hubiese olvidado el anillo en la encimera de marmol rosaceo del bano. Sintio que el aroma de las plantas le aclaraba la memoria y que podia repasar lo que hizo: subio por las escaleras, abrio la puerta de algunos cuartos y miro dentro, hasta que dio con el dormitorio grande y penso que seria el de Marcus, por eso se desnudo, coloco la ropa en la cama y paso al bano, donde le sorprendio que hubiese tantos detalles femeninos. A continuacion se quito el anillo y lo dejo junto al lavabo. Despues de la ducha, se enrollo la cabeza con una toalla, se seco el cuerpo, se dio unas cremas guardadas bajo el lavabo y se dedico a deambular por la habitacion mientras la piel las absorbia. Como tambien se impregno las manos de crema no se puso el anillo. Miro en los armarios y cogio aquel bonito panuelo de seda blanco y negro que luego le dio al taxista como pago de la carrera.
El olor a flores que entraba por la ventanilla era cada vez mas fuerte y sus recuerdos mas frescos que el mismo olor: tras colocarse el panuelo alrededor del pecho dejando que un pico le cayese hasta el ombligo, se arreglo el pelo y se puso los pantalones. Al llegar al hueco de la escalera no llevaba el anillo. Ahora lo veia claro y mas o menos creia saber donde estaba. En su subconsciente habia supuesto que no era el momento de ponerselo cuando ni siquiera iba calzada y solo semivestida, cuando lo mas seguro era que llegado el instante en que intimaran ella y Marcus tendria que quitarselo y dejarlo en cualquier parte. Inconscientemente supuso que el anillo estaria mejor en el cuarto de bano. Pero al descubrir que en lugar de Marcus estaba aquella pareja, que hablaba de Oscar como de un empleado sin derecho a entrar en la casa y que no mencionaba a Marcus para nada, se sintio obligada a hacer frente a la situacion a gran velocidad. Algo que no entendia estaba ocurriendo y el instinto le dijo que debia protegerse y no dejarse ver. En este caso el instinto se guio por un rastro de senales que apuntaban a la pareja como propietaria de la casa. No habia visto ni oido absolutamente nada que confirmara que Marcus vivia alli. Despues de tomar la decision de hacerse invisible y desaparecer en cuanto pudiera, fue a la habitacion y recogio sus cosas para encerrarse en el cuarto malva, donde creia improbable que entraran: estaban cansados del viaje y encima la mujer habia nadado en la piscina y se habria agotado aun mas; tomarian cualquier cosa en la cocina y subirian derechos a meterse en la cama.
Julia entrecerro los ojos para ver mejor en su interior sin dejar de ver la carretera: no se quito nada para tumbarse en la cama de la habitacion malva, se enrollo en la colcha. No recordaba haberse quitado el anillo alli, pero tampoco su contacto, luego ya no lo llevaba puesto. La colcha y toda la habitacion olia un poco a humedad aunque nada estuviera humedo. Anduvo dandole vueltas a la cabeza sobre el giro que habia dado la situacion mientras esperaba oir los pasos de los duenos dirigiendose a su suntuoso dormitorio, pero tardaron mas de lo supuesto y con la oscuridad y el cansancio se durmio. Al despertarse y huir de alli como buenamente pudo, en ningun momento, sobre todo al trepar el muro, tuvo la sensacion de que el anillo le molestase ni rozara con nada. Y una sensacion era un dato a tener en cuenta, porque estaba comprobando que lo que mejor recordaba eran las sensaciones. Todo lo que no dejaba alguna sensacion es que no habia ocurrido.
Felix
Lo desperto con sus lloros alrededor de dos horas despues. No necesitaba mirar el reloj para calcular cuanto habia dormido, lo sabia por el grado de atontamiento al abrir los ojos. Tito estaria harto de estar despierto y de no oir ningun ruido. Tendria sed y puede que hambre. Felix se habia dado la vuelta boca arriba y contemplaba el techo, se le acababa de olvidar lo que habia sonado. Lo tenia ahi, en la punta de la lengua, pero se le escapaba como una sombra entre sombras, lo que era muy irritante. De nuevo la imagen se estaba evaporando, igual que si estuviera reflejada en el agua y un poco de aire pudiera deshacerla, y era inutil intentar atraparla.
Si queria entender el nuevo mundo de Julia, el espacio y el tiempo de su imaginacion en que ella creeria que vivia, no estaria de mas aprender el mecanismo de los suenos y que se siente cuando se suena. Y debia aprender a observar esos detalles de los suenos que probablemente serian los enlaces con la vida real. Su entrenamiento en la vida real o consciente tal vez le serviria. En el fondo, si echaba la vista atras, tenia la sensacion de que su vida anterior habia consistido en unas practicas de observacion y analisis para poder afrontar esta situacion. Tenia la sensacion de estar siendo manipulado por una fuerza superior y que todas sus acciones tenian un objetivo y una intencionalidad que el desconocia y que por tanto era incapaz de comprender el lugar que ocupaba el accidente de Julia en este gran plan ni su repercusion a gran escala. Era imposible rebelarse.
Por su trabajo estaba acostumbrado a retener muchos detalles en poco tiempo y conversaciones enteras. Si iba a una tienda a comprar algo, salia de alli con una buena fotografia en la cabeza del dependiente. Corte de pelo, color de ojos, zapatos, estatura. Si entraba en una casa cinco minutos, podia describir al salir desde el color de las sillas al tipo de molduras del techo. Se llevaba todos estos datos banales sin proponerselo y sin ningun esfuerzo, le entraban solos. Por lo general la gente cree que tiene buena memoria y que recuerda bastante bien, hasta que se le pregunta si habia o no un cenicero en el salon, si los muebles de la cocina llegaban al techo, si el dueno de la casa llevaba zapatos o botas, como tenia la nariz. La mayoria tampoco era capaz de describirse a si mismo fielmente. Entonces la gente se daba cuenta de que lo que se le habia quedado en la cabeza en realidad era muy poco y con ese poco creen saberlo todo.
Siempre, siempre, le habia aburrido que le contaran los suenos. No entendia como alguien podia regodearse en esa absurda irrealidad. Un sueno no era un hecho, ni un pensamiento, ni una fantasia, los suenos eran la basura del cerebro. Una vez salio con una chica que decia con demasiada frecuencia eso de «anoche sone…». Cuanto mas se entusiasmaba ella, mas tedioso le parecia a el, hasta que consiguio continuar pensando en lo suyo mientras ella contaba unas historietas que no le habian ocurrido a nadie. Quien iba a decirle que ahora precisamente esas historietas absurdas podrian ser la salvacion de Julia. Y ademas ya no las consideraba tan absurdas o al menos no de la misma manera que antes, porque serian absurdas si se pudieran contrastar con la vigilia, pero para quien duerme el sueno es la unica realidad que conoce. Recordaba haber llorado alguna vez en suenos y que el sentimiento amargo de llorar era el mismo que cuando lo hacia conscientemente.
Levanto a Tito en brazos y le sonrio haciendo un gran esfuerzo. Estiro la sonrisa todo lo que pudo. Queria que su hijo viese a su alrededor la mayor alegria posible. Queria que fuese una persona optimista. Con los anos no recordaria este espacio de tiempo, seria como si no hubiese existido, y sin embargo toda esta informacion discurriria por su cabeza formando una experiencia que siempre estaria detras de la experiencia reconocible. Le calento la papilla y se la puso en el nuevo tazon de ceramica.
– ?Tienes hambre, briboncete?
Le anudo un babero alrededor del cuello y comenzo a darle la papilla.
– Si tu madre te viera, estaria muy contenta. Seguro que suena contigo.
Le beso en la cabeza. Parecia que por la raiz de sus debiles pelos rubios salia una concentracion de vida y colonia inocente. Que pequeno era y sin embargo tenia lo mismo que un cuerpo grande. Tenia corazon, pulmones, dedos, unas, orejas, lengua. ?Para que habia que crecer tanto? ?Y por que se le ocurrian estas ideas raras desde que Julia estaba en el hospital? Parecia que la formula de la vida no estuviese aun perfeccionada y que por eso durase tan poco y que ademas en el camino pudiera fallar como le habia sucedido a ella. Hizo eructar a su hijo y lo llevo a la cama. Tras cambiarle el panal, le coloco bien las almohadas a los lados. Tito lo miro con el chupete puesto y los ojos muy abiertos. Desde su posicion, tumbado boca arriba en la cama, debia de ver a su padre enorme, mas grande aun de lo que era. Debia de ver su descomunal tronco, de donde salian descomunales brazos y una descomunal cabeza inclinados sobre el y que unas manos gigantescas se aproximaban a su pequeno ser para taparle con la sabana. El brillo de los ojos azul oscuro de Tito comenzo a volverse vidrioso con sintomas de que se le iban a cerrar de un instante a otro. Felix puso de nuevo cara alegre. Solto una risa que su hijo no podia saber que era fingida y sin embargo sincera.
Tito solo hacia lo que deseaba. Todavia no habia pisado el planeta de la simulacion. ?Permaneceria fluyendo hasta la muerte por los circuitos neuronales, igual que los recuerdos que luego ya no recordamos, esta pequena inocencia?
Mama te quiere mucho, le dijo porque le parecio que debia hablarle de su madre para que no se olvidara de ella. Despues, Felix fue a la cocina y abrio el pequeno frigorifico empotrado debajo del fregadero. Apenas cabian el tetrabrik de leche, la botella de agua, unos huevos y la fruta, pero Angelita se las habia ingeniado para meter ademas tarros de pure para el nino y platos preparados para ellos envueltos en plastico transparente. Ante la posibilidad de descolocarlos, Felix opto por no tocar nada y se fue otra vez a la cama.
?Que desastre! Necesitaria dormir diez horas de un tiron para pensar con lucidez. Entonces quiza llegaria a la conclusion de que Tucson era la mejor opcion. Era deprimente estar a estas horas en la cama, pero era viernes, principio del fin de semana, y durante el fin de semana el hospital se llenaba de gente, demasiada gente desconocida, que podia entrar en la habitacion de Julia. Se sintio dormir de nuevo, pero de una manera distinta, mas ligera, como si mantuviera un ojo abierto. Por ese ojo falsamente abierto entraba esta habitacion. ?Estaba