extremo, pues que se leia en vuestro rostro la determinacion de un desesperado. Aunque conozco que un vikingo debe despreciar la vida. A punto estuvisteis de perderla bajo la mole del oso, que os cayo encima. Hube de sacaros y traeros hasta la cueva, para curar vuestras heridas. Tuvisteis fiebre durante muchos dias. Pero finalmente habeis superado, con vuestra juventud, tan graves lesiones. Os desgarro los costados dejando al aire los costillares. Dios ha escuchado mis oraciones y os ha salvado. Entre tanto he alimentado vuestros caballos y vuestros perros, y he enterrado a los que murieron. Despelleje al oso y confeccione un nuevo bastidor para su piel, pues resultaban pequenos los que disponiais. Se encuentra rascada y cubierta por el curtidor, y luce un hermoso agujero en el lugar que escondia el corazon. Podeis sentiros orgulloso de la hazana, a fe mia. Os felicito.»

No podia sentir enojo contra aquel santo hombre que se habia sacrificado por mi, a tenor de los mandamientos de su religion, pero me hallaba inquieto y disgustado.

«Os agradezco a vos y a vuestro Dios lo que habeis hecho por mi. Pero ignorabais que todo cuanto he realizado carece de valor si recibo ayuda de cualquier persona. Este lugar esta vedado a todos cuantos no procedan de estirpe real.»

«De no haberos ayudado estariais muerto.»

«Es preferible morir con honor.»

«La vida es un don divino y debe utilizarse no tanto en provecho propio como en servicio de los demas. De otro modo, ?para que sirve? Si teneis una mision que cumplir, como a todos acontece, debeis administrarla de modo que sea posible llevar a cabo la tarea que a cada uno nos corresponde. No podeis tentar a la Providencia con actos temerarios. No debeis, tampoco, vivir solo, sino con los demas.»

«Vuestras palabras son hermosas, mas no debiais haberme ayudado.»

«Si os place, nadie se enterara por mi boca.»

«Lo se yo, y basta.»

No, no era suficiente, segun las dudas que me asaltaban, a las que tanta significacion concedia el bardo.

Todavia transcurrieron varios dias antes de que pudiera ocuparme de los caballos y los perros, y otros menesteres, a costa de grandes dolores en cada movimiento. Y aunque lo disimulaba, no escaparia a Longabarba el sufrimiento que me proporcionaba. Pero no aceptaba que siguiera ocupandose de lo que me correspondia. Y en cierto modo debia de comprenderlo, pues el anciano daba muestras de un profundo respeto, cortes.

En las largas veladas junto al fuego me pregunto por la leyenda de Oso Gran Espiritu, a la que habia aludido alguna vez mientras contemplabamos la piel, estirada en el bastidor, embadurnada con el curtiente. A la vez que repasaba las otras pieles, unas terminadas, otras en proceso, que narraban mi historia. Y aunque no se me escapaba que su religion era opuesta a lo que representaban nuestras leyendas y tradiciones, no concedia mayor importancia ni discutia por ello. Pero en sus palabras se reflejaba la sabiduria, que era distinta a la de Mintaka en las formulas, pero identica en el significado profundo de sus razones. Me parecia que ambos, alla en los principios de su genealogia, pudieron ser hermanos.

«?No os parece dificil que un oso viva tantos anos? Fijad la atencion en que ha burlado a no menos de diez reyes. La vida de los osos no suele ser tan larga.»

«Oso Gran Espiritu no es como los demas: os lo referira Mintaka si llegais a conocerle. Es el aliento de los dioses. Sobre el que ha ido acumulandose la valentia y astucia aprendida de todos los reyes que le han combatido, pues el animo actua sobre los animales del mismo modo que sobre los hombres. Oso Gran Espiritu es la suma de todo el vigor que puebla el bosque, al igual que sobre mi se concentra la esencia que anida en esta caverna desde el principio de mis antepasados. Los dioses tenian dispuesto que un dia se enfrentasen las dos partes y triunfase el mas astuto.»

Un dia comento:

«Sin duda que sois muy principal: no solo porque procedeis de estirpe regia sino porque lo pregona vuestra apostura, las ricas armas, los arneses de vuestros caballos, vuestra cultura, pues ademas conoceis hasta mi propia lengua.»

Pues que habia matado a Oso Gran Espiritu, sumaban nueve las pieles, y aun cuando todavia no igualaba en numero a mi padre, superaba a diez reyes matando al enemigo que para ellos resultase invencible, podia permitirme cierto orgullo, que tan fundido se encuentra en la naturaleza de un vikingo.

«Yo soy Haziel, principe, hijo del rey Thumber de Corona y de la reina Elvira, venida del Pais de los Cinco Reinos.»

Longabarba parecio meditar, y sin perder la sonrisa, con la infinita paciencia y bondad que le caracterizaban, el tono humilde, el ademan afable, dijo:

«?Os han referido, principe, que a vuestros padres los caso un obispo en el castillo de Ivristone?»

«Lo he escuchado muchas veces.»

«Quizas deba deciros que yo soy aquel obispo. Y me agradaria escuchar de vuestros labios lo que ha sucedido a vuestra madre desde entonces.»

Senti emocion ante aquellas palabras que revivian un mundo perdido, en cuyos origenes se encontraban parte de mis raices.

«Contad con ello, Longabarba. Todavia he de matar tres osos, y tendremos tiempo. Si es que quereis quedaros hasta entonces.»

«No pienso marchar a Corona antes que vos. A pesar de que mucho deseo ver a mi senora la reina Elvira, a quien busco desde hace mas de veinte anos.»

«Podeis quedaros, bajo una condicion: en respeto a lo dispuesto por los dioses no me prestareis ayuda de ninguna clase. He de bastarme a mi mismo. Puedo tambien cuidar de vos, o gobernaros vos mismo, como prefirais, pues sobre este punto nada hay prescrito.»

Correspondio a mi broma con una sonrisa:

«Asi sera. Por mi parte, no quiero ser una carga mas para vos, aunque tampoco rechazare cualquier ayuda que deseeis prestarme.»

Durante la noche parecia expandirse el halo luminoso que acompanaba su figura. Pensaba si aquella luz seria la imagen visible de su espiritu. ?Cual podia ser la tarea que me corresponderia en adelante, puesto que sin duda aquella aparicion significaba un anuncio, una predestinacion?

VI

Con la muerte de Oso Gran Espiritu debio de quebrantarse alguna energia oculta y misteriosa, por cuanto los tres que faltaban para la cuenta se rindieron sin causarme dano. Quizas contribuyese la experiencia, pues aprendiera a plantar cara a aquellos fieras, excitarles de cerca, esperar con animo decidido a que se levantasen sobre las patas posteriores y avanzaran hasta la distancia justa, donde la lanza no podia fallar en penetrarles en el corazon. Un salto atras me libraba de sus poderosas garras. Ya solo bastaba contemplar como la inercia de la marcha les impulsaba algunos pasos mas, con la inutil pretension de alcanzarme, pues me mantenia a una distancia que les enganaba, hasta que al ahogarles la sangre se derrumbaban. Emitian algunos un enorme grunido que rebotaba en las cavernas y picos altos que circundaban el valle cerrado y sacro, pregonando su agonia.

Curioso pensarlo, pero la muerte de Oso Gran Espiritu significo para mi que el espiritu de los dioses se ausentara del valle, y en vez de sentirme conducido por ellos habia recobrado la libre decision, amparada por mis musculos y mis ideas. Advertia la plenitud de mi ser reconquistada. Como una liberacion suprema, aunque solo fuera todavia un sentimiento apenas intuido.

No me animaba, sin embargo, la ilusion del regreso. Hubiera sido normal que la revancha me impeliera a presentarme en Corona para gritar a todos su equivocacion, que Haziel era grande y valiente, hijo de Thumber; a mi padre, para borrar de su rostro la sonrisa sardonica que me venia destinando. A Mintaka ofrecerle la satisfaccion de ver cumplidas sus esperanzas, el premio de su fe. Y a la dulce Aludra el desquite de todas sus humillaciones, que eran las mias.

Pero no sucedia asi. Es posible que mi espiritu se hubiese identificado con el valle, pues ahora cada arbol cobraba una distinta significacion, cada pico de las montanas, los alcores, las aguilas, los corzos, los lobos, los osos mismos. La cadencia afiligranada del vuelo de las mariposas pregonaba el jubilo de la primavera, que se

Вы читаете Regocijo en el hombre
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату