muchos de los que al despertar no recordaba nada. Este habia logrado conservarlo y al fin y al cabo gracias a el habia vuelto a ver a Tito y de alguna manera a abrazarlo. Aun veia la habitacion atravesada por un rayo demasiado azul que, con la exageracion propia de los suenos, volvia azul todo lo que encontraba en su camino, la pared, un armario metalizado y el pelo llamativamente rubio de su madre.

Le ardian los muslos y fue al agua. Estaba algo turbia, grisacea, igual que un cielo con polucion. De todos modos y a pesar de que habria preferido un agua mas transparente y que echaba de menos un buen trozo de jabon, sintio un gran bienestar. Se tropezo con un pedazo de corcho blanco, desperdicios seguramente del yate. Salio mas relajada, pisando con gusto el reborde de las olas grises que cada vez se acercaban mas a su pequeno monton de pertenencias. Espero de pie a secarse. Las zapatillas se habian cuarteado por algunas partes, y los veraneantes comenzaban a cruzar la arena cansinamente hacia la orilla. Mientras se peinaba supo lo que iba a hacer a continuacion. Le pondria gasolina al coche y haria tiempo hasta la hora de dormir recorriendo a pie el pueblo por si se tropezaba con su marido y su hijo. Luego se compraria un bocadillo y una botella de litro y medio de agua muy fria y se marcharia a pasar la noche al lugar de costumbre.

Las Marinas empezaba a resultarle tan familiar como una casa, solo que una casa en que Felix y Tito se habrian escondido en una de las habitaciones y ella deberia encontrarlos. Y en el fondo eso es lo que parecia esta situacion, un juego, una broma, que como todo juego y broma terminaria algun dia. Tambien habia que pensar que los juegos encierran trampas y obstaculos para hacerlos mas emocionantes, y mas emocionante seria que uno de los jugadores no supiera que estaba jugando, pero el juego no dejaria por eso de ser solo un juego.

Septimo dia

Felix

Habia aprendido a no despertarse de golpe, incluso a veces conseguia despertarse un poco antes de despertar del todo, estar lucido durante un segundo en medio de aquel mundo que se iba haciendo extrano a medida que abria los parpados y empezaban a entrar por ellos los muebles de la habitacion y la luz del mundo real. No se movia hasta que repasaba el sueno que habia tenido, mejor dicho las migajas del sueno, sobre todo si tenia que ver con Julia. A veces, incluso lo anotaba o intentaba hacer un dibujo. Los dibujos siempre resultaban incompletos, pero mientras dormia el sueno era una vision que estaba completa, lo que le hacia pensar que perdia mucha informacion al despertar, practicamente toda, y entonces ?donde quedaba, donde se guardaba la gran parte de sueno que no recordaba? Tal vez mucho del inconsciente estuviera formado por suenos no recordados en la vigilia, y por eso algunos volvian a surgir una y otra vez.

Parecia un hecho probado lo que el ya habia comprobado sueno tras sueno, que el inconsciente trabajaba con todos los datos recogidos durante la vigilia. Siempre se habia considerado observador, pero ahora se daba cuenta de que su inconsciente era mas observador que el. Una palabra cazada al vuelo, una mirada, un gesto, un papel escrito. Todo era alimento para el inconsciente.

Se dio la vuelta muy despacio a medida que la ensonacion se iba alejando a velocidad de vertigo. Por las rendijas de la persiana entraba mucha claridad. Acababa de sonar que Julia y el de la camisa de cuadros cruzaban corriendo la arena de la playa en penumbra hacia el acantilado cuando Julia se dio cuenta de que se habia olvidado la pequena mochila que usaba como bolso y regreso a buscarla. Miro dentro por si le faltaba algo y luego siguio andando con ella en la mano.

De alguna manera el sueno sin limite de Julia le contagio. Los suenos iban adquiriendo una gran importancia. Sobre todo los relacionados con ella. Felix siempre cerraba los ojos esperando sonar con Julia porque eso significaria que ella podria darle un mensaje, hablarle, revelarle algo oculto en la propia imaginacion de Felix. O bien el querria darselo a ella. En el momento en que ambos estuvieran presentes en el sueno de uno u otro podrian comunicarse algo esencial. El problema era que en los suenos todo funciona de otra manera y algo, por simple que sea, esta dicho con rodeos y simbolos.

La clave del sueno que acababa de tener debia de ser la mochila porque todo en aquella escena giraba en torno a ella. Por la forma en que Julia volvia a buscarla y registraba su interior seguro que guardaria algo importante. El lo habia achacado en principio a la preocupacion por el dinero y la documentacion, pero ?seguirian estas cosas siendo tan importantes en el sueno como en la vigilia o tendrian otro significado?

Hizo memoria un segundo. La mochila real estaria en la bolsa de plastico que le habian entregado en el hospital con las pertenencias de Julia y que el habia guardado en el armario metalico sin abrirla.

Esa misma tarde, en cuanto Angelita llego al apartamento para hacerse cargo de Tito, Felix salio disparado al hospital, y nada mas entrar en la habitacion, casi sin mirar a Julia, abrio el armario y saco la mochila de la bolsa de plastico, donde estarian los pantalones de lino color beige, que usaba cuando queria estar muy comoda, la blusa blanca de manga corta que se habia puesto ese dia y las Adidas gastadas, la mochila y nada mas porque Julia con el calor no soportaba llevar reloj ni nada metalico que le rozara la piel. La tenia tan sensible que habia que quitar las etiquetas pegadas en la ropa. Hasta este momento no se le habia ocurrido mirar en la mochila de Julia. Ni siquiera se habria acordado de ella si no fuese porque habia aparecido en el sueno en primer plano, como el elemento principal de aquella incomprensible historia. Y en su vida anterior al accidente la vision de la mochila se habria desvanecido antes de abrir los ojos y habria ido a parar a ese lugar profundo donde se archivan los suenos, ?o se deshacen completamente como el vaho en el cristal? Si lo pensaba bien, a todos los efectos un sueno es un recuerdo. Sin embargo, la cordura consiste en no confundir la fantasia con la realidad. Pero para Julia no habria diferencia porque para el que suena no hay absolutamente ninguna diferencia entre lo real y lo que no lo es, y lo cierto era que cuando uno se ilusiona mucho con algo es como si estuviera sonando.

Procuro no obsesionarse con la idea de que el no estaba cuando alguien le quito esta ropa a Julia y cuando tuvo el accidente y que aunque se lo hubiese propuesto no se puede proteger a nadie por completo, ni siquiera a Tito. Ni siquiera podia estar con Tito absolutamente todos los segundos de su vida vigilando que no sufriera ningun percance, incluso estandolo habria cosas que el no podria evitar. Habia sangre seca de la herida de la frente en la blusa. Algunas gotas en los pantalones, nada en las zapatillas. Vio que en las zapatillas habia puesto plantillas nuevas. Mecanicamente metio la mano en los bolsillos del pantalon. En uno habia cinco euros y unas monedas. Probablemente las vueltas de la leche si es que habia llegado a comprarla. Y en tal caso la leche estaria en el coche. La policia lo habia dejado en un deposito. Pensaba ir a retirarlo cuando pudiera tomarse un respiro y llevarlo a un taller para que, al despertar Julia, lo viera arreglado.

La mochila era pequena, negra y flexible. La cerraban en forma de fuelle dos cordones. Los abrio y se asomo como a un pequeno pozo y volco su contenido a los pies de Julia como habria hecho con cualquier otro bolso que tuviera que analizar. Por respeto a ella queria ser estrictamente cientifico y no un cotilla. Desde el principio de su relacion tuvo muy claro que ni su hogar ni su mujer serian jamas parte de su trabajo, y que toda su astucia y su olfato de investigador los abandonaria en la calle antes de entrar en el portal, y le habria repugnado recelar de Julia o fisgar en sus cosas a su espalda. Asi que en cuanto despertara le contaria lo que se habia visto obligado a hacer, porque si registraba el bolso era porque habia tenido un sueno. Y si habia tenido ese sueno seria por algo, o al menos el deseaba que asi fuera y encontrar una senal que iluminara el camino.

Registro tambien los pequenos bolsillos cerrados con cremalleras. Habia diversas tarjetas de visita, una era del tapicero, dos de restaurantes, del pediatra, del dentista y tres mas de gente que no conocia, tambien papeles con numeros de telefono anotados, algo muy corriente en ella, en realidad por la casa siempre habia anotaciones de este tipo. Segun su costumbre, Felix fue tocando objetos esparcidos en la cama, la experiencia le habia ensenado que no bastaba con ver, que lo que se tocaba se retenia mejor. Una barra de labios plateada, una polvera con espejo, un cepillo pequeno plegado para el pelo, tres boligrafos de propaganda, un rotulador, un monedero con el carne de conducir y algo de dinero. Dos folios doblados con recetas de cocteles. Durante la ultima semana habia asistido a un curso de cocteleria que se habia impartido en el salon Ducal del hotel. Por lo visto habia venido una eminencia desde Nueva York y era una maravilla seguir sus clases.

?Y el movil? Estrujo la mochila con las manos. Volvio a registrar la bolsa de plastico. Miro dentro de las zapatillas, que seria un sitio facil para guardarlo en el momento de desnudarla. Y ahi estaba, en el fondo de una de ellas. Esto podria significar que Julia habia hecho o iba a hacer una llamada y por eso lo habia sacado de uno de los pequenos bolsillos con cremallera de la mochila. Puede que pretendiera hacersela a el y que no le hubiese dado tiempo porque evidentemente el no la habia recibido.

Trato de encenderlo, pero como era esperable se habia consumido la bateria, lo que querria decir que lo

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