tiempo y del tiempo espanol. No importa que en ellos haya menos datos o precisiones que en otros. En ellos esta como en nadie -para eso son mayores escritores- lo que otro gran cronista, Eugenio d'Ors, llamo «las palpitaciones de los tiempos». La cronica, el unico genero que toma su nombre del nombre mismo del tiempo, es un supergenero o intragenero que no hay que confundir con la cronica de toros o de politica. Ramon no hizo otra cosa que monografia y cronica.
Con una cita suya hemos explicado al principio de este capitulo como era consciente de asistir al pasado y al presente conjuntamente, pues que conjuntamente esta aconteciendo. Y si del clasico obtiene el tiempo absoluto que se identifica ya con la luz, del contemporaneo obtiene el calambre del tiempo inmediato, reciente y fluyente. Esto podria explicar, quiza, la facundia de Ramon, su comunicatividad, su estar con todo el mundo y en todas partes. Un hombre, para el, era una acumulacion de presentes, y asi entiende y nos transmite siempre a sus retratados, desde Dali a Silverio Lanza. Ramon es el cronista lirico de casi medio siglo de vida espanola. Nadie ha hecho un labor tan ancha de documento y puntualidad. Y si esa labor es hoy ignorada u olvidada, esto se debe a que Ramon no se entremetio casi nunca en las lobregueces politicas o financieras de que gustan los comadreadores del pasado, sino que de su tiempo y de los hombres de su tiempo tomo lo mas fluyente y verdadero: el tiempo mismo.
13. EL MUSEO SONAMBULO
En su trajin periodistico, Ramon decide una noche meterse en el Museo del Prado, ir descubriendo los cuadros -retazos de cuadros- a la luz de un farol que lleva en la mano, y escribir con la experiencia un reportaje.
La idea es muy ramoniana y nos descubre por via de anecdota la manera que tenia Ramon de vivir y gustar el arte. Puede decirse que siempre lo vio asi: a farolazos. A golpes de intuicion. Escribe libros sobre el Greco, Goya y Solana, e innumerables retratos de artistas modernos, muchos de los cuales se repiten en
Lo que aquella noche estaba destruyendo Ramon -aunque quiza no lo entendieran asi sus lectores de periodico- era nada menos que el realismo. Los pintores que elige para sus biografias mayores son tres grandes negadores del realismo. Ramon, hombre moderno y posbaudeleriano, sabe que la realidad ha caducado. Sabe, con Andre Gide, que la piel es lo mas profundo, pero todo consiste, precisamente, en profundizar la piel. El realismo se quedaba en la piel de la Historia -los hechos, segun dijo Ortega-, y en la piel de los seres. Hay que exigirle a la realidad mas de lo que puede dar.
Ramon es puro pensamiento plastico, es un primitivo que jamas ha pensado en abstracto -y cuando lo intenta por escritorios resultados son muy pobres-, de modo que el pensamiento plastico de Ramon, enfrentado al pensamiento plastico que es la pintura, entabla una correspondencia dialectica de entrevisiones que nunca es geometrica como un juego de espejos, sino enriquecedora por acumulacion, iluminadora por abrumacion.
Ramon ha definido siempre a un hombre por su cara, mas que por su obra. Negar la validez de esta lectura seria negar el arte todo, pues el arte no es otra cosa que lectura de la piel, una lectura del mundo tan valida y profunda como cualquier otra, empero. La pintura, precisamente, legitima el hacer de Ramon, esa fe ciega en que el mundo es un museo sonambulo -como el Prado en aquella noche de su incursion- donde las almas van asomadas a los rostros. La pintura es cosa
Ya hemos apuntado en otros momentos de este libro el origen del fanatismo realista, que esta en el aristotelismo, el escolasticismo y el positivismo. Contra ese fanatismo se levanta periodicamente la imaginacion. El Greco, en una Espana todavia medieval, comprende que lo que se pinta es siempre la imaginacion del pintor, de uno mismo. Han sido grandes pintores los que han pintado su propia imaginacion y han sido menos grandes los que creian pintar la realidad. Pues si bien la piel es lo mas profundo, el realismo es creer que la piel es la piel. Puesto que lo que se pinta, en ultimo termino, es la vision interior, y no la exterior, el Greco decide reducir al minimo su sumision convencional al mundo exterior, y pinta los angeles y los santos como el puede imaginarlos, crea o no en ellos. Deja de pintar anatomias con alas, que es lo que hacia la pintura religiosa. La pintura religiosa esta llena de atletas voladores y mozas consagradas como la Virgen. Yo diria que el Greco pinta por primera vez un angel, no solo en la historia de la pintura, sino en la historia del cielo. Porque pinta su imaginacion y en la imaginacion es donde viven los angeles.
Goya pinta brujas, y tambien pinta las primeras brujas, mas que las de Brueghel o las del Bosco, porque no pinta las brujas de la mitologia ni de la tradicion, sino las brujas de su mente, las unicas brujas reales. La bruja goyesca es la coartada para dejar de pintar el mundo o sus imitaciones y empezar a pintar la propia imaginacion. Hemos dicho que la pintura es una lectura del mundo que hace el pensamiento plastico, y esto parece contradecirse con la otra idea de que la pintura solo se pinta a si misma, solo pinta la imaginacion del pintor. En realidad es la misma cosa: la pintura no es el mundo -como se ha creido y se ha querido durante siglos-, sino una lectura del mundo, y la lectura la hace siempre un hombre, una imaginacion.
El Greco y Goya escapan a la realidad sublimandola a fuerza de dotes y originalidad artistica. Solana, el tercer gran pintor ramoniano, escapa al realismo por el camino opuesto: degradandolo. Todo el arte moderno esta hecho a medias entre exquisitos y analfabetos. Picasso es el primer exquisito. Solana uno de los grandes analfabetos. Quien no hace ya el arte -afortunadamente- son los academicos. Solana parece anterior al dibujo, y su torpeza fingida, deliberada o natural, degrada la realidad como nada y nos revela que no es tal realidad. El Greco y Goya escapan al realismo por exceso de dotes y Solana - digamoslo asi- por falta de dotes. Que gran mal pintor.?
Estos son los pintores de Ramon, los que interesan a Ramon, los que biografia y trata. Diriamos que al Greco y Goya los ha tratado tambien, pero con quien efectivamente toma cafe en Pombo es con Solana. Solana es, como Ramon, un primitivo. La manera que tiene Ramon de entrar en la pintura del Greco y Goya es, digamos, una subliminacion por degradacion. De los angeles del Greco dice que tienen pantorrillas de moza toledana, y de los amarillos de Goya que son «amarillos de tortilla de patata». Esto no es solo una manera peculiar que tiene Ramon de entenderse con la pintura, sino de entenderse con el mundo. En la inmensa mayoria de sus greguerias, definiciones, descripciones y prosas, hay un ultimo rasgo de realismo menudo, de referencia a la cotidianidad, que siendo lo que rebaja el conjunto, es lo que le da su soporte y levadura de realidad. Ramon, que empieza a escribir, ya de partida, mas alla del realismo, sabe que un detalle realista y bien observado es la levadura que anima y enriquece todo el conjunto. El detalle prosaico -que ya trataremos mas detenidamente al tratar la gregueria y el estilo de Ramon en general-, no es solo la nota de un observador eterno de la vida, sino el resorte sabio de un sabio del oficio, consciente, al fin y al cabo, de que la imaginacion trabaja siempre a partir de algo muy real, muy pequeno y muy concreto. Por eso se le agradece tanto el anclaje en la realidad que nos ofrece siempre finalmente, de regreso de sus lirismos, como se le agradece al filosofo el ejemplo concreto con que ilustra la leccion.
Espero no tener que aclarar que esta levadura de realismo y cotidianidad que Ramon mete en todo -incluso en las sublimidades del Greco- no contradice nuestra teoria -nada nueva por otra parte-de Ramon como superrealista, sino que la completa y da sensatez.
Por algo elige Ramon a sus pintores. Que pintores los de Ramon. Y por algo no elige otros. El realismo de Velazquez, por ejemplo, no parece haberle tentado nunca. Dice Ortega que Velazquez pintaba en prosa, y Ramon no tolera la prosa, aunque parezca que ha escrito kilos y kilos de prosa. En cuanto a Solana, con el no hay caso, pues esta tan cerca de Ramon en vida y obra que son dos primitivos y se entienden entre si de una manera primitiva, pasandose longaniza y palabras gruesas. De entre todos los retratos y biografias de pintores y escultores que hace Ramon, lo de Solana es lo mejor, naturalmente, pues que Solana es como un hermano pictorico y palurdo del escritor.
Con Solana no tiene que recurrir a su formula de la sublimacion por