Ignacio se quedo perplejo. Al llegar a la Rambla, la Torre de Babel se despidio.
– Bueno, Ignacio, me voy. Hasta manana.
– ?Hasta manana! Y muchas gracias.
– De nada. Otro dia iremos al Hospital.
Muchas gracias… Ignacio se dirigio a su casa repitiendo sin darse cuenta. Muchas gracias… Todo aquello eran informes preciosos. ?De modo que don Jorge…? Claro, claro. Mosen Alberto lo dijo un dia, y en esto tuvo razon: «No existen hombres de una sola pieza. Cada uno es bueno y malo a la vez». Y el mal absoluto no existia. Ni siquiera en don Jorge… Ahora recordaba que el subdirector le habia contado: «?Don Jorge…? Pero ?que te crees? En su casa lleva una vida mas austera que tu. Es duro, muy duro, pero empieza siendolo consigo mismo y con los suyos, ?entiendes? Es una ley de su casta». Casta, casta… Ahi estaba lo dificil de asimilar. ?Por que habia castas?
En todo caso, los contrastes no eran pocos. Rica ciudad. Era cierto que no faltaba nada en ella. Enfermos, locos, dadores de sangre, vicarios que se marchaban a Fontilles, anarquistas cuyas mujeres rezaban el Rosario todo el dia, el espectaculo de dos hermanas enfermas sugiriendo a la Torre de Babel buenas acciones. ?Otros habrian reaccionado al reves! «Bastantes enfermos tengo en casa», habrian dicho.
Al subir al piso encontro a Julio Garcia. Y otra vez enrojecio. El policia le pregunto:
– ?Y pues, Ignacio…? ?Llegas del cine?
– No. He dado una vuelta.
En aquel instante Matias salia de su cuarto, con el traje de las grandes fiestas.
– Pues… mira por donde -dijo, dirigiendose a Ignacio-. Tu madre y yo nos vamos al cine Albeniz.
– ?Al Albeniz…? -Ignacio parpadeo-. ?Mama al cine…?
– Si, chico, si -rubrico Matias-. A ver «Rey de Reyes».
Aquello era el remate. ?Su madre no habia visto jamas una pelicula sonora! «Rey de Reyes», «Rey de Reyes»… Claro… La vida de Cristo. Preparacion de Cuaresma. Aquello era un brusco cambio de decoracion. Ignacio se encontraba aun dando vueltas por el patio del manicomio.
Carmen Elgazu aparecio en la puerta del cuarto, con una piel alrededor del cuello, tacones altos y un gran bolso.
– ?Que me dices? ?Estoy guapa o no?
Ignacio miro a su madre y la encontro mas que guapa. Se habia vestido para ir al cine lo mismo que para ir a comulgar en la misa del Gallo. ?Rey de Reyes! La gran cabellera, cenida atras por el mono impecable; las negras cejas; los ojos, vivos y sonrientes.
– A ver a San Pedro, hijo, a ver a San Pedro. -Se acerco y le pellizco en la mejilla-. Y a Judas.
En realidad, la agitacion continuaba. En seguida se vio que los partidos izquierdistas no admitian de buen grado la derrota. Tanto mas cuanto que los periodicos derechistas se aprovechaban y Gil Robles organizaba mitines y desfiles monstruosos en todo el territorio nacional. Cosme Vila decia: «Ese hombre no es tonto. Imita a Mussolini y mas de cuatro se contagiaran. La gente tiene instinto de rebano».
En Gerona, los Costa, mas populares que nunca porque el dia del entierro de Macia pusieron tres autobuses a disposicion de sus obreros para que asistieran al acto, y les pagaron jornal integro, decian en Izquierda Republicana: «Hay que hacer algo. Pecamos de confiados, y si no nos movemos se nos van a merendar».
El Partido Socialista convocaba continuamente a los distintos oficios afiliados en bloque a la UGT -matarifes, camareros, empleados de Banca, etc…-, tratando de coordinar una accion comun de protestas, pues el nuevo Inspector de Trabajo se hacia el sordo a toda reivindicacion.
– No tendremos mas remedio que ir a una huelga general. -Pero tropezarian con las sonrisitas vengativas del Responsable, de los anarquistas veteranos, hombres maduros, que rodeaban a este; de todos los limpiabotas del Cataluna.
Por de pronto, el rumor no pasaba de ser interno. Manifestaciones externas no las habia sino de caracter regionalista. Porque una de las heridas mas dolorosas entre las recibidas, era la que afectaba a los sentimientos catalanistas. La propia «Voz de Alerta» escribia ironicamente en su periodico: «Lamentamos que Gil Robles se niegue a bailar tantas sardanas como bailaba Macia…»
Las frases de aquel tipo provocaban la mayor indignacion. Sin que por ello el dentista dejara de tener clientes… Y peor aun: sin posibilidad inmediata de reaccionar en forma violenta. Gerona tenia que limitarse a pintar mas que nunca en la Dehesa, a cantar… y a organizar sus magnos Juegos Florales para el 15 de mayo, como saludo a la primavera.
Matias no se explicaba que el anuncio de unos Juegos Florales -unas cuantas poesias recitadas en el Teatro Municipal, y unos cuantos premios- despertaran tal entusiasmo. Jaime, su companero de trabajo, parecia medio loco. Se pasaba dias y semanas retocando y puliendo un poema que presentaria bajo el lema «Amor». «Amor, simplemente Amor», le decia a Matias, en gesto que significaba: Observe la austeridad, la economia de elementos.
Mosen Alberto explicaba a los Alvear:
– Es la tradicion, ?comprende? Los Juegos Florales son… ?claro! Para ustedes es dificil de comprender.
Mosen Alberto preparaba tambien una monografia historica sobre la ermita de los Angeles.
Mosen Alberto no lo podia remediar: era catalanista. En primer lugar, su pueblo natal, Torroella, antiquisimo condado y luego Gerona y el Museo, le habian situado frente a tantas obras de arte indigenas que estaba convencido de que pocos pueblos en la tierra se le podian comparar. «Leyendo nuestra historia se queda uno boquiabierto», decia. Mosen Alberto se sabia de memoria trozos de Ramon Llull, de Ausias March. Y estaba abonado, como el notario Noguer, como don Jorge, como el doctor Rossello y muchas familias de clase media, a la Fundacion Bernat Metge. Se aseguraba que en castellano no existia una traduccion tan perfecta de los clasicos griegos y latinos. A Matias aquello le parecia raro, pero no estaba documentado para contestar.
Mosen Alberto presentaba a Gerona como ejemplo vivo de lo que decia.
– En Gerona ya se imprimian incunables -imprentas Oliva, Baro-. En la Edad Media, cada casa era un taller de artesanos de gran calidad: orfebreria, repujado de hierro, etcetera… No hay mas que ver la coleccion de grabados al boj del Museo. Riase usted, Matias, de los dibujantes que pueda haber en Jaen y Malaga.
Matias no contestaba, pero lo hacia Ignacio.
– Mosen, en Andalucia todo el arte arabe, sabe usted… Y si nos ponemos a hablar de Seneca y de San Isidoro…
En Gerona habia una editorial importante pero dedicada exclusivamente a libros de texto. Pero Barcelona inundaba el mercado de literatura catalana. El numero de autores crecia a diario. David y Olga aseguraban que el movimiento poetico y teatral en toda la region alcanzaba una altura extraordinaria. Matias tampoco conocia de ello mas que los sonetos de Jaime, y estrofas sueltas de su poema «Amor». Por lo demas, Matias leia poco. En Madrid se habia leido todo Dumas. Ahora, algun libro de Blasco Ibanez. Los periodicos le absorbian. Y en cuanto a la poesia moderna, opinaba de ella lo mismo que del
A Pilar, lo de los Juegos Florales le encanto, porque supo que se elegiria Reina de la Fiesta y que esta presidiria en el escenario rodeada de seis Damas de Honor. Las ninas en el colegio hacian cabalas sobre quien seria la Reina de la Fiesta. Se hablaba de una hermana del arquitecto Ribas, de una sobrina del notario Noguer.
Nuri comentaba: «Sor Beethoven quedaria muy bien de Reina, con un vestido blanco y la trompetilla en la oreja».
A Ignacio los Juegos Florales le divertian. El muchacho continuaba sintiendose estimulado por las carcajadas que provocaban en los demas… Su alegria llevaba trazas de convertirse en habito. Todavia no se habia ido a confesar. El remordimiento le iba quedando sepultado bajo aquella suerte de traje nuevo que su espiritu habia estrenado. Carmen Elgazu estaba encantada con su hijo, que en la mesa y alrededor de la entranable estufa no hacia mas que contar chistes. Casi llego a pensar que verdaderamente habia exagerado al suponer que David y Olga le envenenarian.
A Carmen Elgazu lo que le interesaba eran los preparativos de Semana Santa, de la que «Rey de Reyes», que la hizo llorar, habia sido un anticipo. Lerroux habia vuelto a permitir las procesiones. Se celebraria la gran Procesion del Viernes Santo por la Gerona antigua. Mosen Alberto seria -?el nombramiento habia llegado por fin, prestigio del viaje a Roma!- maestro de ceremonias, y las dos sirvientas del Museo cosian filigranas en los