primer y breve periodo de independencia que siguio a la salida de los turcos despues de la Primera Guerra Mundial, se fundaron la Academia Arabe y el Museo Nacional que se instalaron en la ‘medersa’ Adiliya. El recordaba aun, dijo, y la mirada tras las gafas adquirio un tono mate indescifrable porque la dirigia a un pasado donde no habia lugar para mi, cuando en 1939 siendo todavia un nino, su padre, director entonces, lo habia llevado a la inauguracion del actual Museo cuya construccion se habia iniciado en 1935.
– De alguna manera pertenezco a la tercera generacion que dirige el Museo Arqueologico de Damasco - anadio con reverencia. Y abrio la puerta de su oficina que daba al jardin para indicarme que la visita comenzaba.
– El Museo contiene una serie de monumentos reconstruidos: el hipogeo de Yarbay de Palmira del ano 108 d.C; la sinagoga de Dura Europos del siglo III; una de las entradas de la mezquita Yalbuga; una sala damascena de 1737, entre otros. -Se detuvo ante una serie de columnas y piedras labradas y anadio-: He aqui el mas reciente descubrimiento, esta columna octogonal junto a la fuente: hace poco mas de dos meses la encontramos en una calle contigua y es de la epoca de los mamelucos. -Y estuvimos unos momentos admirando una de las veinte o treinta columnas que estaban esparcidas por el suelo.
A partir de entonces ya no dejo de hablar y me hacia observar las piezas mas notables con tal amor y embeleso que yo me debatia entre atender a la expresion de su rostro y a la entonacion de sus explicaciones o admirar los objetos de miles de anos de antiguedad que me estaba mostrando. Sin saber que hacer para no distraerme, decidi dedicarme a el, y volver otro dia de incognito para una visita mas convencional. Y no tuve ojos mas que para la limpida e iluminada expresion de su rostro ni mas oidos que para las largas frases de su frances musical. Hablaba de forma ceremoniosa, sin temor al ridiculo que podian provocar las metaforas y las imagenes a veces ingenuas con que ilustraba las explicaciones mas eruditas, y la mirada penetrante tras las gafas de cristales de varias dioptrias corroboraba su grandilocuencia de la que la ternura y la extremada cortesia borraban cualquier atisbo de afectacion.
Hablaba sin atropellarse pero sin descansar como si fuera consciente de que en lo que le quedaba de vida por dilatada que fuera apenas tendria tiempo de decir una pequena parte de todo lo hermoso que contenia su corazon:
– Somos hermanos -habia dicho al estrecharme la mano-, hermanos espirituales porque la cultura es lo que une a los pueblos. El mayor bien que se le puede hacer a la humanidad es darle entrada en el patrimonio cultural.
Y ahora, al atravesar el jardin donde se exponian al aire libre antiguedades de piedra de distintas epocas, anadia:
– Cada pueblo es distinto y todos son una parte de ese patrimonio, cada arte tiene tras de si su idea: para el egipcio es la eternidad; el arte griego tiene como centro el hombre; la filosofia del arte islamico es que la vida no tiene fin, como una cenefa cuya meta ultima es sucederse, es decir, que la vida continuara despues de que nos hayamos ido.
Luego seguimos hasta detenernos ante la fachada de la puerta principal.
– Este es el portico del antiguo palacio del desierto de la epoca del califa omeya Hicham, del ano 688, que ha sido transportado a Damasco piedra a piedra y reconstruido. El mundo -anadio en un susurro senalando una cenefa de flores labradas en la piedra como si me hiciera participe de un secreto- es un simbolo mistico del principio y del fin. El artesano, el artista, expresan sus ideas cientificas, de la misma forma que las flores anadidas a la decoracion geometrica expresan la idea de infinito.
Y como si quisiera convencerme anadio:
– El Museo es una verdadera joya donde el mas inexperto puede pasar anos enteros admirando las maravillas que contiene, aunque en dos dias apenas queda en el alma el recuerdo de unas pocas piezas que sobresalen de la amalgama de todo lo que se ha visto.
Una vez dentro del edificio comenzo por explicarme de forma sistematica, casi pedagogica, las seis grandes areas que contiene el Museo:
– El departamento de la prehistoria, con antiguedades descubiertas en la cuenca del Orontes y del Eufrates; el de antiguedades sirias, amorreas, cananeas y arameas descubiertas en Ugarit, Ebla, Amrit, de la epoca que va del tercer milenio a.C. al siglo IV a.C.; el de antiguedades sirias de la epoca clasica, helenisticas, romanas y bizantinas procedentes sobre todo de Palmira, Afamia y Bosra; el de antiguedades arabes islamicas; y el de arte contemporaneo.
·Contrariamente a lo que se cree y se hace -anadio-, la forma de visitar un museo arqueologico no es comenzando por lo mas antiguo sino por lo mas moderno, de forma que nos vayamos alejando paulatinamente en el tiempo y adentrandonos sin sobresaltos en la antiguedad.
Aunque no lo hicimos exactamente asi: comenzamos por las esculturas de basalto negro descubiertas en Horan, cerca de Bosra y los frescos de Qasr al Hair, y las ceramicas y manuscritos de la epoca islamica.
– No es cierto que el Islam no admita las figuras humanas -dijo queriendo aclarar una creencia difundida pero no del todo exacta-, quiza no las admite en las mezquitas pero las encontramos en los manuscritos, y los libros son los vasos del conocimiento -y me miraba para ver el efecto que esas verdades tan contundentes tenian en mi-.
O en los platos de ceramica. ?Sabia usted que el nombre de ceramica en arabe es ‘marci’? Quiza Marci viene de Murcia -dijo como un cumplido-, y asi la llaman porque la ceramica de Murcia es la mejor.
Tampoco es cierto que en el Islam no se acepten los espejos. No hay que ver en ellos solo un simbolo de vanidad extrema, no, sino mas bien el de la curiosidad intima de saber lo que uno mismo es. El hombre siempre quiso comprenderse, mirarse, verse, conocer como era: al principio utilizo el agua, despues el bronce, mas tarde los fenicios inventaron el cristal, y se acabo con el espejo: poco a poco todo va tomando su forma y perfilandose para satisfacer los deseos profundos del alma humana.
·He aqui -dijo ante una figura alada de Yabal- de cuan poco sirve el ingenio y la imaginacion si no existe la prevision. Esta es la figura de un hombre, Abbas ben Firnas, que hacia el siglo XI invento unas alas para despegar de la tierra y comenzar a volar, pero no habia previsto la forma de volver al suelo y cuando quiso hacerlo se estrello.
Al llegar a las salas dedicadas a Palmira se detuvo en una de las cabezas magnificamente conservadas:
– Los poetas cantan la belleza de la mujer, igual que los escultores. -Y anadio-: Un dia habia alrededor de esta cabeza tres hombres jovenes que yo creia estudiantes. ?Que temas os interesan mas?, les pregunte. No nos interesan los temas, sino los peinados, respondieron, porque no somos estudiantes, sino peluqueros. Habian venido a copiar los peinados que lucian las mujeres hace mas de dos mil anos. -Y ladeando la cabeza como si no pudiera comprender tan gran verdad, declamo mas que dijo-: Todo vuelve, todo lo que fue hermoso sigue siendolo, el arte es inmortal y no admite modas.
Luego se acerco a una de las vitrinas que contenia joyas:
– Repare usted en el milagro de estos pendientes -dijo como quien cuenta las virtudes de su hijo predilecto-, no falta uno. Yo no conozco hoy a ninguna mujer que no haya perdido un pendiente alguna vez. Aqui hay muchos pendientes y ninguno desparejo. Se diria que las mujeres de la antiguedad eran mas cuidadosas. -Y sus ojillos brillaban al ver como yo reia la gracia.
Pero no se limitaba a los comentarios mas o menos agudos sino que a veces enunciaba pequenas tesis sobre la vida cotidiana de sus heroes. Frente a unas flautas del siglo III d.C., que se habian encontrado en unas tumbas de medicos excavadas en Dura Europos junto con instrumentos de medicina y cirugia, senalo:
– Esto quiere decir que tal vez con la musica de la flauta trataban de reducir el dolor que habian causado con las operaciones.
O ante los bajorrelieves de mujeres veladas:
– La cultura del velo en la mujer ya estaba vigente en el siglo I, estos bajorrelieves nos dicen que la tradicion es antigua y ponen de manifiesto que ya antes de los musulmanes las mujeres se cubrian la cara con el velo porque el viento del desierto azota la piel y el sol la cuartea.
Frente a las tallas funerarias donde cada difunto iba acompanado de los utensilios que utilizaba en vida para llevar a cabo su oficio, afirmo:
– El trabajo es importante para el hombre, de ahi que todas las figuras que se han encontrado en Palmira sostienen en la mano el simbolo de lo que hicieron en vida, el escultor su cincel, el escritor la pluma, el musico el arpa, el albanil la paleta y la espuerta, el herrero el yunque y el martillo…
– Y anadio con nostalgia-: Antes, la gente trabajaba en su casa y mientras tanto hablaba con los demas, pero