realiza de nuevo su soledad, su impavidez, y espera el manana con tan virgen esperanza como siempre.»
Aquella revolucion estetica ha resultado irreversible. Pronto fue secundada por la filosofia e incluso por el pensamiento politico mas avanzado. Desde entonces, el racionalismo ha quedado en entredicho para siempre y el dogmatismo desacreditado. El realismo, la expresion mas banal del racionalismo estetico, reaparece hoy como hiperrealismo, con una connotacion plenamente ironica, experimental. Como algo en lo que ya no se cree. Como una investigacion mas. Ramon es protagonista en Espana y participe en Europa de unos movimientos que utilizan incluso la intrascendencia -sobre todo la intrascendencia- para negar el trascendentalismo fanatico y sanguinario de la cultura tradicional. Ramon, el primitivo, el enredado, el irracionalista, es clarividente de todo esto y lo deja dicho: «Estamos saliendo de una epoca y hay que dejar explicado nuestro tiempo.»
15. LOS ISMOS EN ESPANA
No hay mas remedio que repetir lo ya dicho en este libro, y en tantos otros por tanta gente: las vanguardias de los anos veinte, en Espana, fueron mas fecundas en la poesia que en la prosa. Pero en Espana se hizo mucha prosa vanguardista y el fracaso general de esta prosa es lo que ha desacreditado a la larga el vanguardismo espanol. Una generacion, una moda estetica, una escuela, es siempre un senor y unos amigos. Los amigos se mueren irremisiblemente y el senor queda vivo para siempre.
Vivo, aunque muy olvidado, como es el caso de Ramon y de tantos otros. No es solo que Ramon sea toda la vanguardia en Espana, sino que casi todos los vanguardistas son ramonianos, de Valentin Andres Alvarez a Francisco Vighi. Hay vanguardistas perifericos, como Arconada a Armeiruiz, vanguardistas erraticos, como Max Aub. Francisco Ayala, al que ya hemos citado, y que hizo el vanguardismo con la dignidad natural de toda su obra, emigra pronto hacia otros generos mas tradicionales. Bacarisse es un vanguardista delineado. Bunuel y Dali se internacionalizan en seguida con el cine y la pintura. Domenchina no madura como vanguardista. Antonio Espina mantiene siempre su recia prosa castiza, incluso en la incursion vanguardista. Gimenez Caballero ha hecho toda su vida un ramonismo de colegio, una especie de imitacion desesperada e impotente de Ramon, pero en su
La evolucion de Gimenez Caballero hacia el fascismo (Ridruejo le llama el primer fascista espanol) no es casual, y ya alguien ha senalado que el vanguardismo degenera facilmente en reaccionarismo, aunque las vanguardias de esta ultima parte del siglo tengan siempre un matiz de izquierdas. Lo que pasa, en puridad, es que la vanguardia, mal secundada por los movimientos politicos, acaba siempre por quedarse sola y un poco desorientada, y cuando languidece esteticamente, busca ese moridero de elefantes que es la cultura de derechas, para fallecer en paz.
Gimenez Caballero, en el ano treinta, monta su famosa encuesta sobre la vanguardia, encuesta realizada por Miguel Perez-Ferrero en
Seguramente ignoraba el joven y malogrado fascista que Gimenez Caballero no era sino una imitacion colegial, exasperada e impotente de un gran escritor espanol llamado Ramon Gomez de la Serna, que naturalmente no iba por entonces a apuntarse a ningun fascismo, y solo muchos anos mas tarde -ya de puro viejo- se confesaria conservador (con toda inocencia politica, como siempre). Jardiel Poncela hace un humor mas evidente y popular que el de Ramon y su teatro y sus novelas son pura vanguardia y puro espiritu de los felices veinte, que, como se ha dicho con demagogia facil, fueron felices para cuatro, pero que encuentran su justificacion historica como
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Autografo ramoniano con el timbre de Prometeo, su revista de vanguardia
Benjamin James ha quedado como el prosista mas consistente de la novela intelectual de la epoca, pero en realidad esta mas cerca del intelectualismo de la
Neville, con Jardiel y luego Tono y Mihura, ya en los anos treinta, son la herencia espanola del humor italiano de vanguardia de Pitigrilli. Jardiel es quien primero descubre a Pitigrilli, rompiendo a la vuelta de un viaje todo lo que tenia escrito. Obregon y Robles se mueven tambien en la orbita del ramonismo. Samuel Ros es una escritor sensible siempre, y su vanguardismo esta mas en los temas y el planteamiento que en la dinamica de la prosa. El mexicano Torres Bodet convive un tiempo con los vanguardistas espanoles y logra una prosa de vanguardia muy molturada. Ximenez de Sandoval se pasaria tambien al fascismo, en los anos treinta, confirmando de modo alarmante la proclividad de la vanguardia hacia la derecha (pensemos asimismo en el entonces vanguardista Eugenio Montes). Pero esta proclividad esta sobradamente compensada con la nomina de los vanguardistas que acabaron en el puro marxismo, con lo que el resumen viene a ser el de antes: que el hombre embarcado en una aventura estetica arriesgada se queda siempre mas corto que la propia aventura, porque la vida suele durar mas que la obra -ay-, y uno acaba acogiendose a cualquier tipo de clasicismo, que siempre ofrece un simulacro de inmortalidad o respetabilidad.?
Ramon Gomez de la Serna, que se proclama vanguardista para siempre en la ya citada encuesta del ano treinta, ha pagado eso con un sabor de epoca que a ratos le envejece mucho el estilo. Otros alternan de por vida experimentacion (ya muy estereotipada) con formalismos, como Gerardo Diego, y alguno quiere repetir el milagro picassiano de estar en todas las vanguardias, de ser el la vanguardia permanente.
Tras cualquier repaso a los vanguardistas espanoles, a la prosa espanola de vanguardia de los anos veinte, nos queda siempre la impresion de que los vanguardistas fueron un poco paletos del mundo, paletos de Nueva York, concretamente, asi como los modernistas habian sido paletos de Paris. Esto concierne tambien a los vanguardistas europeos. Incluso Garcia Lorca incurre en el rito del viaje a Nueva York y el libro subsiguiente, pero en
En los prosistas espanoles de vanguardia hay una continua alusion al cine, que llaman
Este cosmopolitismo pueril, que estaba ya en D'Annunzio y que esta en Paul Morand, en toda la novela galante de la epoca e incluso en la poesia, es el aspecto degradado de un internacionalismo que es lo que mas hermana a los vanguardistas con los comunistas, una especie de libertad en acto, cuando los nuevos escritores que se creen ya libres confunden aun libertad con velocidad. Creen que son mas libres, pero solo son mas veloces. Tardarian muchos anos en darse cuenta de esta cosa tan sencilla.