nunca antes tan abundante y rico cargamento. Al ser tan parco en reconocer virtudes como en criticar defectos, sus palabras siempre tenian doble valor. Sobre el placer que todos experimentaban, se encontraba el sentimiento de que el esfuerzo que habian realizado diera el resultado apetecido de preparar un principe, y estoy seguro les complacia mas que la esperanza de una rica ganancia, ya que les habia prometido participar en partes iguales, sin distincion alguna. Si bien al final me demostraron que su carino era superior a lo que habia imaginado, pues voluntariamente incrementaron mi parte con lo que estimaron mas valioso. Ante su orgulloso desprendimiento todos cobraron mas valor ante mis ojos y mi corazon. No en vano mi padre me anticipara que serian los mejores companeros que jamas tuviera, y tambien Mintaka los alabo cuando decidimos escogerlos.

Al finalizar la campana de pesca, que mas bien fuera de caza, estibada la mercancia en las bodegas, navegamos otros cinco dias a lo largo de la costa, que se inclinaba al noroeste, por donde el sol quedaba colgado en el horizonte impartiendo una borrosa claridad, en busca del pais de los bosques donde los hombres cazaban animales que poseian las mas bellas pieles del mundo.

Mintaka me explico la peculiaridad de aquellos salvajes, a los que nunca hombre alguno habia conseguido ver. Desembarcamos, y nos acercamos hasta una cabana situada cerca de sus poblados, donde depositamos, bien extendida y visible, la mercancia que pretendiamos venderles, y nos alejamos. Al siguiente dia vimos, junto a nuestros articulos, el monton de pieles que estaban dispuestos a entregar a cambio. De no considerar suficiente el ofrecimiento debiamos dejar todo y marchar; podia ocurrir que las pieles hubieran sido incrementadas un dia despues, con lo que las llevabamos con nosotros. Si el pago se estimaba suficiente desde el principio, todo resultaba mas sencillo y rapido. Pero nunca alcanzamos a vernos, ni se discutia palabra, ni se retiraba un solo objeto hasta aceptar cada parte, mediante este rito, el ofrecimiento de la otra.

Regresamos a Corona con tan abundante cargamento que resultara imposible aumentarlo sin poner en peligro nuestra supervivencia, pues no admitian las naves un solo fardo mas sin grave riesgo. Fue lento el camino; hundidos en el agua los barcos caminaban como apesadumbrados, aunque nuestros espiritus rebosaran de contento por el exito de la expedicion. Y era yo quien sentia mayor complacencia, orgulloso del esfuerzo y del botin, aunque no pudiera compararse con el que consiguieran los que participaron en la aventura guerrera.

Pero aquel primer paso nuestro lo celebraron los companeros de manera tan brillante que cantaban conjuntamente, al ensalzar mi valor, su propia gloria, al demostrar que, aun retirados para la guerra, poseian la fuerza de la raza. Cantaban en el salon comunal, entre regueros de hidromiel. Llegaron a embriagarse tan profundamente que algunos permanecieron dos dias caminando por las nubes, en compania de los dioses.

Mi mayor gloria consistio en aparecer por casa de la reina, justamente cuando su marido extendia ante ella y sus doncellas el trofeo conquistado en la guerra, esplendido y copioso, con la misma ceremonia que presenciara tantas veces. Del mismo modo comence a amontonar a su lado gran cantidad de valiosisimas pieles cebellinas, arminos, zorros, martas, reno, oso, nutria, amen de marfil y abundantes pieles de foca y morsas, presente tan grandioso y digno que persona alguna de Corona contemplara antes reunido, lo que incluia a mi madre, aunque era fama que recibia fastuosos regalos y poseia un gran tesoro. Si bien nunca supe discernir si el pueblo aludia a objetos de plata y mercancias valiosas, o se referian a las grandes virtudes que le reconocian como reina.

Apenas si mi madre acerto, en aquellos momentos, a manifestarme su contento, mientras Mintaka se mantenia alejado en ultimo termino, sin intervenir. Pues su gloria habia sido siempre la de pasar desapercibido y lograr fueran ensalzadas las hazanas de su pupilo.

Pero mi padre me arrastro al salon comunal, donde mis companeros se ahogaban en cerveza e hidromiel, y alli estuvo abriendo barriles de aquella bebida de los dioses hasta que entre los presentes no quedo uno solo en pie.

Fue la primera borrachera de mi vida. Mi padre acababa de darme entrada en su mundo de heroes, y su orgullo no reconocia limites.

Mintaka continuaba a nuestro lado, sonriendo, sin intervenir.

IV

Sabia que jamas modificaba el rey una decision impulsiva, aun cuando intimamente lamentara despues haberla adoptado. Pero, amigo y consejero, el bardo se obligaba a expresarle su parecer, dandose con ello por satisfecho aunque no fuera escuchado.

Asi lo hizo al conocer que el rey se proponia llevarme consigo en la proxima expedicion de primavera.

«No permitas que el orgullo de la familia te empuje a una decision prematura. Tu hijo solo es mitad vikingo, y su desarrollo mas lento. En cambio esta llamado a ser un gran principe, pues es inteligente. Estoy seguro. Ahora podrias destruirle: todavia no ha matado su primer oso.»

«Ha matado, en cambio, ballenas. Ahora le corresponde matar hombres. Mis barcos estan repletos de jovenes guerreros, de menos edad, que ya han conquistado su gloria.»

«Y la de Haziel sera superior a cualquiera de ellos, pero diferente. Nadie es capaz de adivinar lo que le tiene reservado el destino, pero esta llamado a cumplir una gran mision: lo presiento.»

«La principal es integrarse en la familia, el grupo que le corresponde. Y eso hara desde ahora.»

«Piensa, rey: no es igual hacerle matar ballenas, incluso hombres, con el impulso de tu brazo, que tomar el la decision de abrazarse a su primer oso y matarlo. Esto solo lo hara cuando le haya llegado el momento de sentirse hombre, y no antes.»

Mi madre, como solia, le abordo mas apasionadamente en el reproche.

«?Deseas llevarle a la muerte!»

«?Reclamo al hijo que me pertenece! Observa a los otros jovenes: todos se esfuerzan por conseguir lo que ya tienen o han de poseer, conscientes de que nadie merece disfrutar lo que no ha ganado. Mientras que tu hijo dispone de un troton, un corcel, esclavas para servirle, esclavos para cambiarle los trapos sucios del trasero, y hasta algun loco que mejor prefiere ensenarle musica y ciencias que degollar a un valiente guerrero enemigo. ?Que puede esperarse del animo de un joven al que jamas ha faltado nada?»

«?Ha de escatimarle algo su madre si dispone de ello?»

«Le has privado del estimulo de conquistar lo que cree merecer. De un palenque donde templar el animo, donde convertir su energia en provecho de la comunidad. Al disfrutar de todo sin esfuerzo solo es una carga para los demas.»

«?No te horroriza llevarle hacia la muerte?»

«?Y que es la muerte? Morir es tan solo crear un circulo. Lo importante es que resulte util y glorioso lo que quedo dentro. Reunirse en el paraiso con Odin es la mayor gloria que puede conseguirse si se muere con honor, como corresponde a un vikingo. Pues el que muere sin luchar solo servira para criado del heroe. La gloria y la recompensa de los dioses esta reservada a los esforzados. Un vikingo no tiene derecho a disfrutar mas que aquello que consigue con su espada y su sangre.»

«No te justifiques con tus dioses paganos, Thumber, y atiende a las quejas de una madre: pues se muy bien que persigues enfrentar a mi hijo con Avengeray para satisfacer tu odio. Y aquel gran rey no tendra mas remedio que matarlo.»

«Te enganas, como siempre. Nunca le odie ni desee su muerte. Fue cruel matar a su padre, mas al ser mi primera empresa importante no podia desaprovechar la oportunidad de vencer al mas famoso guerrero entre todos los cristianos. ?Por el dios Thor que pasados los primeros momentos, nunca senti orgullo de aquella hazana! Aunque mi fama se extendiera entre los vikingos y los cristianos, y todos me temieran desde entonces.» Se levanto y dio unos pasos hacia la puerta, pero regreso, como acostumbraba: «Me has considerado siempre un salvaje, y cierto que lo soy. Compara tus modales con los mios. Pero eso no acrecienta tu razon: soy una fuerza natural que actua segun lo dispuesto por Odin. Aunque pudiera libremente rebelarme. Mas con cada acto estoy labrando el futuro que nos aguarda. Y esto es lo que te resistes a entender: que hasta el mal cumple una funcion en el pensamiento de los vastos dioses».

Aseguraba el bardo que estaba poblado de dudas y tenia razon. Algo incomprensible me resultaba la aureola de legendario que rodeaba a mi padre, pues que le conocia como esposo mas bien encogido, siempre a la defensiva contra los constantes ataques de mi madre. Actitud domestica que, a excepcion del mismo bardo, nadie mas conocia.

Me hacia pensar en la falsedad que supone crear imagen tan alejada de la realidad, que a mi juicio

Вы читаете Regocijo en el hombre
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату