Fue a la biblioteca y reviso la prensa microfilmada de la semana pasada para averiguar todo lo posible sobre Sylvia Campbell. El incidente se describia en detalle relativamente grafico, aunque su nombre no se habia citado porque todavia no se habia podido informar a sus parientes. Era raro que Rocky se lo hubiera dicho. Los siguientes numeros anadian poca cosa. ?No habian encontrado a su familia o es que no tenia?

Willy lo interrogo mientras levantaban pesas en el gimnasio. Tenia las manos en carne viva pero sus piernas estaban mejor despues de haber echado el polvo. Salvo por sus rodillas, se sentia en mejor forma que nunca.

– ?Que cono pasaba anoche en tu cuarto? Llegaste a asustarme un poco. -Los musculos del pecho y el estomago de Willy se estremecian como placas tectonicas en movimiento-. Te paso algo en la Zona de Combate, ?verdad? O sea, estas raro. Jodi y tu ni siquiera aparecisteis en la fiestecilla de Rose. ?Hay problemas en ese frente?

Nadie habia visto la mancha en la pared y nadie habia reparado en el hedor: ese era el punto de partida de su tesis. Un comentario sobre la facilidad con que puede ignorarse un asesinato. Nadie miraba con la atencion necesaria, salvo puede que Fruggy Fred.

– Podria decirse que si.

– Ah -dijo Willy.

– Eso es lo que mas me gusta de ti. Tu asombrosa capacidad de dar buenos consejos.

– ?Quieres que te aconseje?

– Joder, no.

– Ya lo suponia. -Hubo un terremoto en su torso mientras sus pectorales y abdominales temblaban-. Te ahorrare la retahila de topicos, porque si no eres feliz, has venido al hombre adecuado en busca de respuestas.

– ?Como es que un tio con un nivel de lectura de octavo conoce la palabra retahila? -?Y como era que seguia en la universidad?

– Ya te he dicho que ese profesor me tiene mania. Y ahora, ?quieres que te diga como puedes conseguir la llave de la felicidad? Puedo hacerlo, ?sabes?

No, no, otra vez no. Willy estaba convencido de que era un sexologo con una pared entera llena de titulos y siempre estaba tratando de conseguir su propio programa en la KLAP.

– ?De veras?

Aunque parezca extrano, Willy daba la impresion de estar hablando en serio.

– Si. Escucha al doctor cuando te habla. Olvidate de lo que te paso durante las vacaciones y el estres que esta provocandote tu inminente graduacion. Lo que tienes que hacer es perder completamente la cabeza y aprovechar los primeros dias de la vuelta a clase, cuando todo el mundo sigue un poco colocado.

– ?Es eso lo que pasa?

– Ya se que no te has dado cuenta. Nunca te fijas. Tomemos el caso de la senorita especial a la que voy a ver esta noche.

Con un jadeo, Caleb sufrio un momento de debilidad y la barra de las pesas lo golpeo con fuerza en el pecho. Solto un gemido, como si hubiera recibido un punetazo. Le ardian los biceps y corrian regueros de sudor por su cabello.

– Jesus, Dios -susurro. Entorno tanto la mirada que casi dejo de ver. Alguien estaba muy despistado. No me he fijado. ?De verdad se sentia culpable?

Willy, creyendo que Cal estaba orgulloso o admirado por el, que se acostaba con la preciosa Rose y ahora tambien con una senorita especial, solto una presuntuosa y arrogante risotada. Fue un gesto impropio de el.

– Si Rose te pilla, ni todos los musculos de hierro del mundo te salvaran de una buena paliza.

– Rose no es lo que se dice una mujer posesiva.

– No digas chorradas -dijo Cal.

– Tenemos una relacion abierta.

– Mira, esa es la cosa mas estupida que has dicho nunca, sin contar el comentario sobre Catcher in your Eye.

– Eh, puede que tu la conozcas hace mas tiempo, pero yo la conozco mejor. Yo la quiero, tio, pero nunca hemos dejado que la cosa llegara muy lejos. El sexo es estupendo y lo pasamos en grande, somos buenos amigos… de hecho es mi mejor amiga. La quiero de veras, te lo digo de verdad. Pero por lo que se refiere a todo lo demas… no hablamos mucho.

Sonaba como si fuera el quien estuviera siendo enganado.

– Si no hablais, no puedes conocerla.

– Mira… no empieces a decirme…

– No estoy empezando a hacer nada.

– Si, ya lo creo que si. Me estas juzgando, como siempre haces. -Willy sacudio la cabeza y sonrio, mientras sus brazos se plegaban perfecta, mecanicamente, tensos, extendidos y sin el menor indicio de dolor-. La otra historia es nueva y resulta excitante. Y no hay nada mas en ello.

– Si tu lo dices. ?De quien se trata?

Tras soltar la barra de las pesas, Willy empezo a hacer ejercicios de levantamiento con peso suficiente para partirle la columna a la mayoria de los tios. Las gotas de sudor caian regularmente sobre las esterillas.

– En este caso, tengo que cumplir el Quinto.

– ?Por que?

– Creeme, nunca lo entenderias.

Willy nunca cumplia el Quinto con nada, pero Cal lo creyo.

– Si es Jodi te mato -dijo-. No con las manos desnudas, claro, pero puede que con un par de minas bien situadas.

Con rostro inocente y el sudoroso ceno tan fruncido como el de un basset hound, Willy imploro:

– ?Crees que te haria eso? No, no respondas, capullo paranoico. Y ella tampoco te lo haria. La mujer en cuestion no es tu damisela, y todavia no voy a revelarte su nombre.

Bien. A decir verdad, Cal preferia no saberlo.

– ?Como puedes hablar tanto mientras levantas pesas?

– Te acostumbras y luego lo haces sin pensar.

Seguia sin haber senales de dolor. Asi era como Willy se divertia. Con lentitud, levanto varias veces la barra sobre su cabeza. Tenia la cara roja pero sus ojos estaban extremadamente claros-. Una buena respiracion y una actitud mental positiva.

– Oh.

– Verduras y pescado en cantidad. Antiguos valores familiares combinados con una solida educacion cristiana. Profundas creencias espirituales en el amor y la misericordia de nuestro senor Jee-sssu-crissss-to. -Respiraba con profundas y eficientes inhalaciones. Por todo su torso, las venas hinchadas trazaban un mapa topografico de Florida-. En cuanto a la chica de la que te he hablado, en serio que es especial. Tan excepcional, de hecho, que si alguien se enterara de que tenemos nuestro nidito de amor, seria beaucoup de malas noticias. ?Capisce, amigo?

– Menudo linguista estas tu hecho. Hablas como si estuvieras enamorado de ella.

– No -dijo Willy sin anadir mas. Termino la serie de veinte repeticiones. Los tensos musculos de su espalda y sus hombros estaban tan marcados como los de cualquier estatua griega-. Por cierto, si quieres tirarte a Rose, por mi no hay problema.

Cal se lo quedo mirando.

– En serio -dijo Willy.

– ?Que?

– Ya sabes que no soy un tio celoso. Pasatelo bien. Solo te pido que te portes bien con ella. No desvaries demasiado. Se que no te sera facil, pero haz lo que puedas.

Vale, ?que cono era eso? ?Una oferta de paz u otra forma de afianzar su amistad?

– No es eso lo que me pasa.

– Pues algo te pasa.

– Cierto -dijo Cal.

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