa estan los biberones y procura que no le de el sol.
– Descuida -dijo alzandolo de la silla.
Felix cruzo lo que le quedaba hasta la puerta de la urbanizacion y luego lo que quedaba hasta la playa y despues la arena a paso muy ligero. No podia evitar la sensacion de estar vivo y de poder correr si queria. Llego a la orilla con las plantas de los pies abrasadas. Debia confiar en Sandra, en su suegra, en los medicos, en las enfermeras, era necesario confiar en la gente si uno no queria volverse loco. Los demas no tenian por que equivocarse mas que uno mismo. Su problema era que su trabajo le habia adiestrado a desconfiar tecnicamente de todo el mundo. Tenia comprobado que hasta el mejor hijo de vecino se callaba algo y no decia toda la verdad, otros mentian y tergiversaban los hechos descaradamente. Se enganaba, se robaba, se abusaba de los demas y se mataba, segun el limite que uno se marcase.
Se metio en el agua esmeralda y buceo un rato con los ojos abiertos, viendo las culebras que formaba el sol en la arena del fondo. El calor desaparecio de golpe. Las ideas tambien se refrescaron, se liberaron. Mientras el estuviera vivo y fuera capaz de pensar, Julia estaria en todos los sitios donde estuviera el porque la llevaba en su pensamiento, y si este pensamiento era agradable como ahora, la Julia de su pensamiento lo sentiria asi. Si era posible la teoria de Romano de que el cerebro emitiese ondas que se expanden por el aire a una frecuencia que solo otros cerebros pueden captar de manera inconsciente, tambien la Julia del hospital sentiria la sensacion agradable que Felix estaba sintiendo, del mismo modo que el notaba cuando las cosas no iban bien, como la noche en que desaparecio Julia. En cambio, en este momento, percibia tranquilidad, una gran tranquilidad, por lo que era imposible que estuviese ocurriendo nada malo en su universo de frecuencias.
Salio del mar despacio y con los ojos mas abiertos que al entrar, como si fuera un ser de las profundidades que se aventuraba a pisar la tierra por primera vez.
En esta ocasion se encontro la camisa y las chanclas en la arena, donde las habia dejado.
Volvio a abrasarse los pies de regreso a la piscina. Aunque en la primera ojeada no vio ninguna silla con un nino dentro ni a ninguna Sandra, no se preocupo. De pie, en el borde, oteando los alrededores, calculo que hora podria ser. No querria darle la impresion a Angelita de que se hacia el remolon, de que el capitan de este barco habia perdido la fe en si mismo. Y precisamente cuando pensaba en la palabra barco oyo la voz de su suegra a su espalda, ?Felix!
Se giro y la vio.
Estaba bajo una palmera con Tito y Sandra. No se habia equivocado, el mundo funcionaba segun lo previsto casi todo el tiempo, menos algunos tragicos segundos. Angelita tenia las piernas recogidas debajo de la falda hippie de color naranja extendida sobre el cesped. Tito estaba en su regazo agarrando con una fuerza desproporcionada a su tamano una cadena que colgaba del cuello de su abuela, lo que la obligaba a echarse hacia